El Gobierno traslada a Straw las alegaciones de Garz¨®n, pero anuncia que no recurrir¨¢
El Gobierno se cubri¨® ayer ante posibles cr¨ªticas de la oposici¨®n al trasladar a la fiscal¨ªa brit¨¢nica las alegaciones del juez Baltasar Garz¨®n contra la anunciada interrupci¨®n del proceso de extradici¨®n a Espa?a del senador chileno Augusto Pinochet y confirm¨® que el "Reino de Espa?a no se propone presentar recurso alguno a la decisi¨®n que tome en su d¨ªa el ministro de Interior" brit¨¢nico. De esta forma cumpl¨ªa su compromiso p¨²blico con el Gobierno chileno de no oponerse a una eventual interrupci¨®n del proceso de extradici¨®n por motivos de salud del general chileno.
El embajador de Espa?a en el Reino Unido, Santiago de Mora-Figueroa, en carta dirigida a la fiscal¨ªa brit¨¢nica con fecha 17 de enero, inform¨® que hab¨ªa recibido instrucciones de comunicar el pleno respeto espa?ol a la decisi¨®n que pueda tomar el ministro brit¨¢nico del Interior, en el marco de sus competencias discrecionales y exclusivas conforme a las leyes brit¨¢nicas aplicables. "En este sentido, le confirmo que el Reino de Espa?a no se propone presentar recurso alguno a la decisi¨®n que tome en su d¨ªa el ministro", afirmaba en su carta el marqu¨¦s de Tamar¨®n.Adem¨¢s, indicaba que "el Gobierno espa?ol es plenamente consciente de que la decisi¨®n del ministro del Interior se basar¨¢ en la totalidad de los elementos de juicio que est¨¢n a su disposici¨®n, como se afirma en la carta del Home Office de fecha 11 de enero, de modo que tendr¨¢ presentes las anteriores alegaciones pertinentes realizadas en representaci¨®n de Espa?a y que, por lo tanto, no es necesario repetirlas". En un tercer y ¨²ltimo p¨¢rrafo, el embajador comunicaba que adjuntaba "copia de la documentaci¨®n que el magistrado-juez del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional les ha remitido ya a ustedes".
De esta forma, el Gobierno dej¨® ayer constancia de que no ten¨ªa nada que alegar a la anunciada intenci¨®n del ministro brit¨¢nico Jack Straw de no extraditar a Espa?a a Pinochet por razones humanitarias, y lo hac¨ªa compatible con el traslado de las alegaciones que el magistrado Garz¨®n "les ha remitido ya a ustedes".
El ministro Abel Matutes, que despach¨® los detalles de la carta el domingo por la tarde con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en el palacio de la Moncloa, se mostr¨® ayer satisfecho por el desenlace de la situaci¨®n. "En la tramitaci¨®n que legalmente le ha correspondido a ese proceso, el Gobierno espa?ol ha perseguido desde el primer momento un doble objetivo: en primer lugar, cumplir meticulosamente su obligaci¨®n de respetar y acatar las decisiones de la justicia espa?ola. Y en segundo lugar, preservar la relaci¨®n bilateral con Chile, que para Espa?a es y ha sido siempre una prioridad absoluta".
Matutes se?al¨® que no ha mantenido contacto alguno con el ministro Straw, al que corresponde, "personal y ¨²nicamente, la decisi¨®n final sobre el proceso de extradici¨®n del senador Pinochet".
Matutes admiti¨® en ocasiones anteriores que el caso Pinochet ha supuesto la peor crisis de la pol¨ªtica exterior espa?ola de los ¨²ltimos cuatro a?os. Desde Santiago, Vald¨¦s confirm¨® haber recibido copia del documento presentado a las autoridades brit¨¢nicas y dijo que ¨¦ste "cumple con el prop¨®sito que el canciller Matutes hab¨ªa trasladado con anterioridad a las autoridades chilenas en el sentido de no recurrir la decisi¨®n de Straw". "El Gobierno chileno est¨¢ satisfecho porque Espa?a est¨¢ cumpliendo", a?adi¨®.
Ni un voto a costa del general
Desde que la noticia de la orden de detenci¨®n contra el general Pinochet estall¨® en plena Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno -Oporto, 1998- la prioridad pol¨ªtica del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha sido que el caso no se convierta en un debate interno de pol¨ªtica espa?ola, con el riesgo de p¨¦rdida de votos para su partido si ¨¦ste se opon¨ªa a las iniciativas del juez Garz¨®n. La aparente neutralidad del Ejecutivo se quebraba en la rotunda oposici¨®n de los fiscales a las iniciativas del magistrado, pero se ve¨ªa reforzada por el silencio pol¨ªtico de La Moncloa, que se ha limitado a repetir la consigna del "respeto estricto a las decisiones de los tribunales". En privado, sin embargo, era manifiesta la irritaci¨®n de Aznar ante una iniciativa judicial que colocaba a Espa?a en una situaci¨®n sin precedentes en el mejor momento de sus relaciones con Latinoam¨¦rica.
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