Cuatrienio negro
La metamorfosis experimentada por la Consejer¨ªa de Medio Ambiente en cuatro a?os es como el proceso inverso al que cristaliza un gusano en mariposa. El departamento arranc¨® rodeado de expectativas prometedoras e inclinado hacia las actuaciones imaginativas -bien es verdad que era tan nuevo que inventar no resultaba dif¨ªcil- y ha derivado en una maquinaria atenazada por la misma burocracia de otras carteras y la falta de medios presupuestarios para consolidar pol¨ªticas conservacionistas. Para colmo, la sucesi¨®n de accidentes ambientales de la legislatura ha zarandeado al departamento, que se ha visto obligado a restar energ¨ªas, tiempo y dineros de otros fines. Su gran protagonismo en los medios, para pesar de su reponsable, ha obedecido m¨¢s a adversidades que a iniciativas positivas como la aprobaci¨®n del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama o, en el plano legislativo, la Ley de Prevenci¨®n y Lucha contra los Incendios Forestales. Las diferencias entre sus dos titulares tampoco habr¨¢n sido ajenas al cambio de imagen. De Manuel Pezzi, el primer consejero de Medio Ambiente y actual responsable de Educaci¨®n, es legendaria su capacidad para adornar un cactus y venderlo en el desierto de Kalahari. Jos¨¦ Luis Blanco, que hab¨ªa sido n¨²mero dos, es la ant¨ªtesis. Disciplinado y pel¨ªn gris¨¢ceo, dista de la brillantez oral de Pezzi y, quiz¨¢s, de su capacidad de maniobra. Los ecologistas le reprochan haber capitulado ante otros compa?eros en cuestiones como la reapertura de la mina de Aznalc¨®llar -un objetivo que el consejero de Industria y Trabajo, Guillermo Guti¨¦rrez, defendi¨® con u?as y dientes- y de no haber peleado con ardor m¨¢s fondos para su departamento.
Blanco, sin embargo, no se queja tanto del reparto presupuestario del Gobierno andaluz como de la p¨¦rdida de fondos europeos, que han afectado sensiblemente a los planes de reforestaci¨®n y lucha contra la erosi¨®n. Una p¨¦rdida que achaca en exclusiva al boicoteo de la Administraci¨®n estatal: "La Consejer¨ªa ha crecido m¨¢s del 30% s¨®lo en los ¨²ltimos dos a?os, pero ha habido un grav¨ªsimo problema debido al acceso del PP al Gobierno".
Una afirmaci¨®n que no comparte la parlamentaria del PP, Beatriz Mart¨ªn Ovando: "Se han perdido tiempo y esfuerzo en reivindicar fondos a Madrid, cuando las competencias est¨¢n ¨ªntegramente transferidas desde 1984". La financiaci¨®n del Plan Forestal Andaluz ha provocado uno de los grandes encontronazos con la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino. Las relaciones entre ambos departamentos han estado en sinton¨ªa con las mantenidas entre ambos Gobiernos, es decir, desencuentros frecuentes, reproches mutuos y escasa colaboraci¨®n. Ni siquiera la declaraci¨®n del Parque Nacional de Sierra Nevada se libr¨® del enfrentamiento entre las dos Administraciones, que asumen la gesti¨®n del espacio protegido. La Junta de Andaluc¨ªa quiere seguir la senda que abri¨® con la Ley de Do?ana, que unifica la gesti¨®n de los Parques Nacional y Natural, y que est¨¢ supeditada a la decisi¨®n del Tribunal Constitucional, al que ha recurrido el Gobierno central.
El vertido de Aznalc¨®llar, ocurrido en abril de 1998, pareci¨® tensar las relaciones al m¨¢ximo con un cruce de ataques y responsabilidades que hac¨ªan presagiar males a¨²n mayores ante la falta de actuaciones para atajar la peor cat¨¢strofe ecol¨®gica de la regi¨®n. La creaci¨®n de una comisi¨®n de seguimiento, coordinada por ambas administraciones, rebaj¨® el desencuentro y visualiz¨® por primera vez un esp¨ªritu de colaboraci¨®n, que tampoco se escap¨® a las cr¨ªticas de los grupos ecologistas, que temen que se ocult¨® informaci¨®n durante el proceso de descontaminaci¨®n.
Ligado al vertido t¨®xico, naci¨® el proyecto del corredor verde del Guadiamar, que se convirti¨® en una de las iniciativas m¨¢s emblem¨¢ticas de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente durante el cuatrienio, tanto por su car¨¢cter ambicioso como por simbolizar el contrapunto a la cat¨¢strofe ecol¨®gica, cuyo coste pol¨ªtico purga Blanco casi a modo de penitencia. El consejero se hart¨® de vocear que su departamento carec¨ªa de competencias para verificar el estado de seguridad de la balsa minera, pero fue en vano. A¨²n siendo inmerecido, Medio Ambiente ha asumido el desgaste con m¨¢s intensidad que otras carteras.
Las alarmas no s¨®lo saltaron por Aznalc¨®llar en estos a?os. El escape de Acerinox o la rotura de un gasoducto en ?cija (Sevilla) tambi¨¦n han puesto en la picota a Medio Ambiente. En algunos casos, por su deficiente pol¨ªtica de gesti¨®n de residuos t¨®xicos, a decir de los conservacionistas. De hecho, la aprobaci¨®n del plan de residuos peligrosos no ha obtenido las bendiciones de los ecologistas, que, sin embargo, aplauden con discreci¨®n el plan de residuos s¨®lidos urbanos, que incorpora la selecci¨®n en origen, el reciclaje e incentiva la reducci¨®n de basuras.
La protecci¨®n del territorio, incrementada con la declaraci¨®n del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, constituye uno de los frentes que m¨¢s complace a Blanco, que se vanagloria de pertenecer a la autonom¨ªa con m¨¢s superficie protegida (19%). No ha logrado impulsar los planes de desarrollo sostenible en todos los parques naturales (s¨®lo existen en Do?ana, Alcornocales y Sierra M¨¢gina), pero las grandes cr¨ªticas en este terreno obedecen a la nueva regulaci¨®n de las juntas rectoras, que han iniciado una etapa de mayor atrofia y m¨¢s politizaci¨®n.
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