Un hombre importante
Este Fernando Fern¨¢n-G¨®mez que el ¨²ltimo domingo defendi¨® la palabra como un alimento de ciegos en la Real Academia y que al d¨ªa siguiente entr¨® por su pie en un hospital para curarse de una dolencia grave es un hombre importante, uno de los m¨¢s importantes de este siglo en Espa?a. Por su coraje, legendario, incluso por el malhumor que le genera ese coraje, por su escritura, por su memoria, por su valor profesional como actor y como escritor, por su manera de ser. A su alrededor, estos d¨ªas, de manera espont¨¢nea y tambi¨¦n instant¨¢nea, se ha manifestado en todos los c¨ªrculos, los mezquinos y los generosos, de la vida espa?ola, un clamor extra?o, sentimental y verdadero, que alude a la enfermedad de Fern¨¢n-G¨®mez como se alude a la dolencia de un familiar m¨¢s que cercano.Es natural: le admiran sus compa?eros del cine porque es un hombre exquisito en el trato y en el propio trabajo: es el primero que llega a los rodajes, el que se aprende los guiones como si fuera la primera vez que memoriza, ayuda a superar los defectos de los dem¨¢s, se relaciona con todos como si le fueran a ense?ar algo nuevo, y conserva, en la conversaci¨®n, que es la vida, una capacidad de sorpresa y de profundidad que ya parecen de otro siglo o de otro mundo. Por eso se ha conmocionado el mundo del cine, que es su propio mundo; y en los mundos de alrededor, la gente que va al cine o que lo lee, los que conocen su genio y su mal genio, los que lo han visto conversar en la televisi¨®n o escribir en los peri¨®dicos, los que lo han visto en la pantalla, tambi¨¦n est¨¢n conmovidos. Un d¨ªa, cuando le dieron el premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes, uno de los premios abundantes que en estos ¨²ltimos tiempos le han dado a Fern¨¢n-G¨®mez, alguien se le acerc¨® y le dijo, salud¨¢ndole:
-Usted es un hombre importante.
Fern¨¢n-G¨®mez reaccion¨® con ese desd¨¦n que tiene para s¨ª mismo, movi¨® la cabeza varias veces, dijo que no, que no lo era, y sigui¨® pensando. Se ha pasado la vida pensando, siendo un hombre interior, ajeno, y acaso por eso se ha defendido siempre del tiempo y de la holganza a la que siempre nos lleva el exceso de autoestima: por eso este Picasso del cine ha trabajado tanto, porque no se cree nada de lo que le pasa. A veces los espa?oles tardamos mucho en darnos cuenta de que convivimos con un genio, pero creo que en el caso de Fern¨¢n-G¨®mez ya ¨¦l mismo percibi¨® que el aprecio que se le tiene no es s¨®lo porque sea simp¨¢tico, que tantas veces no lo es.
De las reacciones de estos d¨ªas ante la repentina noticia de la gravedad del nuevo acad¨¦mico hay tres que habr¨ªa que poner en un marco. La primera, evidentemente, la suya, que aguant¨® hasta el d¨ªa en que la Academia marc¨® su ingreso para cumplir con su compromiso antes de ir al hospital, haciendo gala otra vez de la exquisita educaci¨®n con la que Fern¨¢n-G¨®mez se comporta con aquello que ha acordado; adem¨¢s, consciente de que su pel¨ªcula L¨¢zaro corr¨ªa peligro de detenerse, lo dej¨® todo dispuesto y escrito para que los profesionales que le hab¨ªan acompa?ado prosiguieran la aventura que ¨¦l bautiz¨®. La carta a sus colegas es un ejemplo de la concisi¨®n sentimental con la que el nuevo acad¨¦mico se refiere a las cosas que importan.
Y aqu¨ª vienen las otras dos reacciones. Su sustituto en el papel de ciego en L¨¢zaro, Francisco Rabal, explic¨® que por su hermano -as¨ª se llaman ellos; Bu?uel llamaba primo a Rabal- har¨ªa cualquier cosa; son amigos desde la antig¨¹edad y sal¨ªan de noche hasta que el alba era la noche siguiente: en los ¨²ltimos tiempos, cuando le preguntan a Paco Rabal por qu¨¦ no sale ya por las noches, el actor responde: "Porque ya no sale el se?or Fern¨¢n-G¨®mez". Y cuando le preguntan lo mismo a su hermano, ¨¦ste dice: "Porque ya no sale el se?or Rabal". A Rabal lo hacen hoy hijo predilecto de ?guilas, en Murcia, y tampoco saldr¨¢ por la noche.
Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez -y ¨¦sta es la otra reacci¨®n a la noticia- dese¨® que su papel como sustituto en la direcci¨®n de L¨¢zaro durara una semana y no cuatro. Los que conocen a este cineasta t¨ªmido y grandull¨®n que sigue pidiendo permiso para entrar en las habitaciones entreabiertas saben que est¨¢ diciendo con el coraz¨®n lo que todo el mundo siente por este hombre importante que es Fernando Fern¨¢n-G¨®mez.
Babelia
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