ETA recurre a militantes "hist¨®ricos" para dirigir sus "comandos" tras el fin del alto el fuego
Francisco Rementeria, Patxi, el jefe del comando Vizcaya que logr¨® escapar de la polic¨ªa al frente del coche bomba con el que iban a cometer un atentado frustrado, es un veterano militante de ETA que permaneci¨® 10 a?os deportado en Cabo Verde hasta su regreso clandestino a Europa en 1996. Su reaparici¨®n al frente de uno de los comandos emblem¨¢ticos de ETA, al que ya perteneci¨® hace 15 a?os, confirma la convicci¨®n avalada por los expertos antiterroristas de que la banda ha confiado para la renovaci¨®n de sus infraestructuras en veteranos y experimentados activistas de la d¨¦cada de los 80.
Durante los 14 meses de tregua la direcci¨®n de ETA ha fortalecido su deteriorada estructura interna con la incorporaci¨®n de activistas veteranos al frente de los nuevos comandos integrados por j¨®venes poco experimentados reclutados en las filas abertzales. Se trata de activistas forjados en la d¨¦cada de los ochenta, la ¨¦poca dorada de ETA, en la que la banda hizo constante su sanguinaria presencia gracias a su fortaleza operativa: m¨²ltiples comandos que manten¨ªan en jaque a la sociedad y las fuerzas de seguridad con atentados peri¨®dicos. Con el paso de los a?os, sus fuerzas se fueron mermando gracias a las intervenciones policiales.La sospecha de que la direcci¨®n de ETA estaba reclutando, durante los meses de tregua, a sus activistas m¨¢s experimentados estaba implantada desde hace tiempo en medios que conocen la organizaci¨®n terrorista. La banda recuperaba especialmente a aqu¨¦llos que, a principios de los a?os ochenta, se formaron en cursillos sobre armas y explosivos a los que ETA ten¨ªa entonces acceso merced a sus contactos internacionales, y que podr¨ªan estar "disponibles" para volver. Estos veteranos se combinan con los j¨®venes provenientes de la cantera ideol¨®gica abertzale, una mano de obra abundante pero que carece de la preparaci¨®n necesaria..
La identificaci¨®n de Francisco Rementeria, Patxi, como el cuarto miembro del comando Vizcaya - que ¨¦l dirig¨ªa y que logr¨® escapar el pasado lunes de la polic¨ªa en Bilbao- ratifica el esquema que han venido sosteniendo los expertos antiterroristas. ?stos mantienen la convicci¨®n de que al menos una treintena de veteranos militantes de ETA han regresado a Francia requeridos por la direcci¨®n y, un n¨²mero sustancial de ellos, en disposici¨®n de reforzar los distintos aparatos internos disminuidos hasta la extenuaci¨®n en su actividad, lo cual acentu¨® la necesidad de que ETA hiciera un alto con la tregua y se diera un respiro imprescindible para analizar la situaci¨®n.
El perfil de Francisco Rementeria responde con propiedad a este esquema. A sus 39 a?os, ha regresado al activismo como jefe al Vizcaya, el comando en el que discurrieron sus cinco a?os activos, y ofrece un curr¨ªculo completo: tras su etapa de acci¨®n en un grupo operativo fue deportado en 1986 a la isla de Cabo Verde. All¨ª permaneci¨® diez a?os hasta que decidi¨® huir del pa¨ªs africano para regresar en 1996 a la clandestinidad y reincorporarse a la filas de los militantes de ETA dispuestos a seguir en la brecha y continuar con la actividad terrorista.
Rementeria se enrol¨® en ETA con 20 a?os, en mayo de 1981, y est¨¢ acusado de intervenir en 19 atentados, con un saldo de cuatro personas asesinadas y otras siete heridas. Se inici¨® con un cursillo de adiestramiento en San Juan de Luz antes de formar el comando Gorrotxategi, un grupo legal (no fichado por la polic¨ªa) junto con Jos¨¦ Larrinaga y Carmen Guisasola. ?sta ser¨ªa, a?os despu¨¦s, la responsable de los comandos legales de ETA, mientras Rementeria estaba en Cabo Verde.
En esta etapa como legal, que dur¨® hasta la detenci¨®n de Larrinaga en junio de 1983, Rementeria y sus compa?eros atentaron en las comarcas de Durango y Gernika. Colocaron bombas en nueve sucursales bancarias de las localidades de Elgoibar, Abadi?o, Ermua y B¨¦rriz y cometieron cinco atentados contra la Guardia Civil. En uno de ellos muri¨® el guardia Antonio Pablo Fern¨¢ndez Rico, el 2 de mayo de 1982 en Ondarroa. Tambi¨¦n se les responsabiliza de la colocaci¨®n de una bomba al paso del coche del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Vizcaya, el teniente coronel Jos¨¦ Llull, que caus¨® la muerte del civil Eduardo Vadillo.
La huida de Rementeria a Francia en junio de 1983 no impidi¨® que regresara junto con Guisasola medio a?o m¨¢s tarde. Durante unos meses persistieron en la campa?a de atentados contra la Guardia Civil. Obligados a huir, regresaron por tercera vez al Vizcaya en 1985 hasta que se se fugaron al presenciar la detenci¨®n de su compa?ero Juan F¨¦lix Zabarte. Un a?o despu¨¦s, rementeria fue capturado por la polic¨ªa francesa y expulsado a Cabo Verde, desde donde huy¨® a Cuba 10 a?os m¨¢s tarde. Se desconoc¨ªa su paradero, pero la polic¨ªa francesa encontr¨®, en 1997, documentaci¨®n falsa con su foto en un piso de Breta?a.
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