AS? HABLA... Paco Vegara Una capacidad de expresi¨®n muy singular
Se conoce por diglosia, o disglosia, aquella situaci¨®n en la que coexisten dos lenguas, una prestigiada y la otra no. Es lo que ocurri¨® durante mucho tiempo -sobre todo durante el franquismo-, con el castellano y las otras lenguas de Espa?a, all¨ª donde el primero gozaba de protecci¨®n pol¨ªtica y las otras -catal¨¢n, gallego, vasco- eran reducidas a la consideraci¨®n de "lenguas familiares o rurales". Fuente de no pocos conflictos pol¨ªticos que todav¨ªa nos aquejan, incluidos los intentos de darle la vuelta a la tortilla; m¨¢s de lo mismo, s¨®lo que al rev¨¦s: ahora el espa?ol es el que empieza a verse con ojeriza y recibe invectivas tan temerarias como aquella de Arzalluz cuando dijo que era "la lengua de Franco". Tambi¨¦n con palabras se hace terrorismo. En Andaluc¨ªa la cosa fue mucho m¨¢s sutil, pero m¨¢s peligrosa: el andaluz era esa simp¨¢tica deformaci¨®n del castellano s¨®lo ¨²til para el chascarrillo y la pandereta. Si alguien cree que lo m¨¢s duro para la dignidad de un pueblo fue lo que pas¨® con la diglosia en Catalu?a, en Galicia o en el Pa¨ªs Vasco, que venga por aqu¨ª y lo discutimos.
Algunos psicoling¨¹istas, como el profesor Titone, de la Universidad de Roma, que ha estudiado el caso del andaluz en esa situaci¨®n tan delicada, an¨¢loga a la de otras partes donde se da ese biling¨¹ismo imperfecto, han demostrado que los usuarios de una dualidad como ¨¦sa acaban desarrollando una inteligencia m¨¢s aguda, precisamente por el continuo esfuerzo de traducirse a s¨ª mismos para librarse de la presi¨®n social. La rapidez con que se aprende a pasar de un registro a otro es el ¨ªndice de tan curiosa adaptaci¨®n.
Un ejemplo palmario y digno de la mayor atenci¨®n es el que nos proporciona casi a diario el presentador de la Segunda Cadena de TVE, Paco Vegara, en su espacio Quatro. Este ocurrente comunicador es capaz, en d¨¦cimas de segundo, de pasar de un castellano ortodoxo a un andaluz relajado, y construido en una especie de norma culta para grandes audiencias, donde destaca la distinci¨®n entre ese y zeta, autoaprendida por este tarife?o (por cierto, y no en vano, versado en el romancero y en otros g¨¦neros de tradici¨®n oral andaluza: Cantos del campo y de la mar, con el grupo Almadraba, y recuperaci¨®n del cancionero popular con Andaraje, de Ja¨¦n).
Suele reservar el castellano para las explicaciones enf¨¢ticas, y el andaluz para lo dem¨¢s. Pero el resultado, lejos de esa amalgama indigesta con que nos mortifican otros locutores que no han hecho la m¨¢s m¨ªnima reflexi¨®n sobre el problema, resulta de una capacidad expresiva muy singular, y procede sin duda del sobresfuerzo inteligente que surge de la diglosia.
Del programa del pasado d¨ªa 22 de diciembre, extraemos fragmentos de ambas modalidades: "V¨¢monos / v¨¢mono... Est¨¢ la cosa que arde, se?ora y se?ore... Burgos significa ciudad...f¨ªhate, del germano. Si s"equivoca son 10 puntos loh que se restan... Que no pulse nadie, pueh rehtamo... Hay tambi¨¦n telehpehtadore que todav¨ªa no se han enterao... Loh jalicihmo son palabrah que nuehtra lengua a adoptado... ?Cu¨¢ntah provincia forman Andaluc¨ªa? ?Ocho provincia!" Un ol¨¦ por cada una.
A. R. ALMOD?VAR
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