La artiller¨ªa y la aviaci¨®n rusas machacan Grozni para preparar otro asalto
La guerra de Chechenia vuelve a estar pendiente de Grozni, que las tropas federales han sido incapaces de tomar pese a los intensivos bombardeos lanzados durante meses. El pasado fin de semana, los aviones y helic¨®pteros rusos efectuaron m¨¢s de 300 misiones, muchas de ellas sobre Grozni, en lo que parec¨ªa el preludio de un nuevo asalto masivo. Pero la feroz resistencia de los independentistas muestra que los rusos van a enfrentarse a grandes dificultades si quieren lograr su objetivo sin eternizarse en el intento.
El presidente interino ruso, Vlad¨ªmir Putin, en una entrevista concedida el s¨¢bado por la noche a la primera cadena de la televisi¨®n estatal, se mostr¨® satisfecho del curso de las operaciones militares y dijo que el paso m¨¢s inmediato ser¨¢ la toma de Grozni, a la que seguir¨¢ una operaci¨®n para exterminar a los bandidos en las monta?as del sur y el este de Chechenia. Escaldado ya por anteriores anuncios que pon¨ªan plazo fijo al fin de la guerra, a?adi¨® que eso "depender¨¢ de la eficacia militar", pero matiz¨® que el "triunfo definitivo" exigir¨¢ "tiempo y paciencia", ya que no se puede conseguir con "una alfombra de bombas", sino "ampliando la base de apoyo entre los civiles".
Putin es el m¨¢ximo favorito para convertirse en presidente electo el 26 de marzo. Las encuestas le atribuyen un 55% de la intenci¨®n de voto, cuadriplicando con creces el porcentaje de su inmediato seguidor, el comunista Guennadi Ziug¨¢nov. ?ste fue proclamado candidato el s¨¢bado por su partido, el mayor del pa¨ªs, y pidi¨® que la acci¨®n militar se complemente con la pol¨ªtica para acabar con la guerra. El liberal Grigori Yavlinki salt¨® el mismo d¨ªa a la arena para evitar unas "elecciones sin alternativa" y solicit¨® el fin de las hostilidades a gran escala y el recurso a las "operaciones especiales" y las "negociaciones pol¨ªticas" para poner fin al conflicto.
Ni el uno ni el otro parecen tener ninguna posibilidad de derrotar a Putin, pero las posibilidades del sucesor designado de Bor¨ªs Yeltsin, cuya popularidad se ha cimentado en la dureza con la que conduce la guerra, podr¨ªan caer muchos enteros si Grozni siguiera en manos de los rebeldes y el n¨²mero de bajas rusas se hiciese alarmante. De hecho, la cifra de apenas 600 muertos que se reconoce oficialmente es discutida, no s¨®lo por la guerrilla chechena, sino por el Comit¨¦ de Madres de Soldados, que la multiplica por cinco.
Bisl¨¢n Gantamirov, el ex alcalde de Grozni sacado por Bor¨ªs Yeltsin de la c¨¢rcel para organizar una milicia prorrusa, asegura que la capital chechena podr¨ªa caer en un par de d¨ªas si se hiciera caso omiso de la suerte de las decenas de miles de civiles que siguen all¨ª. Sin embargo, las bombas que vuelven a caer masivamente sobre la ciudad, donde la escasez de alimentos es alarmamente, no hacen distingos entre guerrilleros y civiles.
Los comandates chechenos decidieron ayer, encabezados por el presidente, Asl¨¢n Masj¨¢dov, abandonar la "lucha de posiciones" y recurrir a la guerra de guerrillas, con ataques por sorpresa y r¨¢pidas retiradas. "No entraremos en las poblaciones para mantenerlas bajo nuestro control", asegur¨® el ministro de Defensa, Magomed Jamb¨ªyev. "Derrotaremos a unidades federales concretas y nos iremos para atacar en otros lugares".
Las fuerzas rusas a¨²n no se han recuperado del susto que el d¨ªa 9 les dio la guerrilla al contraatacar en Guderm¨¦s, Arg¨²n y Shal¨ª. Para prevenir nuevos golpes en la retaguardia, prosegu¨ªa ayer una minuciosa limpieza en "territorio liberado", con registros casa por casa en busca de armas y combatientes.
Por otra parte, seg¨²n la agencia Prensa Isl¨¢mica Afgana, el r¨¦gimen de los talib¨¢n se convirti¨® ayer en el primero del mundo que reconoce a Chechenia. Seg¨²n el ministro de Exteriores afgano, Abdul Wakil Mutawakil, el Gobierno de Masj¨¢dov puede abrir cuando quiera una embajada en Kabul.
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