Un antecedente claro
"Cuanto m¨¢s larga es una buena novela, mejor es", suele decir Mario Vargas Llosa para explicar que s¨®lo as¨ª se puede "tocar la realidad de igual a igual".Pero no s¨®lo lo dice, sino que lo hace. Para desmentir la defunci¨®n de la novela anunciada por Eduardo Mendoza, nada mejor que echar un vistazo a la Biblioteca Vargas Llosa, la reuni¨®n de sus relatos y novelas que va publicando Alfaguara y que anda ya llena de novelones, de libros que compiten en ambici¨®n y gordura: son novelas cuyo peso podr¨ªa matar a un hombre, como gusta decir el escritor peruano citando al franc¨¦s Honor¨¦ de Balzac.
Conversaci¨®n en la catedral (725 p¨¢ginas), La casa verde (525) y la reuni¨®n de sus relatos en un solo volumen, corregido y prologado todo con versiones definitivas, son los ¨²ltimos tomos con los que la editorial ha rendido homenaje al escritor hispanoperuano y a sus lectores. Pero tambi¨¦n, como se encarg¨® de recordar Vargas Llosa en la presentaci¨®n, la colecci¨®n resulta un tributo indirecto a sus primeros maestros: a Sartre (que inspir¨® la idea del compromiso pol¨ªtico-novelesco que marc¨® su primera novela, La ciudad y los perros), Faulkner, Flaubert, Joanot Martorell...
Por todo eso, Vargas Llosa se considera un autor "m¨¢s extenso que intenso", de los que prefieren tratar muchos asuntos, usar estilos y recursos diferentes, jugar con la forma y el tiempo... Pero cada ficci¨®n sale de distintas experiencias, mezcla de vida y de lecturas. Y, en el caso de Trujillo, hay un antecedente claro: Conversaci¨®n en la catedral surgi¨® como reacci¨®n a la corrupci¨®n moral de la dictadura del ochenio (1948-1956).
Babelia
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