Arte puro de Manuel Caballero

?Qu¨¦ pena que s¨®lo unos 15.000 aficionados hayan podido disfrutar y emocionarse con el extraordinario temple y lentitud con que tore¨® Manuel Caballero a Milenario! Sus lances y pases fueron obra de arte puro y parec¨ªa que el diestro albacete?o pintaba en lugar de torear.La exquisita faena que Caballero le cuaj¨® al noble quinto fue a base de trazos perfectos por su simetr¨ªa. Y tuvo simetr¨ªa porque el diestro adecuaba la lentitud de su toreo a la pastue?a embestida.

Al recibir con ver¨®nicas a Milenario pint¨® su primer cuadro en una media con que las abroch¨® y los siguientes cuadros fueron las se?oriales y ajustadas chicuelinas que calentaron el fr¨ªo ambiente. Como el astado ten¨ªa poca fuerza, con inteligencia Caballero inici¨® el trasteo con delicados ayudados por bajo para fijarlo. A partir de ese momento y d¨¢ndole el espacio adecuado, adelantando la muleta lo citaba y meci¨¦ndose barr¨ªa la arena con la franela al correr la mano en c¨¢mara lenta. La res brava segu¨ªa la panza de la bayeta en la m¨ªnima distancia sin tocarla. Al rematar cada pase Caballero dejaba al corn¨²peta a su espalda y con precisi¨®n giraba para ligar el siguiente muletazo. Con esmero pint¨® cuatro series de redondos y tres de naturales, concluyendo esta obra de arte ejecutando con verdad la suerte suprema con la que dej¨® un soberbio estoconazo.

La magistral lidia al impresentable y soso segundo, pitado en el arrastre, tuvo doble m¨¦rito. Primero porque domin¨® a un bicho que conclu¨ªa el viaje con la cabeza arriba y segundo porque batalle¨® con el viento que le ondeaba la sarga. Acab¨® pudi¨¦ndole y le recet¨® varias tandas de mandones derechazos y naturales.

Manolo Mej¨ªa trajo el santo de espaldas. Al distra¨ªdo primero no le encontr¨® el ritmo. El cuarto, que dobl¨® cuatro veces las manos y fue pitado, hac¨ªa medio recorrido y luego levantaba la cabeza para ver al tendido. Regal¨® al corraliado sobrero, que punteaba y no lo pudo dominar.

Fernando Ochoa con el tercero, que se terciaba y pegaba arriones, perdi¨® la serenidad y no le dio la lidia de ali?o que merec¨ªa. Desaprovech¨® al noble sexto, el mejor de la tarde.

Despedida de Silveti

Alejandro Silveti, ¨²ltimo diestro de la m¨¢s importante dinast¨ªa de toreros mexicanos, se despidi¨® el s¨¢bado de los ruedos en la plaza de Morelia, despu¨¦s de 11 a?os de alternativa. Dio vuelta al ruedo en un toro y en el otro cort¨® dos orejas y rabo, ¨¦ste protestado. El Juli, ovaci¨®n y dos orejas. Ignacio Garibay, vuelta y oreja. El rejoneador Jos¨¦ Mar¨ªa Fuentes, oreja. Se lidiaron toros de Colom¨¦.

Por otra parte, El Juli cort¨® el domingo dos orejas en el coso mexicano de Guadalajara y Domingo Triana cuatro en el de Juchipila, informa Efe.