"Mi sueldo era un abono transporte"

Lima, Maxi, Lawal y Bernardo Djana son cuatro de los cerca de 350 chavales que se entrenan en las divisiones inferiores del Atl¨¦tico. Nacidos en Suram¨¦rica y ?frica, responden al patr¨®n de joven desesperado por convertirse en estrella del f¨²tbol. Fuentes relacionadas con el mercado de futbolistas aseguran que estos chicos que el fiscal Castresana se?ala como "activos ficticios", utilizados por Jes¨²s Gil para saldar una deuda con el Atl¨¦tico de manera fraudulenta, son ejemplos claros de una suerte de tr¨¢fico cada vez m¨¢s com¨²n en Europa: "El 90% de los chicos africanos y suramericanos, est¨¢n desesperados por venir a Europa y se convierten en esclavos al ceder sus derechos a empresas o intermediarios, que luego los pueden vender sin apenas retribuirles".Seg¨²n el director general del Atl¨¦tico, Miguel ?ngel Gil, su padre, Jes¨²s, pag¨® 2.700 millones de pesetas a una empresa holandesa por los cuatro jugadores: "Mi padre no cancel¨® la deuda que ten¨ªa con el Atl¨¦tico cedi¨¦ndole los jugadores, sino que lo hizo traspasando la deuda a la empresa holandesa. Gil los compr¨® por 2.700 y los vendi¨® al Atl¨¦tico por el mismo precio, no hubo beneficio para ¨¦l".

Lawal jugaba un torneo internacional Sub 21 con Nigeria cuando conoci¨® a un agente que le dar¨ªa el salvoconducto hacia el f¨²tbol europeo. "Me fich¨® un holand¨¦s llamado Harold", le dijo ayer al juez. Hoy Lawal entrena con el equipo filial del Atl¨¦tico. Tiene un contrato profesional por cerca de 15 millones de pesetas al a?o y es el que m¨¢s dinero gana de los cuatro. Le siguen el brasile?o Maxi y el senegal¨¦s Lima de 18 a?os, con n¨®mina de profesionales. Los tres entrenan en el Atl¨¦ticoB. El m¨¢s modesto es el angole?o Djana (19), que juega en el Rayo Majadahonda, equipo de la ¨®rbita del Atl¨¦tico. Djana tiene un salario de 50.000 pesetas al mes y el club, en un principio, le pagaba concedi¨¦ndole el "abono transporte" (entre 3.000 y 6.000 pesetas), seg¨²n su declaraci¨®n. Pero, como se defiende Miguel ?ngel Gil, "el salario de los futbolistas y los derechos que se pagan por ellos no tienen relaci¨®n directa".

Seg¨²n la teor¨ªa de Gil, quien se benefici¨® de los 2.740 millones de pesetas que pag¨® por los cuatro habr¨ªa sido la "empresa holandesa". Como explican las fuentes antes citadas, las compa?¨ªas de intermediaci¨®n suelen establecerse en Holanda, al amparo de un r¨¦gimen fiscal favorable. Desde Amsterdam, estos agentes "mueven decenas de jugadores, mandan v¨ªdeos a los clubes, env¨ªan chicos a prueba para que sean valorados y a lo mejor, de 20, sacan dinero por uno".

En Espa?a, adem¨¢s del Atl¨¦tico, otros clubes como el Levante y el Valencia trabajan habitualmente con chicos africanos. Lima, Lawal, Maxi y Djana son una excepci¨®n. La mayor¨ªa de estos jugadores; y la gran parte de los 350 juveniles del Atl¨¦tico, no pertenecen al Atl¨¦tico. Son propiedad de los agentes.