'Bip, bip' en los pupitres
Bip, bip: desesperaci¨®n para los profesores, alborozo para los alumnos. Los tel¨¦fonos m¨®viles han irrumpido con fuerza en las aulas de secundaria tras las fiestas de Navidad, cuando se vendieron dos millones de aparatos. El problema es que no siempre permanecen apagados durante las clases. El env¨ªo de mensajes, incluso desde los pupitres, es la nueva moda de los adolescentes.Borja Ruiz tiene 13 a?os y un m¨®vil en la mochila del colegio. Fue el ansiado regalo de Navidad. Ya no envidia la suerte de su hermano mayor, Javier, feliz propietario de port¨¢til desde que ten¨ªa 16 a?os. "Es un flipe. Ahora los ni?os empiezan a tener su tel¨¦fono a los doce o trece a?os", dice el primog¨¦nito de esta familia de clase media madrile?a. "Casi todos mis amigos lo tienen", justifica el peque?o, alumno de 2? de secundaria en un centro privado. "Suponen un gasto, pero tambi¨¦n una tranquilidad", sentencia el padre de los chicos, que cofinancia el prepago de los tel¨¦fonos.
Borja ya ha tenido alg¨²n problema en el colegio por usar el aparato cuando no deb¨ªa. El caso es tan frecuente que los sindicatos han lanzado la voz de alarma. Las federaciones de ense?anza de CC OO y UGT piden que se regule el uso de los m¨®viles en los centros de ense?anza, sobre todo en los de secundaria (que tienen alumnos a partir de 12 a?os).
"No se trata de prohibir que los chicos lleven el tel¨¦fono al colegio, sino de regular un uso correcto", detalla el responsable de Pol¨ªtica Educativa de CC OO, Luis Acevedo. "El problema mayor es el env¨ªo y la recepci¨®n de mensajes", apunta su hom¨®logo de UGT, Jes¨²s Ram¨®n Copa. Y es que esa forma de comunicaci¨®n (mucho m¨¢s barata que la charla) arrasa entre los adolescentes acomodados de zonas urbanas. Los chicos teclean un texto y lo env¨ªan al amigo de turno, en cuyo tel¨¦fono sonar¨¢ un bip bip para anunciar la llegada. A veces, los corresponsales est¨¢n en la misma aula. "Se crean problemas de disciplina con esas interrupciones", matiza Copa. Alg¨²n docente teme que los tel¨¦fonos sirvan para copiar en los ex¨¢menes.
Los sindicatos creen que las autoridades educativas deben tomar cartas en el asunto e incluso promover campa?as informativas para 1los chavales sobre el uso de los port¨¢tiles. La segunda propuesta cae en saco roto tanto en el Ministerio de Fomento como en el de Educaci¨®n, seg¨²n pudo comprobar este peri¨®dico. En este ¨²ltimo departamento (menguado con las transferencias auton¨®micas) recuerdan que la regulaci¨®n de cuestiones como el uso de m¨®viles depende de cada centro. Algunos han dado el paso esta misma semana. Es el caso de los institutos Levante y Garc¨ªa Lorca de Algeciras (C¨¢diz) o el Jorge Manrique (Tres Cantos, Madrid).
Otros se adelantaron, como el ?taca, de Alcorc¨®n (Madrid). "Hace un par de a?os prohibimos tener encendidos en clase tel¨¦fonos m¨®viles o walkman. Es algo que se sanciona. Desde entonces, no hemos tenido ning¨²n problema", explican los responsables del ?taca.
Las prohibiciones no siempre son eficaces. "En mi colegio no nos dejan tener el tel¨¦fono encendido, pero le quitamos el volumen", confiesa Luna, de 15 a?os.
Los padres est¨¢n, en principio, a favor de las restricciones. Pero no tienen constancia de que el fen¨®meno sea tan intenso como denuncian los sindicatos. "Si los alumnos se dedican a mandarse mensajes en clase, no s¨®lo est¨¢n distra¨ªdos, sino que distraen a los dem¨¢s. La prohibici¨®n de tener los aparatos abiertos es una medida l¨®gica para favorecer la convivencia", afirma Carlos Ladr¨®n de Guevara, presidente de la asociaci¨®n laica de padres de alumnos CEAPA. Su hom¨®logo de la asociaci¨®n cat¨®lica CONCAPA, Agust¨ªn Dosil, est¨¢ de acuerdo: "Los m¨®viles no pueden estar encendidos en clase".
Con todo, la pasi¨®n juvenil por el tel¨¦fono no es nueva. "Es un medio important¨ªsimo para los adolescentes, porque les permite comunicarse sin verse cara a cara. Eso facilita contar cosas que no se dir¨ªan delante del otro", explica Josetxu Linaza, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Infancia de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Los m¨®viles ofrecen dos ventajas a?adidas para los chavales: mayor intimidad que el tel¨¦fono familiar y una disponibilidad casi total. "Los padres pueden quejarse del coste, pero al regalar un port¨¢til se aseguran una forma de controlar a sus hijos fuera de casa", concluye.
"A ver cu¨¢ntos funcionan cuando se acabe la tarjeta de Reyes", duda un profesor. Muchos, quiz¨¢, porque la recarga m¨ªnimase ha rebajado a 1.000 pesetas. Las operadoras quieren fidelizar a sus j¨®venes clientes. Aunque para algunos el m¨®vil sea un juguete.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.