Las minas diezman a los chechenos que intentan romper el cerco de Grozni
Los campos de minas plantados por las tropas rusas en las v¨ªas de escape de Grozni convierten la retirada de los milicianos que defienden la ciudad en una carnicer¨ªa. Seg¨²n el jefe de las fuerzas federales en la zona, general V¨ªktor Kaz¨¢ntsev, es falso que los rebeldes hayan roto el cerco aunque lo intentan sin cesar, a costa de sufrir numerosas bajas.Seg¨²n Kaz¨¢ntsev, quedan en la capital chechena entre 1.500 y 2.000 combatientes. Da la impresi¨®n de que su capacidad de resistencia se ha reducido a una simple lucha por sobrevivir, despu¨¦s de que sus mandos decidieran que ya no ten¨ªa sentido plantar cara a la m¨¢quina de guerra rusa.
El "repliegue ordenado" (as¨ª lo llaman los portavoces chechenos) pretende reforzar las fuerzas independentistas en las monta?as del sur, desde las que se conf¨ªa en lanzar una guerra de guerrillas que, seg¨²n el gui¨®n del anterior conflicto (1994-1996), les permita reconquistar el terreno perdido.
Escapar de Grozni no es nada f¨¢cil. Los boievik¨ª (combatientes) tienen un nuevo enemigo: las minas. Kaz¨¢ntsev afirmaba ayer que un intento de romper el cerco efectuado la noche anterior por 150 guerrilleros, a trav¨¦s de un terreno minado, termin¨® con la muerte de 70 de ellos. Desde Alj¨¢n Kal¨¢, 10 kil¨®metros al suroeste de Grozni, algunas informaciones hablan de la llegada masiva de milicianos que dan cuenta de las numerosas bajas sufridas a causa de los temibles explosivos subterr¨¢neos.
Falta de acreditaci¨®n
Los militares rusos dejar¨¢n en libertad en las pr¨®ximas horas, con prohibici¨®n expresa de abandonar Mosc¨², a Andr¨¦i Babitski, periodista de la emisora norteamericana Radio Liberty (que emite tambi¨¦n en Rusia), detenido hace dos semanas cuando sal¨ªa de Grozni, seg¨²n confirmaron fuentes de la emisora. Babitski -por cuya suerte se han interesado desde el Defensor del Pueblo hasta Human Rights Watch- estaba retenido, al parecer, en un s¨®tano de Ur¨²s Mart¨¢n, por no poseer la acreditaci¨®n especial del Ministerio de Defensa y por sospechas de colaborar con los "terroristas". El aut¨¦ntico motivo parec¨ªa ser, sin embargo, la irritaci¨®n de los militares por las cr¨®nicas transmitidas por Babitski desde el bando rebelde.
Rusia no quiere testigos de lo que pasa en Grozni, y menos occidentales. Ayer mismo, Giles Whittel, corresponsal del diario brit¨¢nico The Times, fue detenido en Grozni, cerca de la plaza Minutka, tambi¨¦n por carecer de acreditaci¨®n, aunque lleg¨® a Chechenia en un helic¨®ptero militar. Estas "apariciones" en la zona de combate de periodistas sin la documentaci¨®n necesaria "deben ser evitadas", asegur¨® ayer Sergu¨¦i Yastrzhembski, portavoz ruso sobre el conflicto.
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