El desayuno de los campeones
Ahora va en serio. Quiero decir que ya se acab¨® el recreo y nos metemos en harina, en harina de bollicao. La prueba es que los nacionalistas, ese calendario que igual no nos merecemos, ya se han desayunado lanzando su maquinaria a pleno vapor. De un lado del espectro convocan una huelga general por los presos tras haber comprobado el fracaso de otro tipo de huelga, la de hambre. Seguramente no se percatan de que la ciudadan¨ªa podr¨¢, en el mejor de los casos, simpatizar con el acercamiento pero se le hace muy cuesta arriba asimilar, primero, que sea el primer paso para la amnist¨ªa, todo ello sin que haya mediado por parte de los presos la menor muestra de arrepentimiento, ?no ser¨¢ pedir demasiado que la generosidad sea un¨ªvoca? Los ciudadanos tienen, en segundo lugar, problemas para aceptar que mientras se pide que unos presos salgan vayan entrando otros acompa?ados por toneladas de dinamita y decenas de pistolas que no han matado de chiripa, ?es comparable el sufrimiento de quien visita a un recluso al de quien llora a un cad¨¢ver? Los nacionalistas m¨¢s recalcitrantes todav¨ªa no han conseguido suministrar argumentos capaces de convencer de lo contrario a quien no comparte su ideolog¨ªa. Tal vez porque no existen.En tercer y ¨²ltimo lugar, la sociedad tampoco puede comprender que unos convoquen una huelga general y otros -sin apoyarla- se les unan t¨¢citamente para una gran manifestaci¨®n cuando la ruptura del alto el fuego, es decir la posibilidad cierta de la muerte, mereci¨® tan s¨®lo unos minutos de silencio. Se me ocurre que la sociedad, y no esas clientelas de los partidos nacionalistas que se toman por el verdadero pueblo, hubiera apoyado de mejor grado una movilizaci¨®n por el acercamiento de los presos (si es de eso de lo que estamos hablando) a condici¨®n de que hubiera venido precedida por una serie de manifestaciones y convocatorias de todo tipo exigi¨¦ndole a ETA no ya el alto el fuego sino su desaparici¨®n. Y no porque se trate de jugar a las perniciosas equidistancias que iguala v¨ªctimas y desenfoca culpables sino porque ¨¦sa es la principal- prioridad. Hay que decirle a ETA que ni el crimen ni el delirio tienen cabida, pero de verdad. Por eso siempre resultar¨¢ sospechoso, adem¨¢s de condenable, que se arguya sof¨ªsticamente que Madrid no utiliza m¨¢s que la v¨ªa policial para acabar con ETA mientras aqu¨ª no se hace nada (y quienes no hacen nada saben un rato de lo pol¨ªtica que puede resultar la calle), nada que implique a la sociedad civil movilizada en masa, porque del otro tipo de pol¨ªtica, la del do ut des, se est¨¢ haciendo hasta el esperpento y el esc¨¢ndalo.
Por el otro extremo, el arco tambi¨¦n se est¨¢ tensando y con tiempo. Me refiero a la rebati?a con que el PNV se est¨¢ tomando la negociaci¨®n del Concierto Econ¨®mico que deber¨¢ entrar en vigor dentro de dos a?os, cuando el primer capic¨²a del 2000 asome la nariz. Esto es bueno y denota que esta clase de nacionalismo apuesta por el pelo estatuista y la pluma soberanista como dej¨® clara la ponencia que debe regir su norte estrat¨¦gico y donde todo aparece alqu¨ªmicamente medido para que el viaje del estatuto a la independencia se vea como un proceso natural que se impondr¨¢ por s¨ª solo al cabo del tiempo que precise, con lo que se consigue, de momento, no fracturar el partido haci¨¦ndole escoger entre ambos polos, y, lo que es m¨¢s importante, autoriza a seguir disfrutando del poder que permite el Estado de las Autonom¨ªas y al que tanto gusto y tanta clientela se le ha sacado en los ¨²ltimos 20 a?os.
Dec¨ªa, pues, que el hecho de que el PNV apueste por el Concierto es una buena noticia como lo es que Anasagasti se invente explicaciones de lo m¨¢s peregrinas para asimilar la circunstancia de que el 51% de los vascos no sepa en qu¨¦ consiste el Concierto cuando el famoso 51% podr¨ªa haber impuesto la independencia descartando algo que una buena mitad de los supuestos votantes desconocer¨ªa (seamos ecu¨¢nimes y partamos la ignorancia por dos) y que constituye uno de los pilares de la alternativa que rechaza. Y es bueno porque indica que desayunan mucho cacao, lo que permite seguir alimentando esperanzas y que a cambio de cinco etiquetas nos toque un llavero de Snoopy.
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