Caminal dice que hab¨ªa deficiencias en el Liceo, pero que el sistema contra incendios no era una prioridad

"Sab¨ªa que el Liceo ten¨ªa deficiencias, sobre todo a nivel estructural. Las referentes a materia contra incendios no era prioritario resolverlas". As¨ª respondi¨® ayer Josep Caminal, director del Liceo en el momento del siniestro, a una pregunta que le formul¨® la magistrada que juzga el caso por el incendio del teatro en el segundo d¨ªa del juicio. Caminal declar¨® que el Liceo no ten¨ªa jefe de seguridad y que no era necesario que una sola persona asumiera esas competencias. Los 10 testigos que ayer prestaron declaraci¨®n ofrecieron versiones diferentes de los hechos, as¨ª como del contenido de una reuni¨®n entre el director general del teatro y los soldadores realizada horas despu¨¦s del incendio.

Que el Liceo era un edificio de alto riesgo qued¨® ayer muy claro en las declaraciones de los testigos. Caminal asegur¨® que el teatro no era un edificio cuya seguridad estuviera garantizada al cien por cien, pero matiz¨® que "se estaba trabajando en ello". El fiscal insisti¨® en su interrogatorio en averiguar qui¨¦n era el responsable de la seguridad. "El organigrama del Liceo no contemplaba esa figura", declar¨® el que fue director general del teatro hasta el pasado 9 de enero. "Durante las representaciones oper¨ªsticas el jefe de sala se encargaba de la seguridad y avisaba a los bomberos. Con el teatro vac¨ªo de p¨²blico, los jefes de cada departamento ten¨ªan tambi¨¦n competencias en seguridad", a?adi¨®.El fiscal record¨® entonces a Caminal que durante la instrucci¨®n de la causa hab¨ªa declarado que Jos¨¦ Mar¨ªa Floch era el responsable de la seguridad cuando no hab¨ªa p¨²blico. Folch, ex director t¨¦cnico del teatro, y la arquitecta Konstanze M¨¹ller est¨¢n encausados y el fiscal solicita para ellos dos meses de arresto. Caminal indic¨® que supon¨ªa que se hab¨ªa referido a la seguridad del escenario y aclar¨® que ¨¦sa era una competencia "no espec¨ªfica" de Folch.

Especulaci¨®n

Caminal explic¨® que se enter¨® del incendio hacia las 11 horas del 31 de enero de 1994, y que se hallaba en su despacho reunido, que intent¨® acceder a la sala, pero que ¨¦sta estaba llena de humo. El ex director del teatro dijo que desde el lugar en que trabajaban los soldadores era imposible ver la guardamalleta -pieza de adorno que pend¨ªa de forma fija sobre el tel¨®n de terciopelo y en la que estaba colocada la L del logotipo del teatro-, y que entre medio hab¨ªan varias planchas de acero del tel¨®n cortafuegos. Tambi¨¦n explic¨® que cuando las chispas ca¨ªan se col¨® alguna a trav¨¦s de una grieta imperceptible de las planchas de acero para ir a parar al escenario, una hip¨®tesis que avala el informe pericial presentado en esta causa por el Consorcio del Liceo. La juez interrumpi¨® a Caminal para advertirle que no admit¨ªa que especulara sobre los hechos.

Respondiendo a las preguntas del fiscal, Caminal reconoci¨® que horas despu¨¦s del incendio se reuni¨® con los trabajadores del coliseo, entre los que estaban los soldadores, en el Teatro Principal, a pocos metros del Liceo. Neg¨® que indujera a todos ellos a ofrecer una versi¨®n com¨²n de los hechos. "Manifest¨¦ que asum¨ªa las responsabilidades de los hechos, pero que eso no comportaba el reconocimiento de que se hubiera realizado alguna cosa mal y que estaba plenamente convencido de que el Liceo se reconstruir¨ªa", explic¨®.

En sus declaraciones, los dos soldadores, Carmelo Poza y Jes¨²s Bernal, admitieron que hab¨ªan asistido a esa reuni¨®n, pero aseguraron no recondar lo que en ella se hab¨ªa dicho. Sin embargo, Antonio L¨¢zaro, propietario de la empresa L¨¢zaro SL, para la que trabajan los soldadores, asegur¨® que s¨ª recordaba lo que Caminal les dijo. "Nos pregunt¨® quienes ¨¦ramos y tranquiliz¨® a los soldadores, que todav¨ªa estaban conmocionados porque cre¨ªan que morir¨ªan. Despu¨¦s, Caminal nos dijo que si nos preguntaban los periodistas, deb¨ªamos decir lo que ¨¦l hab¨ªa contado a las administraciones, que las causas del incendio eran accidentales y que hab¨ªamos hecho lo que hab¨ªamos podido. Sobre los bomberos nos dijo que, a pesar de que hab¨ªan llegado tarde, no deb¨ªamos hablar mal de ellos, y a?adi¨® que asum¨ªa todas las reponsabilidades".

A preguntas del fiscal, el soldador Carmelo Poza neg¨® que las chispas que ca¨ªan de los trabajos de soldadura hubieran provocado el fuego. Xavier Fabr¨¦, uno de los arquitectos responsables de la reconstrucci¨®n, y Antonio L¨¢zaro coincideron al explicar que exist¨ªa un protocolo de medidas de seguridad cuando se realizaban trabajos de soldadura en el teatro y que consist¨ªan en disponer unas planchas de acero, mantas de amianto y una serie de personas del teatro con extintores que vigilaban.

El fiscal pregunt¨® a Fabr¨¦ si reconoc¨ªa un fragmento de un informe de seguridad firmado por ¨¦l y otros arquitectos y remitido a la direcci¨®n del teatro en septiembre de 1993 y lo ley¨®: "A medida que las obras de reforma se alejan del futuro m¨¢s inmediato, se hacen m¨¢s evidentes los defectos del edificio, y ya no se puede aceptar un funcionamiento normal del teatro sin caer en un grave acto de insensatez y de irresponsabilidad legal". Fabr¨¦ admiti¨® conocerlo y dijo que ese informe se?alaba unas defeciencias del Liceo.