Gloriosa victoria de los Rams

Los Rams de St. Louis hicieron bueno el pron¨®stico en la Super Bowl XXXIV y derrotaron en la final a los Titans de Tennessee por 23-16. Fr¨ªa estad¨ªstica. Y enga?osa. Lo visto el domingo en el Georgia Dome de Atlanta fue una de las m¨¢s intensas Super Bowl y se dirimi¨® en favor de los Rams por una sola yarda en el ¨²ltimo segundo. Para partidos as¨ª se cre¨® la Super Bowl. Kurt Warner, el quarterback (director del juego) de los Rams remat¨® su extraordinaria ascensi¨®n de chico que llena estanter¨ªas en un supermercado a h¨¦roe deportivo con el t¨ªtulo de mejor jugador.En la NFL hab¨ªa una atm¨®sfera de anticlimax: dos equipos sin personalidad ni historia de la que sentirse orgulloso se convert¨ªan en el centro de la gran fiesta. Nadie qued¨® defraudado. Ram y Titans brindaron un intenso y emocionante partido, con jugadas brillantes y derroche de fuerza, que tras m¨¢s de tres horas de combate estaba empatado a 16. Los Rams de Warner hab¨ªan dominado los dos tiempos de la primera mitad sin conseguir que su control sobre el campo se tradujera en ensayos y puntos. La defensa de los Titans aguantaba s¨®lidamente el ataque del equipo m¨¢s ofensivo de la NFL, que lleg¨® al descanso con 9-0 conseguido con tres tiros a bal¨®n parado. La diferencia se increment¨® a un c¨®modo 16-0 en el tercer tiempo, que confirmaba los augurios. Pero los Titans no s¨®lo no se derrumbaron, sino que espoleados por Steve McNair, el segundo quarterback negro de la historia en jugar una Super Bowl, dieron la vuelta al partido. Con un espl¨¦ndido y decidido ataque -en el que McNair volvio a demostrar su genio deportivo al perfilar la figura de quaterback que no s¨®lo lanza el bal¨®n sino que rompe con su carrera a las defensa contrarias- los Titans empataron a 16 y abrieron una brecha por la que parec¨ªan lanzados hacia el triunfo final. Los Rams se hab¨ªan quedado sin aire.

Para tenerlo todo, y de lo mejor, al partido s¨®lo le faltaba alguna gran jugada de carrera larga y ensayo. Ese momento lleg¨® a un minuto y 54 segundos del final, 18 segundos despu¨¦s de que los Titans hubieran logrado la paridad. Warner lanz¨® la pelota a Isaac Bruce y el delantero galop¨® 73 yardas y puso a los Warner Brothers por delante con 23-16. No quedaba tiempo para nada. Pero el genio de McNair ten¨ªa otra idea. Lanz¨® nueve pases en el ¨²ltimo avance y los Titans se quedaron a una yarda de empatar y quiz¨¢s de lograr la victoria en la pr¨®rroga. Kevin Dyson, abatido por Mike Jones, hizo un desesperado esfuerzo por alargar el brazo y colocar el bal¨®n al otro lado de la raya de gol. Fue in¨²til. El reloj estaba a cero.

Ganadores fueron los Rams, pero el partido tuvo laureles para todos. El m¨¢s generosamente beneficiado de la noche fue Kurt Warner. Antes de empezar la temporada era un an¨®nimo quarterback suplente -que hab¨ªa llegado a los Rams despu¨¦s de vagabundear en Europa y ligas menores- y ahora es la m¨¢s brillante estrella del f¨²tbol americano. En una temporada marcada por el asalto a numerosos r¨¦cords, Warner que bati¨® en la final, con 414 yardas, el r¨¦cord de pases en una Super Bowl. "Kurt Warner es Kurt Warner y no un personaje de cuento", dijo su entrenador Dick Vermeil (63 a?os), el m¨¢s veterano en ganar un Super Bowl. Warner, modesto, replic¨®: "Pod¨¦is creer que es una historia de Hollywood, pero s¨®lo es mi vida".