Dolor cr¨®nico, la peor secuela del herpes
La mitad de los mayores de 50 a?os infectados por el virus sufre neuralgia posherp¨¦tica
El dolor cr¨®nico es la m¨¢s importante de las secuelas que deja la infecci¨®n por el virus del herpes Z¨®ster, una afectaci¨®n neurol¨®gica que afecta a las personas que han padecido antes la varicela, aunque sea de forma asintom¨¢tica. La sufre entre un 15% y un 20% de la poblaci¨®n, y la mitad de los mayores de 50 a?os infectados por este virus sufre dolor posherp¨¦tico. En algunos casos es tan persistente que precisan recurrir a las unidades hospitalarias del dolor, donde tratan de aplicar, con diferente ¨¦xito, los ¨²ltimos tratamientos aparecidos contra el dolor neurol¨®gico.
El herpes Z¨®ster se caracteriza por la presentaci¨®n de una mancha eritematosa (enrojecida) sobre la que se asientan unas lesiones cut¨¢neas en forma de peque?as ves¨ªculas que cubren el trayecto de un nervio sensitivo y que pueden acompa?arse de picor y dolor. Las localizaciones m¨¢s comunes son la tor¨¢cica (espalda), lumbar, facial (que ataca a las ramas del nervio trig¨¦mino, con el grave riesgo de afectaci¨®n ocular) y cervical (en distintas zonas del cuello). Tambi¨¦n puede aparecer en la regi¨®n sacra (espacio intergl¨²teo), los brazos y las piernas.Aurora Guerra Tapia, jefa cl¨ªnica de Dermatolog¨ªa del hospital Doce de Octubre de Madrid, indica que el dolor del Z¨®ster, que en algunos casos llega a ser muy intenso, se hace cr¨®nico en la mitad de los adultos mayores de 50 a?os: "En los casos de neuralgia posherp¨¦tica, el dolor se puede prolongar durante meses y en algunos casos durante a?os. Aparte de la afectaci¨®n del nervio oft¨¢lmico en el Z¨®ster facial, el dolor es la complicaci¨®n m¨¢s importante, ya que interfiere en la calidad de vida del paciente y a veces le provoca un estado depresivo que puede llegar a ser muy grave", explica.
La mejor forma de prevenir las complicaciones es, seg¨²n Aurora Guerra, el diagn¨®stico precoz para poder administrar el tratamiento lo antes posible. "Actualmente disponemos de tratamientos antiv¨ªricos muy eficaces si el paciente consulta en la fase inicial", a?ade. "Cuando podemos administrar la medicaci¨®n antes de las 72 horas a partir de los primeros s¨ªntomas, el tratamiento reduce la virulencia del proceso e incluso previene el dolor y la neuralgia posherp¨¦tica".
Tratar pronto
La mayor¨ªa de los pacientes que desarrollan neuralgia posherp¨¦tica responde satisfactoriamente al tratamiento con analg¨¦sicos y/o antidepresivos tric¨ªclicos en el plazo de dos o tres meses, pero en un porcentaje que oscila entre el 10% y el 20%, el dolor se perpet¨²a durante meses e incluso a?os. "Cuanto m¨¢s tiempo de evoluci¨®n lleve la neuralgia posherp¨¦tica, peor es el pron¨®stico", asegura Lorenza Vicente-Fatela, responsable de la unidad del dolor del hospital Doce de Octubre de Madrid.
Esta anestesista subraya que cuando el dolor cr¨®nico del Z¨®ster no responde al cabo de un mes a los tratamientos convencionales que suelen prescribir los dermat¨®logos o los m¨¦dicos de cabecera, es necesario remitir al paciente a las unidades de dolor. "Nos llegan enfermos que llevan hasta siete a?os con una neuralgia posherp¨¦tica, con una p¨¦sima calidad de vida y un largo peregrinaje por diferentes m¨¦dicos. Estos pacientes suelen tener tambi¨¦n hiperestesias, es decir, alteraciones en la sensibilidad de la parte afectada, por ejemplo, molestias muy desagradables al roce de la ropa o a las corrientes de fr¨ªo, y parestesias, es decir, sensaci¨®n de hormigueo y de zona dormida", explica Vicente-Fatela.
En la primera etapa de la neuralgia posherp¨¦tica, que se prolonga durante un mes o mes y medio, el paciente describe el dolor como si de vez en cuando recibiera fuertes descargas el¨¦ctricas. Despu¨¦s, percibe el dolor como si sintiera fuego y quemaz¨®n. "Es importante que el enfermo aprenda a aceptar su dolor porque, aunque tenemos tratamientos muy eficaces, a veces se prolonga durante mucho tiempo o no responde como esper¨¢bamos. El nervio afectado por el virus tiende a regenerarse, pero nunca vuelve a recuperarse del todo", a?ade. En el tratamiento es fundamental, seg¨²n Vicente-Fatela, la comunicaci¨®n entre facultativo y paciente, "para que ¨¦ste conf¨ªe en el m¨¦dico y no tenga unas expectativas superiores a lo que ¨¦ste pueda ofrecerle".
Tratamientos
Existen diferentes grupos de f¨¢rmacos que se manejan en las unidades del dolor hasta llegar a los derivados de la morfina, que son los m¨¢s potentes. Otro m¨¦todo no invasivo, que puede aplicarse solo o en combinaci¨®n con los medicamentos, es la estimulaci¨®n nerviosa transcut¨¢nea, por la que mediante unos electrodos colocados sobre la piel, un generador favorece la estimulaci¨®n del nervio afectado y poco a poco se va paliando el dolor. "Disponemos tambi¨¦n de otras t¨¦cnicas de modificaci¨®n de la conducta, como relajaci¨®n o hipnosis, para que el paciente aprenda a controlar el dolor. Hay tambi¨¦n procedimientos invasivos, de bloqueo nervioso, mediante la administraci¨®n de anest¨¦sicos con una aguja sobre el nervio afectado, y la aplicaci¨®n de derivados de la morfina por v¨ªa epidural o intradural", se?ala Vicente-Fatela.
La cirug¨ªa, conocida como DREZ, que lesiona una zona de la m¨¦dula espinal, ha fracasado y pr¨¢cticamente ya no se realiza, seg¨²n esta especialista.
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