"El gasto ha podido ser excesivo, pero es una inversi¨®n de futuro"
El comisario europeo de Empresas y Sociedad de la Informaci¨®n, Erkii Liikanen, se muestra feliz al referirse al casi inexistente impacto del efecto 2000. "?Ha sido terrible! No ha ocurrido nada y ahora la gente se pregunta por qu¨¦", afirma con una carcajada. M¨¢s en serio, a?ade: "Tal vez el gasto fue excesivo en algunos casos, pero ten¨ªa que hacerse y es una inversi¨®n de futuro". Liikanen, de 49 a?os, finland¨¦s, socialista y ex ministro de Finanzas, es uno de los cuatro miembros de la Comisi¨®n de Santer que se mantienen en el equipo que preside Romano Prodi. En la anterior desempe?aba la cartera de Presupuesto y Personal y estuvo, junto con otros colegas, en el punto de mira de las cr¨ªticas que desembocaron en la dimisi¨®n en bloque del Colegio de Comisarios. "?Qu¨¦ injusto fue todo aquello!", recuerda con una c¨®mplice sonrisa, medio de v¨ªctima, medio de verdugo. Desde su nueva funci¨®n ha coordinado la labor del equipo de expertos de la Comisi¨®n que han seguido la evoluci¨®n del Y2K, como se conoce en la jerga t¨¦cnica al efecto 2000, bautizado por los anglosajones como la "chinche del milenio".
Liikanen supervis¨® desde su domicilio en Helsinki la evoluci¨®n del fen¨®meno durante el 31 de diciembre y el 1 de enero. Estaba conectado v¨ªa Internet, una de sus grandes pasiones, a Bruselas, desde donde los expertos le iban comunicando las reacciones que suscitaba el efecto en todo el planeta. "Cuando supimos que nada hab¨ªa ocurrido en Rusia, respir¨¦ tranquilo y pens¨¦ que ya no hab¨ªa nada que temer", confiesa.
La Uni¨®n Europea (UE) mantuvo varias reuniones, durante los dos pasados a?os, para analizar los riesgos potenciales y los preparativos en la industria, las telecomunicaciones y las finanzas. Ciertamente, una de las mayores aprensiones proced¨ªa de los pa¨ªses del este europeo, y hac¨ªa referencia a c¨®mo iba a afectar el maldito insecto a la seguridad nuclear. Finalmente, estos pa¨ªses han respondido sin mayores sobresaltos.
El mundo se ha gastado en los planes de prevenci¨®n en torno a los 51 billones de pesetas, una cantidad con la que se habr¨ªa podido saldar de un plumazo la deuda externa de todos los pa¨ªses del Tercer Mundo. Cuando se le hace esta observaci¨®n, Liikanen replica: "La prevenci¨®n del fen¨®meno, el cual era totalmente ignoto y suscitaba no pocos temores entre Gobiernos y empresas, exig¨ªa un enorme esfuerzo. En el ¨¢mbito europeo se hizo, y hay que sentirse satisfechos. Tal vez se pudo haber gastado menos, no lo s¨¦, pero ha valido la pena, porque se ha tratado de una inversi¨®n de futuro".
Liikanen sostiene que la correcci¨®n de las fechas ha permitido introducir nuevos programas inform¨¢ticos que han sustituido a otros ya caducos y que servir¨¢n para ser aplicados con vistas a otros objetivos futuros como, por ejemplo, la utilizaci¨®n definitiva de la moneda ¨²nica europea durante los primeros tres meses del a?o 2002. Piensa, adem¨¢s, que el plan de acci¨®n ha sido una muestra de "cooperaci¨®n mundial transparente", porque todos los pa¨ªses han colaborado y han intercambiado datos.
Liikanen viajar¨¢ a Madrid ma?ana martes para conocer con m¨¢s detalle el plan de inversi¨®n en tecnolog¨ªas de informaci¨®n anunciado por el Gobierno espa?ol para los pr¨®ximos tres a?os y, adem¨¢s, participar¨¢ en un seminario organizado por el Ministerio de Industria.
"Nos encontramos en los inicios de una revoluci¨®n tan importante como la revoluci¨®n industrial. Europa puede liderar esta revoluci¨®n si sabemos dar los pasos adecuados con el fin de hacernos m¨¢s competitivos". Los pa¨ªses de la UE, dice, est¨¢n m¨¢s desarrollados que Estados Unidos en telefon¨ªa m¨®vil y tienen ahora que esforzarse para potenciar al m¨¢ximo la introducci¨®n de Internet, donde la desventaja frente a los norteamericanos es clara. Hay que rebajar precios y universalizar el acceso a la red, opina. "La clave del ¨¦xito se encuentra en la liberalizaci¨®n total de las telecomunicaciones", a?ade.
En la cumbre europea de Helsinki se aprob¨® el pasado diciembre un proyecto de la Comisi¨®n conocido como e-Europa, para extender el acceso a Internet. Una sociedad de informaci¨®n para todos es el t¨ªtulo del plan destinado a que los ciudadanos, las escuelas, las universidades, las empresas y los Gobiernos europeos puedan estar conectados a la red.
Garantizar una "Europa capaz de moverse en el mundo digital", explica Liikanen, "y en la que no se produzca una brecha entre cultos y analfabetos digitales, en la que se ponga ¨¦nfasis en la dimensi¨®n social de esta revoluci¨®n integradora y sin discriminaciones de ning¨²n tipo" constituyen objetivos del plan. "No hay m¨¢s remedio que ser optimista y pensar que lo vamos a lograr. La sociedad, las empresas, los centros docentes y los dem¨¢s organismos no tendr¨¢n m¨¢s remedio que incorporarse a esta revoluci¨®n si no quieren morir", concluye.
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