El tertuliano SERGI P?MIES
Una de las versiones sobre el origen de la palabra tertuliano sostiene que se llamaba as¨ª a los que, dos siglos atr¨¢s, asist¨ªan al teatro y discut¨ªan y comentaban la funci¨®n con, seg¨²n el diccionario, "una seriedad propia de gente culta". Al parecer, en sus discusiones sol¨ªa aparecer muy a menudo el nombre del escritor latino Tertuliano. Hoy, sin embargo, uno de los m¨¢s citados es probablemente Josep Pla, y un tertuliano es una persona que contribuye a uno de los g¨¦neros m¨¢s vocingleros de la radio. Abundan las tertulias, pero es probable que si, como ocurre en el mundo el cine, se hiciera una votaci¨®n entre los miembros de la fauna tertuliana para elegir al mejor representante del gremio, ganar¨ªa Francesc Sanuy. Su estilo, ameno, cr¨ªtico e informado, cuenta con muchos oyentes que le siguen tanto en sus apariciones radiof¨®nicas (con Bassas en Catalunya R¨¤dio y con Del Olmo y Aparicio en Onda Cero) como televisivas (con Oliver en TV-3). Sus recursos son infinitos. Su memoria, torrencial. Igual te cuenta un chiste en italiano que te analiza la topograf¨ªa religiosa de Uganda. Algunos de los que comparten micr¨®fono con ¨¦l le apodan "l'enciclop¨¨dia" y guardan un acomplejado silencio cuando Sanuy empieza a argumentar sus cr¨ªticas o a sorprender al oyente con alguna an¨¦cdota. "De vez en cuando la gente agradece que el tertuliano confiese que no sabe nada de determinado tema", afirma tras observar que mientras que aqu¨ª las tertulias transcurren en un ambiente de fair-play, en Madrid se lleva la vehemencia y m¨¢s informaci¨®n, "aunque a veces algunos confunden tener m¨¢s informaci¨®n con tener la verdad".?De d¨®nde sale tanta informaci¨®n? De una biograf¨ªa que empieza en 1936 y en la que la curiosidad parece ser la corriente que le lleva a estudiar Derecho -en una universidad que le expulsa por rojo y que le obliga a seguir un periplo acad¨¦mico por Italia, Inglaterra y EE UU- y Econom¨ªa, de la inquietud pol¨ªtica a unos pinitos como abogado laboralista o al conocimiento de pa¨ªses lejanos y al posterior asesoramiento de misiones comerciales...
Su curr¨ªculo parece la suma de los de una familia hiperactiva, y en ¨¦l no faltan los cargos. Adem¨¢s de su etapa de consejero de Comercio y Turismo en el Gobierno de Pujol, fue delegado de la Generalitat en Madrid, director de la Fira de Barcelona y de Construmat, comisario de la Expo y funcionario de la ONU (divisi¨®n ling¨¹¨ªstica, Ginebra), y reactiv¨® el turismo en la crisis de los ochenta convenciendo al sector de la necesidad de convertir Catalu?a en "barrio residencial de Europa". "Nuestra riqueza geogr¨¢fica nos permite pasar, en un par de horas, del paisaje casi vietnamita del delta del Ebro al contorno suizo del valle de Aran pasando por monumentos y una gastronom¨ªa que gusta tanto a un profesor japon¨¦s como a un tornero alem¨¢n".
Sus a?os en la pol¨ªtica tuvieron buenos y malos momentos pero, pese a sus desencuentros, no han minado su amistad con Pujol. Entr¨® en el govern como independiente y m¨¢s tarde solicit¨® el carnet de Converg¨¨ncia ("no se puede dormir durante seis a?os con la misma se?ora y tratarla de usted"). Luego, sin embargo, decidi¨® dimitir de sus cargos y abandonar el partido, en parte para recuperar la independencia y una libertad de expresi¨®n que no duda en exprimir. ?Cu¨¢les son sus fuentes?, le pregunto. "La lectura, pero tambi¨¦n los viajes y los amigos que tengo en todas partes. Practico un sentido de la amistad transversal, de una enorme movilidad social. Compatibilizo excelentes relaciones con un fabricante de pan de Guayaquil o un funcionario del FMI". Sus opiniones interesan a casi todo el mundo (aunque, con iron¨ªa, asegura sentirse "como el viejo hechicero de una tribu; si tus rogativas son atendidas no hay problema, pero si no lo son, tu cuello peligra") y las comparte con amigos periodistas, pol¨ªticos, m¨¦dicos, abogados, jueces o cul¨¦s hartos del nu?ismo. Su apariencia dialogante y una cordialidad que facilita la comunicaci¨®n no quitan contundencia a sus argumentos o afirmaciones contra peajes o servicios tercermundistas. Todo este corpus Sanuy, ampliado y matizado, coincide con el del libro Sis milions d'innocents (menys uns quants espavilats), firmado por un misterioso Col.lectiu J. B. Boix tras el que, seg¨²n el rumor, se esconde Sanuy. ?l lo desmiente. "Admito que soy una fuente de inspiraci¨®n del colectivo y que conozco a algunos de sus miembros", dice. Y a?ade: "Pero a veces tambi¨¦n observo que algunas ideas que expongo por la radio o la tele son utilizadas por partidos y particulares que las hacen suyas". Con lo que puede que en el futuro los tertulianos empiecen a citar a Sanuy en lugar de a Tertuliano. Algo habremos ganado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.