La mitad de los mayores ayuntamientos llevan siete meses rigiendo en minor¨ªa
Quince de los 28 principales ayuntamientos de los tres territorios vascos, entre ellos Bilbao y Vitoria, funcionan con gobiernos municipales en minor¨ªa cuando ya han transcurrido siete meses de su mandato. Esta situaci¨®n es patente en Vizcaya, donde s¨®lo en cinco de los 15 municipios de m¨¢s de 15.000 habitantes existe un equipo de gobierno con mayor¨ªa estable, mientras que en ?lava s¨®lo uno de sus tres municipios de m¨¢s de 9.000 vecinos tiene el apoyo suficiente. Guip¨²zcoa es la provincia m¨¢s estable, con solo tres gobiernos minoritairos en sus 10 mayores localidades.
La inestabilidad pol¨ªtica en Euskadi se da en todos los niveles institucionales. Con un Gobierno vasco y las tres diputaciones funcionando sin mayor¨ªas en sus equipos de gobierno, la situaci¨®n en los 250 municipios no pod¨ªa augurar muchos cambios. De los 28 ayuntamientos m¨¢s significativos (15 en Vizcaya, 10 en Guip¨²zcoa y tres en ?lava), m¨¢s de la mitad (15 en concreto) carecen de un equipo de gobierno que se sustente en una mayor¨ªa absoluta de votos de la corporaci¨®n. S¨®lo Guip¨²zcoa ofrece una situaci¨®n diferente, con gobiernos minoritarios s¨®lo en Zarautz (EA y PNV) y Tolosa (EH), adem¨¢s de Renter¨ªa (PSE e IU), donde el alcalde, el socialista Miguel Buen acaba de negar de forma tajante que haya llegado a un acuerdo con los populares, lo que estos siguen asegurando que es cierto. Vizcaya repite esta situaci¨®n en sus localidades m¨¢s representativas: Bilbao, Barakaldo, Getxo, Portugalete, Santurtzi, Basauri, Galdakao, Leioa, Erandio y Amorebieta. ?lava tiene ejecutivos sin mayor¨ªa en sus dos municipios m¨¢s representativos: Vitoria y Llodio.
Adem¨¢s, los pactos en estos 28 municipios entre las tres formaciones nacionalistas (PNV, EA y EH) s¨®lo se dan en cinco casos, todos en Vizcaya: Basauri, Bermeo, Durango, Balmaseda y Berriz. Las coaliciones entre el PSE y el PP se han circunscrito en estos siete meses a cinco casos: San Sebasti¨¢n, Ir¨²n, ?ibar, Sestao y Trapagaran, adem¨¢s de la pol¨¦mica en Renter¨ªa.
En Vizcaya, donde el PNV afianza su hegemon¨ªa, 71 de los 111 existentes funcionan con una mayor¨ªa absoluta de un ¨²nico partido, aunque, salvo excepciones, se trata de las localidades menores. De esos 71, 53 est¨¢n en manos del PNV (Zalla, Sondika o Mungia, entre otros), siete son de EH (Ondarroa), uno de EA (Truzios), otro del PSE (Ermua) y agrupaciones independientes copan nueve.
Sin oposici¨®n en Bermeo
En los otros 40 se requieren pactos, que s¨®lo en casos contados se han concretado. El m¨¢s ejemplar es Bermeo, donde s¨®lo hay tres partidos en el consistorio (PNV, EA y EH) y han firmado un acuerdo de gobierno conjunto, por lo que no hay ediles en la oposici¨®n.
En cambio, en Elorrio, donde el PNV ten¨ªa el mayor n¨²mero de votos, se ha visto desbancado por EH, que ha pactado con un grupo independiente y se ha hecho con la alcald¨ªa. Esta situaci¨®n ya ha sido criticada en repetidas ocasiones por la direcci¨®n vizca¨ªna del PNV. En Sopuerta, en cambio, un pacto PNV-EA ha otorgado la alcald¨ªa a este ¨²ltimo partido, pese a que un grupo independiente ten¨ªa el mayor n¨²mero de ediles.
El mapa alav¨¦s
En ?lava, el vuelco pol¨ªtico en las principales instituciones ha dejado un ins¨®lito mapa. La provincia, ahora dominada desde la Diputaci¨®n por el PP, sigue pese a todo siendo un feudo del PNV, partido al que est¨¢n afiliados hasta 33 de los 51 alcaldes de la provincia. Si se unen a los cinco de EA, resulta que la coalici¨®n nacionalista gobierna un 75% de los municipios alaveses. Sin embargo, el PNV se ha quedado sin los ayuntamientos m¨¢s grandes. De los seis principales, s¨®lo gobierna en Oy¨®n.
Casi todos los alcaldes han conseguido acuerdos para garantizarse la gobernabilidad. S¨®lo los dos municipios principales siguen en minor¨ªa. En Vitoria, Alfonso Alonso (PP) s¨®lo ha obtenido el apoyo de los dos concejales de UA, con lo que queda en manos del PNV y los socialistas para sacar adelante sus proyectos. Al menos, en materia de vivienda, el mayor problema de la ciudad, ha suscrito un pacto con el PSE. Sin embargo, el PP no ha sido capaz de sacar adelante todav¨ªa sus primeros presupuestos. En Llodio, las siglas dominantes son totalmente distintas. Pablo Gorostiaga (EH) ha vuelto a la alcald¨ªa con la intenci¨®n de cerrar un gobierno nacionalista. Pero el PNV se ha descolgado, de modo que est¨¢ en minor¨ªa, acompa?ado por EA.
El resto de ayuntamientos alaveses m¨¢s importantes tienen una mayor¨ªa s¨®lida gracias al carisma de sus alcaldes. En Amurrio, Pablo Isasi marcha por su cuarta legislatura, pese a la ruptura preelectoral con el PNV por las listas. En Salvatierra, I?aki Beraza, tambi¨¦n de EA y en su cuarto mandato, sigue arrasando con mayor¨ªa absoluta. En la Rioja Alavesa, Alberto Ortega (PNV-EA) y Javier Sampedro (PP) tambi¨¦n obtuvieron en las urnas una representaci¨®n que permite a sus equipos no necesitar otros apoyos. El alcalde de Laguardia, fallecido en la madrugada del viernes, hab¨ªa convertido su municipio en una isla de tradici¨®n conservadora en un entorno claramente peneuvista.
En ?lava, las candidaturas m¨¢s votadas han conseguido la alcald¨ªa en casi todos los ayuntamientos. S¨®lo hay una excepci¨®n: Ribera Baja, donde el PNV super¨® en tres votos al PP y, sin embargo, ¨¦ste se gan¨® el apoyo externo del concejal socialista para llegar a la alcald¨ªa.
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