Grandes apuestas
JOS? MANUEL ALONSO
Los pol¨ªticos suelen ser cobardes. No arriesgan y s¨®lo les mueve la seguridad y por eso sobreviven pese al tiempo y la ineficacia, agazapados en un ¨¢ngulo de la foto con la gente de su partido o con los compa?eros de la oficina correspondiente. L¨®gicamente, estos pol¨ªticos prefieren a los ciudadanos sumisos, ac¨¦falos, nada exigentes. Durante unos a?os, por fortuna, tuvimos en nuestra comunidad algunos pol¨ªticos at¨ªpicos que se arriesgaron apostando por el futuro y aguantando la cr¨ªtica de sus propios compa?eros que les acusaban de arriesgar demasiado, y de los ciudadanos que no lo ve¨ªan claro y les exig¨ªan resultados.
Esos pol¨ªticos consiguieron que se hicieran grandes obras con idea de transformar las ciudades en el terreno cultural, precisamente donde es m¨¢s f¨¢cil la demagogia, la cr¨ªtica y los c¨¢nticos conservadores. Lo hizo as¨ª el alcalde Cuerda, en Vitoria, con los centros c¨ªvicos y el Palacio de Europa, con una caracter¨ªstica: su modestia. No pidi¨® ayuda a ninguna otra instituci¨®n. Lo hicieron despu¨¦s las diputaciones de Vizcaya y Guipuzcoa, junto al Gobierno vasco, y lo hizo el Ayuntamiento de Bilbao y tambi¨¦n el de San Sebasti¨¢n. Y as¨ª se lanzaron a la construcci¨®n del Guggenheim, y a los palacios de congresos Euskalduna y Kursaal. En las tres ciudades hubo otra serie de obras importantes, aunque menores, todas ellas con la pretensi¨®n de apostar por el futuro. En la mayor¨ªa de los casos, la apuesta est¨¢ saliendo bien. Sin ir m¨¢s lejos, esta semana hemos conocido los datos favorables de un a?o del Kursaal.
Pero eso no basta. Si se quiere rentabilizar la inversi¨®n no se puede bajar la guardia en ofertas y actividades. Y otro aspecto de inter¨¦s: en cada una de las nuevas sociedades habr¨¢ que hacer un seguimiento y mantenimiento exhaustivo. Los palacios de congresos est¨¢n obligados a competir a nivel internacional y a compartir esos nuevos grandes espacios con otros que dieron inmejorables resultados. Ejemplos: Euskalduna con la Feria de Muestras, o el Kursaal con el Palacio de Miramar.
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