Ruiz-Gallard¨®n presenta la primera "narcosala", pese a la oposici¨®n de ?lvarez del Manzano

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, del PP, dio ayer el visto bueno para la instalaci¨®n, en el primer trimestre del pr¨®ximo a?o, de la primera narcosala (recinto donde los drogodependientes se pueden inyectar en buenas condiciones higi¨¦nicas) en el poblado marginal de Las Barranquillas, pese a la opini¨®n del alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, que ayer encontraba "inconvenientes" al proyecto y esperaba que le fuesen explicados en la Comisi¨®n Antidroga. Gallard¨®n pidi¨® "un esfuerzo de comprensi¨®n", aunque el Ayuntamiento considera precipitada su puesta en marcha.

Ruiz-Gallard¨®n no escatim¨® elogios para las salas de venopunci¨®n, m¨¢s conocidas como narcosalas. "Hace siete u ocho a?os no ve¨ªamos la luz al final del t¨²nel", dijo en una comparecencia en la que estuvo acompa?ado por el delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles; el consejero de Sanidad, Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz, y el director gerente de la Agencia Antidroga, Jos¨¦ Cabrera."La dignidad es la palabra que debe definir este programa", se?al¨® Robles. ?ste asegur¨® que el proyecto de la Comunidad de Madrid "es m¨¢s riguroso y con mejores medios y recursos" que los que existen en Holanda, Suiza, Alemania y Austria. "Cierra el c¨ªrculo de lo que el toxic¨®mano necesita", a?adi¨®.

Los halagos que tanto Ruiz-Gallard¨®n como Robles hicieron a las narcosalas est¨¢n muy alejados de la opini¨®n del regidor municipal. Pese a militar en el mismo partido, ning¨²n representante del Consistorio estuvo presente en la sede de la presidencia regional, en la Puerta del Sol.

Conocedor de las reticencias que el proyecto suscita entre los vecinos de Vallecas e incluso en el Ayuntamiento, el presidente regional acept¨® que este proyecto "necesita de una explicaci¨®n y requiere un esfuerzo de comprensi¨®n de la sociedad, ya que, como todo lo innovador, suele suscitar dudas y temores". Pero, tras reconocer que en este asunto "el consenso es fundamental", decidi¨® resaltar m¨¢s el respaldo de los grupos de la Asamblea.

Frente a la actitud conciliadora y de guante blanco de Ruiz-Gallard¨®n, el equipo de gobierno municipal reaccion¨® con mucho menos diplomacia. Seg¨²n el alcalde y la concejal de Servicios Sociales, Beatriz Elorriaga, el proyecto impulsado desde la Comunidad es "precipitado".

El gerente de la Agencia Antidroga, Jos¨¦ Cabrera, sali¨® de inmediato al paso de estas cr¨ªticas: "La lucha contra las drogodependencias no se hace con declaraciones, sino con actos y poniendo dispositivos, como las salas de venopunci¨®n, que no van a bordear en ning¨²n caso la ley porque est¨¢n t¨¦cnicamente estudiados. Van a ser de una eficacia rotunda", se?al¨®.

El proyecto fue aprobado por unanimidad, el pasado 4 de noviembre, por los tres grupos representados en la Asamblea. El escollo m¨¢s dif¨ªcil de vencer fue la propuesta de PSOE e IU de que en estos establecimientos se controle la calidad de la droga que llevan los usuarios. El PP hab¨ªa argumentado problemas t¨¦cnicos para practicar las pruebas, pero finalmente acept¨®.

Ayer, el presidente Ruiz-Gallard¨®n explic¨® que el plan nace con "voluntad de extensi¨®n" por toda la Comunidad de Madrid. El hecho de que Las Barranquillas (Vallecas Villa) sea el punto escogido para comenzar la experiencia obedece, seg¨²n Ruiz-Gallard¨®n, a que "es una de las zonas m¨¢s castigadas por la droga".

Esta primera narcosala ocupar¨¢ 1.000 metros cuadrados distribuidos en tres naves. Constar¨¢ de 12 salas individuales de inyecci¨®n. Al principio est¨¢ previsto que abra de nueve de la ma?ana a nueve de la noche. Si la demanda lo requiere, el horario se ampliar¨¢, seg¨²n el gerente de la Agencia Antidroga. "Al tratarse de un centro donde se est¨¢ poco tiempo, s¨®lo el indispensable para inyectarse la hero¨ªna, creemos que cada d¨ªa podr¨¢ pasar una media de 100 o 150 personas", se?al¨® Cabrera.

En el centro siempre habr¨¢ un coordinador m¨¦dico, enfermeros, un trabajador social, un ayudante t¨¦cnico de laboratorio y un conductor de ambulancia, as¨ª como personal de limpieza y de seguridad. Los requisitos para entrar es ser mayor de edad y acceder con una sola dosis de hero¨ªna. Las condiciones de uso de la narcosala incluye que ning¨²n trabajador del centro intervenga ante el usuario o manipule la droga que se inyecte. S¨®lo tocar¨¢n al drogodependiente si su vida corre peligro.

Cuando el drogadicto entre en la narcosala, lo har¨¢ de forma voluntaria y all¨ª ser¨¢ informado de los riesgos que corre. Tambi¨¦n podr¨¢ saber la calidad de la sustancia que se va a inyectar. "Tras el an¨¢lisis, podr¨¢ elegir si quiere inyect¨¢rsela o no. Ya conocer¨¢ el resultado y, si lo quiere hacer, es muy libre para tomar esa decisi¨®n", se?al¨® Cabrera. Los usuarios tambi¨¦n tendr¨¢n que administrarse por s¨ª mismos la hero¨ªna. Ning¨²n trabajador "podr¨¢ tocar f¨ªsicamente a los drogadictos", seg¨²n Cabrera.