Tormenta en el Vaticano al plantear el jefe de los obispos alemanes la dimisi¨®n del Papa
Juan Pablo II responde: "Dios no pide que afrontemos tareas por encima de nuestras fuerzas"
La jerarqu¨ªa de la Iglesia cat¨®lica se ha visto conmocionada por unas declaraciones en las que el presidente de los obispos alemanes, Karl Lehmann, se refiri¨®, el pasado domingo, a una hipot¨¦tica dimisi¨®n del Papa y a las eventuales objeciones de la Curia romana. La posibilidad de que Juan Pablo II, que en mayo cumple 80 a?os, dimita por motivos de salud fue descartada ayer con irritaci¨®n por los cardenales. El propio Papa dio a entender que a¨²n se siente con fuerzas. El asunto ha reavivado el debate lanzado a finales del a?o pasado por el papable Carlo Maria Martini, arzobispo de Mil¨¢n.
La pasada fue una verdadera semana horribilis para Juan Pablo II. En los ¨²ltimos d¨ªas el Papa ha tenido que beber el amargo c¨¢liz de un cisma de facto, el abierto por la l¨ªnea progubernamental de la Iglesia china que orden¨® a cinco obispos por su cuenta y riesgo. A este golpe, se ha sumado otro, mucho m¨¢s cercano, propiciado por unas manifestaciones del presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Karl Lehmann. El obispo alem¨¢n, en respuesta a la pregunta de un periodista sobre el mal estado f¨ªsico del Papa y su marcha, venci¨® un tab¨² y se refiri¨® a una posible dimisi¨®n.Aun cuando Lehmann asegur¨® ayer que sus palabras fueron modificadas por la prensa italiana, que le atribuy¨® una petici¨®n expresa de dimisi¨®n, la lectura de la transcripci¨®n completa de la entrevista concedida por el prelado a la emisora Deutschlandfunk plantea dudas sobre su verdadero sentido. En esta versi¨®n, la que ha provocado un esc¨¢ndalo en c¨ªrculos vaticanos, tras referirse a la eventual marcha del Papa, lanzaba una frase dur¨ªsima para sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximos. "No s¨¦ lo suficiente para juzgar lo que concierne a los efectos de la enfermedad del Parkinson (...) Tengo confianza plena en el valor y en la fuerza moral del Santo Padre, en mi opini¨®n no le falta el coraje para decir, en caso de que no se sienta ya capaz de dirigir la Iglesia con responsabilidad: "Ya no puedo seguir como ser¨ªa necesario". El problema es otro, a?adi¨® el obispo alem¨¢n. "No s¨¦ si el entorno del Papa, las personas que le aconsejan en la curia, estar¨ªan de acuerdo con su retirada".
En una transcripci¨®n posterior se precisa este ¨²ltimo extremo: "Nadie est¨¢ habituado a la posibilidad de que un Papa dimita. Aunque ya se ha producido una vez, tenemos el caso de Celestino V , que lo hizo. Pero si el Papa lo quisiese, no s¨¦ que ocurrir¨ªa, si su c¨ªrculo y todos los que le aconsejan estar¨ªan de acuerdo y creer¨ªan que es, efectivamente, mejor que lo haga. Para la Iglesia es siempre delicado cuando los Papas que la han guiado durante un largo periodo muestran comprensibles debilidades humanas. Pero para la Iglesia y para la sociedad no es un hecho negativo ver que puede haber Papas enfermos".
De acuerdo con lo ofrecido por las agencias de noticias el domingo, el prelado a?ade, refiri¨¦ndose al futuro: "La Iglesia necesitar¨¢ la gu¨ªa de un hombre fuerte, de otro modo, como iglesia mundial que es, con m¨¢s de mil millones de fieles, a veces dividida por incre¨ªbles, extremas divergencias y diferenciaciones, se arriesgar¨ªa a no permanecer unida".
Aparentemente impasible a todas las tormentas que se abaten sobre su persona en la fase final de un pontificado que ha superado ya los 20 a?os de duraci¨®n, Juan Pablo II pareci¨® responder ayer al obispo de Maguncia, en su intervenci¨®n ante el Cuerpo diplom¨¢tico acreditado ante la Santa Sede. "A todos os pido en nombre de Dios que trat¨¦is de impedir que la Humanidad sufra nuevas guerras, que respet¨¦is la vida humana y la familia, que intent¨¦is reducir el foso que separa a ricos y pobres, comprendiendo que todos somos responsables de todos". "Nos lo pide Dios, y no nos pide nunca que afrontemos tareas por encima de nuestras fuerzas", a?adi¨® el Papa.
La delicada salud de Wojtyla, que padece la enfermedad de Parkinson desde comienzos de los 90, ha desatado en los ¨²ltimos tiempos toda clase de especulaciones en el mundo laico y en ¨¢mbitos religiosos. En junio pasado se hicieron particularmente intensos los rumores que hablaban de una posible dimisi¨®n del Pont¨ªfice, a ra¨ªz de su largo viaje a Polonia y del golpe de fiebre que le oblig¨® a cancelar su asistencia a una misa en Cracovia.
La decisi¨®n de dimitir y retirarse a su tierra natal (acariciada secretamente por Wojtyla, seg¨²n el escritor cat¨®lico Vittorio Messori) depende s¨®lo de la voluntad del Papa, que en su calidad de monarca absoluto de la Iglesia es fuente de todo el Derecho Can¨®nico. Pero nunca la hip¨®tesis de la dimisi¨®n hab¨ªa sido evocada por un obispo, que asume adem¨¢s la tarea de dirigir a los prelados de una naci¨®n como Alemania.
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