"HESPA?A"

Transcurridos ya m¨¢s de 20 a?os desde la promulgaci¨®n de la Constituci¨®n y casi otros tantos de la del Estatuto de Autonom¨ªa, nadie puede obviar que estos textos fueron, y siguen siendo, de un inestimable valor para la organizaci¨®n de la convivencia y para la satisfacci¨®n de las demandas de autogobierno. As¨ª es sentido, de hecho, por los m¨¢s amplios y diversos sectores sociales y pol¨ªticos de Galicia.Esto no debe impedir, sin embargo, que podamos seguir dialogando acerca del significado de la ciudadan¨ªa democr¨¢tica en un Estado multinacional; m¨¢xime si, como parece, se apunta en el horizonte catal¨¢n y vasco, las otras dos nacionalidades hist¨®ricas, una pr¨®xima reforma, relectura o modificaci¨®n de sus estatutos, que acaso llevar¨¢ aparejada la de la propia Constituci¨®n.

En esa direcci¨®n pensamos que, tanto para los Estados como para las situaciones nacionales, convienen hoy, m¨¢s que viejas nociones de soberan¨ªa territorial, instituciones de Gobierno flexibles y adecuadas tanto al mantenimiento de las diversas identidades ling¨¹¨ªsticas y culturales cuanto a los nuevos escenarios de una econom¨ªa abierta. La integraci¨®n en la Uni¨®n Europea, que es acaso uno de los sucesos de mayor calado de los ¨²ltimos veinte a?os, muestra, adem¨¢s, c¨®mo la l¨®gica de la integraci¨®n y la l¨®gica de la "regionalizaci¨®n" dejaron de ser contradictorias. A Galicia, por ejemplo, le interesa tanto su participaci¨®n en la formaci¨®n de la voluntad pol¨ªtica estatal como en la defensa en el marco europeo, e incluso mundial, de sus leg¨ªtimos intereses.

Creemos, por tanto, que cabe avanzar en una direcci¨®n abiertamente federal que reconozca la disparidad existente en el Estado espa?ol. La descentralizaci¨®n homog¨¦nea puede evolucionar hacia alguna forma de federalismo asim¨¦trico que ofrezca a diferentes realidades nacionales un marco a la vez cooperativo y abierto. ?sa podr¨ªa ser la mejor manera de defender el pluralismo en un Estado multinacional de una manera totalmente acorde con las convicciones de una sociedad liberal y democr¨¢tica.

Hacemos p¨²blicas estas consideraciones el d¨ªa 7 de enero, d¨ªa en que los dem¨®cratas gallegos recordamos a Alfonso Daniel Rodr¨ªguez Castelao, inspirador en tantos sentidos de la Galicia moderna, ministro de la Rep¨²blica en el exilio y artista universal, muerto en esa fecha en Buenos Aires. Castelao perteneci¨® a una generaci¨®n que sab¨ªa que para reinventar Galicia hab¨ªa que reinventar tambi¨¦n Espa?a: la incorporaci¨®n de una H inicial a su nombre -como ¨¦l ten¨ªa por costumbre- pose¨ªa el sentido de marcar la diferencia entre la Espa?a oficial, empe?ada en negar su propia diversidad, y la Espa?a del futuro, que deb¨ªa, y debe, encontrar, sin regateos, en su pluralidad nacional un motivo de uni¨®n.

Galicia tiende a ser apartada de los debates sobre la reconfiguraci¨®n de Espa?a -tal vez porque sus ¨¦lites padezcan lo que en la Biblia se denomina "pobreza de esp¨ªritu"-, pero no debe olvidarse que hubo siempre una manera propia de encarar la reivindicaci¨®n y defensa de nuestros derechos pol¨ªticos. Esa manera propia nadie la expres¨® mejor que Castelao en las p¨¢ginas finales de su obra Sempre en Galiza: pero nosotros somos gallegos, gente prudente y de buen sentido, liberal y pacifista, y hoy, a nosotros, para recordar que esto es as¨ª -que hay una aportaci¨®n gallega que debe ser tomada en consideraci¨®n en el debate- nos basta con transcribir los cuatro principios, de poderosa actualidad, con los que se cerraba ese libro:

a)Autonom¨ªa integral de Galiza para federarse con los dem¨¢s pueblos de Hespa?a. b)Rep¨²blica Federal Hespa?ola para confederarse con Portugal. c)Confederaci¨®n Ib¨¦rica para ingresar en la Uni¨®n Europea. d)Estados Unidos de Europa para constituir la Uni¨®n Mundial.

Estos principios fueron redactados en un paquebote, el paquebote de los exiliados de una Espa?a en cerraz¨®n, en julio-agosto de 1947.

El Foro Luzes de Galiza est¨¢ integrado por Manuel Rivas, escritor; Ant¨®n Baamonde, fil¨®sofo; Xavier Seoane, escritor; Lino Braxe, actor; Xaime Illa Couto, abogado; Manuel Gallego Jorreto, arquitecto; Ant¨®n Reixa, artista; Mar¨ªa Xos¨¦ Queiz¨¢n, escritora y feminista; Ram¨®n Maiz, decano de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas; Ferm¨ªn Bouza, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa; Xos¨¦ Veiras, coordinador de la Federaci¨®n Ecoloxista Galega; Ant¨®n Costa, decano de la Facultad de Ciencias de la Educaci¨®n; Juan Luis Dalda, urbanista; Carlos Pajares, catedr¨¢tico de F¨ªsica; Xan Carmona, catedr¨¢tico de Ciencias Econ¨®micas; Xusto G. Beramendi, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea; Xos¨¦ Chao Rego, te¨®logo; Suso de Toro, escritor; Luisa Castro, escritora; Francisco Allegue, arquitecto; Bieito Iglesias, escritor; Xaqu¨ªn F. Leiceaga, profesor de Econom¨ªa Aplicada; Alfonso Mato, novo seminario de Estudos Galegos; Mariluz Aleixandre, escritora; Ramiro Fonte, escritor; Xes¨²s Gonz¨¢lez G¨®mez, periodista e Isaak D¨ªaz Pardo, intelectual y empresario.