Manteniendo el esp¨ªritu del rock and roll

El genu¨ªno esp¨ªritu tradicional del rock'n'roll -volumen, energ¨ªa, visceralidad, ganas de diversi¨®n y desprecio absoluto por las directrices est¨¦ticas de la mayor¨ªa- se mantiene vivo en estas dos formaciones americanas que se est¨¢n cruzando Europa en un autocar (en Espa?a tienen tres fechas), demostrando con ello que en estos tiempos anti-rockeros cuecen habas en todas partes. Zen Guerrilla se presentaron como un vigoroso cuarteto de Filadelfia, capitaneado por un vocalista siempre al borde: el enloquecido, Marcus Durant. Con tres elep¨¦s en el mercado, la banda di¨® una impresionante muestra esc¨¦nica de como combinar el rock de Detroit de los 70 a lo MC5 con el blues m¨¢s salvaje a la manera de Screaming Jay Hawkins. El grupo ofreci¨® un show duro y sin concesiones, a base de m¨²sica que, si se toca a menos volumen, pierde toda su convicci¨®n. Entre las piezas interpretadas, destac¨® la potente recreaci¨®n de Moonage Daydream de Bowie.En cuanto a los cabezas de cartel, Man or Astro-Man? Ofrecieron una buena muestra de su personal visi¨®n espacial del surf-rock instrumental alimentada por una actividad compositora febril -surgieron en el 92 y tienen m¨¢s de 12 elep¨¦s: llegaron a editar un single por semana- y una alucinada visi¨®n del mundo con la tecnolog¨ªa y las estrellas de fondo.

Estos hijos acelerados de Devo deleitaron a la audiencia con un escenario lleno de proyecciones de v¨ªdeo en diversos monitores y su parafernalia ingenuamente futurista. La buena combinaci¨®n entre puro rock de guitarras y efectos y voces electr¨®nicas produjo un sonido interesante, poco visto y muy animado. A decir de quienes los han visto en sus anteriores visitas, la banda acusa cierta desaceleraci¨®n propia de la edad -que les pregunten a los Stones sobre la velocidad que imprimen ahora a sus canciones en directo-, pero esto no fue cortapisa para disfrutar de una buena actuaci¨®n en vivo de estos hombres del espacio venidos de Atlanta.