Muere Hedy Lamarr, considerada en su ¨¦poca la "mujer m¨¢s bella"

La actriz norteamericana de origen austriaco Hedy Lamarr fue encontrada ayer sin vida en su casa de Florida. Su carrera arranc¨® en los a?os treinta con una pel¨ªcula que marc¨® su vida, ?xtasis, dirigida por el checo Gustav Machaty. All¨ª, una jovenc¨ªsima actriz llamada Hedy Kiesler, de perturbadora belleza, se mostr¨® ¨ªntegramente desnuda durante largas y delicadas secuencias er¨®ticas. La prensa de la ¨¦poca la consider¨® entonces "la mujer m¨¢s bella".

El esc¨¢ndalo, el anatema y el triunfo universal llegaron de esta forma simult¨¢neamente a la vida y la carrera de Hedy Lamarr -fallecida a los 86 a?os-, cuando todav¨ªa era una muchacha vienesa que desde adolescente forzaba su oficio en los talleres de la escuela del gran Max Reinhardt en Viena y Berl¨ªn. Las dimensiones de aquel primer ¨¦xito fueron colosales, hasta el punto de que poco despu¨¦s, reci¨¦n casada con un potentado traficante de armas, vio c¨®mo las huellas de su triunfo eran borradas por su marido, que compr¨® todas las copias de ?xtasis para destruirlas. Casi lo logr¨®, pero alguien puso a salvo los negativos originales de aquella joya de la etapa final del cine mudo.La carrera de Hedy Lamarr fue interrumpida por la llegada de Hitler al poder. La actriz form¨® parte de la riada de la inteligencia y la belleza centroeuropeas hacia Am¨¦rica, y fue de las que, ya en el otro lado del oc¨¦ano, no necesit¨® carta de presentaci¨®n alguna, pues la leyenda de su belleza desnuda la hab¨ªa precedido.

Se incorpor¨® inmediatamente al cine de Hollywood, donde alcanz¨® no s¨®lo la cumbre de su legendaria hermosura, sino su plena formaci¨®n y pulimento como actriz. No se prodig¨® mucho, pero hizo de todo, aunque parec¨ªa hecha a la medida del gran melodrama y la gran aventura, por lo que su modelo interpretativo oscila entre la solemnidad sentimental de Cenizas de amor (King Vidor) y Noche del alma (Jacques Tourneur) y la alegr¨ªa de vivir de La vida es as¨ª (Victor Fleming) y Fruto dorado (Jack Conway). Esta fort¨ªsima dualidad de su talento y fotogenia convierte a Hedy Lamarr en una actriz de especie rar¨ªsima, capaz de componer un rostro y una respuesta a ese rostro, una identidad y su negaci¨®n, una forma clara de belleza y la conversi¨®n de esta claridad en belleza oscura.