Nuestro alrededor
A pesar del bajo nivel cultural que presenta Andaluc¨ªa en las encuestas, Sevilla est¨¢ esta temporada plet¨®rica de actividades culturales y en casi todas hay bastante gente, incluso se guarda cola para sacar localidades. Lo que s¨ª nos ocurre a muchos es lo que frecuentemente comentamos sobre los viajes: que nos vamos a descubrir maravillas lejanas sin preocuparnos por conocer nuestro alrededor. A veces, cuando no se trata de la cultura itinerante y temporal, la que se anuncia en los medios, ni nos enteramos de que existe.Por ejemplo: ?qui¨¦n sabe que tenemos una gran escultura de Eva Lootz? Algunos lo supimos hace unos d¨ªas, cuando vino a dar una conferencia en un curso de doctorado de Arquitectura y artes pl¨¢sticas, en la Escuela de Arquitectura. Su conferencia trat¨® de mitolog¨ªa, matriarcado y naturaleza, de la tierra y del lenguaje y escritura de los ¨¢rboles, de m¨²sica, de paisajes sonoros y de c¨®mo es necesario estar pendiente del conjunto para saber cu¨¢ndo hay que dejar las cosas como est¨¢n. Aunque ella tambi¨¦n sabe manipularlas. Entre sus obras hay una mesa de madera alargada con una silla y un plato lleno de arena en cada extremo; ambos platos comienzan con la misma cantidad de arena, pero uno de ellos se vac¨ªa despacio a trav¨¦s de un peque?o orificio.
Eva Lootz ten¨ªa inter¨¦s en ver la escultura de ladrillo, con forma de madeja del escudo de Sevilla, que hizo para la Expo 92 en el Jard¨ªn del Guadalquivir, un lugar que est¨¢ cerrado desde entonces y, quiz¨¢ por eso, por no haber pasado por all¨ª el vandalismo ni la movida, conserva bastante mal los jardines y bastante bien las obras de Stephan Balkenhol, Per Kirkeby, Ettore Spalletti y Lootz. Todo aquello fue una sorpresa para quienes la acompa?amos: el descubrimiento de los jardines y de las esculturas. Lo que no pudimos encontrar fue el zigurat de Anish Kapoor, que la escultora alab¨® y recordaba que estaba cerca del lago.
Dan ganas de ense?ar lo que tenemos, pero se comprende que los presupuestos han de tener sus prioridades. Ser¨¢ cuesti¨®n de recordar y esperar a que llegue el momento de recuperarlo.
BEGO?A MEDINA
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