La muerte le impidi¨® saborear su posible rehabilitaci¨®n

La noticia de la muerte de Bettino Craxi cay¨® ayer como un mazazo sobre la clase pol¨ªtica italiana. Senado y C¨¢mara de Diputados suspendieron las respectivas sesiones en se?al de duelo. La muerte repentina ha impedido al ex l¨ªder socialista saborear las mieles de una rehabilitaci¨®n pol¨ªtica que estaba ya en marcha en Italia. Ayer mismo, el Parlamento se hab¨ªa pronunciado a favor de la famosa comisi¨®n de investigaci¨®n encargada de analizar toda la verdad sobre Tangentopoli, el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en el que estaba implicado el ex primer ministro. ?ste otorgaba contratos o daba v¨ªa libre a privatizaciones o fusiones, cobrando comisiones que, seg¨²n sus propias palabras, fueron siempre a parar a las arcas del Partido Socialista Italiano (PSI). Una comisi¨®n que ha tropezado con la firme oposici¨®n del principal partido de la izquierda, los Dem¨®cratas de Izquierda, del primer ministro, Massimo D"Alema. Craxi no neg¨® haber recibido ilegalmente dinero para financiar al PSI, pero insist¨ªa en que era pr¨¢ctica com¨²n entre todas las formaciones pol¨ªticas. Ayer, el l¨ªder radical Marco Pannella, le record¨® bajo este perfil de m¨¢rtir de la pol¨ªtica que le hace, a su juicio, merecedor de un gran monumento. El propio Craxi ha denunciado que la operaci¨®n de Manos Limpias hab¨ªa terminado por favorecer al antiguo PCI (hoy DS).

Los a?os en Hammamet hab¨ªan limado el car¨¢cter orgulloso del antiguo l¨ªder socialista que, recientemente, tuvo la satisfacci¨®n de ver c¨®mo el Tribunal de Apelaci¨®n de Mil¨¢n sentenciaba la prescripci¨®n del delito All Iberian, la sociedad del magnate Silvio Berlusconi, presidente de Forza Italia, a trav¨¦s de la que, presuntamente, llegaron millones de liras al PSI.