40.000 enfermos rechazaron en 1999 la oferta del Insalud de operarse en centros concertados

Los pacientes madrile?os pendientes de entrar en el quir¨®fano prefieren esperar el tiempo que sea preciso con tal de que les operen en sus hospitales p¨²blicos de referencia, y no en las cl¨ªnicas con las que el Insalud posee un concierto para aliviar la lista de espera quir¨²rgica. En 1999, el Insalud ofreci¨® a 60.000 enfermos madrile?os la posibilidad de operarse en un centro concertado, pero s¨®lo 20.000 de ellos aceptaron el ofrecimiento; los 40.000 restantes optaron por esperar a que les llegase el turno en el hospital p¨²blico de su ¨¢rea. Carmen L¨®pez, responsable de UGT en el hospital Ram¨®n y Cajal, asegura que a muchos pacientes se les presiona para que se operen en centros concertados.

El director territorial del Insalud, Albino Navarro, niega contundentemente que haya ning¨²n tipo de coacci¨®n y que los usuarios que rechacen la oferta de operarse en centros concertados pierdan la antig¨¹edad. "Es una opci¨®n voluntaria", recalca. El a?o pasado, se?ala Navarro, el Insalud ofreci¨® a 60.000 pacientes madrile?os la posibilidad de ser derivados a centros concertados, pero 40.000 se negaron y, como es l¨®gico, fueron intervenidos en sus hospitales de ¨¢rea. Navarro destaca que el desv¨ªo de pacientes a cl¨ªnicas privadas concertadas se ha reducido progresivamente en los ¨²ltimos tres a?os. En 1997, el Insalud desvi¨® a cl¨ªnicas no p¨²blicas la intervenci¨®n quir¨²rgica de 5.127 enfermos madrile?os; en el a?o 1998, la cifra fue de 4.430, y en 1999, se elev¨® a 3.698 pacientes, seg¨²n datos facilitados por Navarro. "Como se ve, cada a?o operamos menos enfermos en los centros concertados; y la cifra se reducir¨¢ a¨²n m¨¢s este a?o", agrega.

Centros privados

Por tanto, s¨®lo 3.698 de los 20.000 pacientes que aceptaron la oferta del Insalud fueron operados en cl¨ªnicas privadas. El resto lo fueron en hospitales p¨²blicos. "Existen conciertos con los hospitales de la Cruz Roja, Santa Cristina y con el Carlos III, todos ellos p¨²blicos", destaca Navarro. Entre los hospitales privados con los que el Insalud mantiene un concierto para intervenir las patolog¨ªas m¨¢s comunes figuran la cl¨ªnica Sear, La Zarzuela, Nuestra Se?ora de Am¨¦rica o el Ruber, entre otros.

Los conciertos se establecen en funci¨®n de la demanda asistencial que calcula el Insalud y con vistas a cumplir los objetivos de aminorar la lista de espera. El Insalud paga por cada intervenci¨®n quir¨²rgica un precio convenido y exige a las cl¨ªnicas que cumplan determinados requisitos asistenciales y que garanticen un correcto tratamiento, afirma Navarro.

Carmen L¨®pez, responsable de UGT del Ram¨®n y Cajal, conocido como el Piramid¨®n, sostiene que "s¨ª hay presiones contra los enfermos" que se niegan a ir a las cl¨ªnicas concertadas. Por un lado, asegura, "se dice a los enfermos que la espera ser¨¢ m¨¢s corta si aceptan ir a una de las cl¨ªnicas concertadas, y, por otro, se les coacciona para que lo hagan bajo la amenaza de perder la antig¨¹edad en la lista de espera de su hospital de referencia. Eso es as¨ª", asevera.

L¨®pez afirma que la calidad de la atenci¨®n en los centros concertados "es bastante peor que en los p¨²blicos; por eso mucha gente se niega a ir a ellos, pese a que eso implique la p¨¦rdida de la antig¨¹edad. De hecho", a?ade, " ni los que trabajamos en el Piramid¨®n ni nuestros amigos ni familiares aceptan nunca irse a esos centros para operarse".

Un traumat¨®logo de un hospital, que prefiere guardar el anonimato, asegura que, en concreto en el ¨¢rea de traumatolog¨ªa, las pr¨®tesis que se implantan en la Seguridad Social son de mayor calidad que las que se ponen en los centros concertados. "Las otras son m¨¢s baratas, y eso lo vemos cuando vienen a revisi¨®n". Estos medios lamentan tambi¨¦n que las cl¨ªnicas concertadas, una vez hecha la intervenci¨®n, se desestiendan del enfermo y tengan que ser los hospitales de referencia los que efect¨²en el seguimiento. En los contratos del Insalud con estos centros se les obliga a atender todas las complicaciones que puedan surgir derivadas de la intervenci¨®n hasta que se d¨¦ el alta al paciente o quede resuelta la complicaci¨®n, subraya el director territorial del Insalud.

En 1999, la demora media para entrar en el quir¨®fano en los hospitales madrile?os del Insalud se situ¨® en 57 d¨ªas, y nadie, seg¨²n Navarro, tuvo que esperar m¨¢s de seis meses para entrar en el quir¨®fano. Y la previsi¨®n para finales de 2000 es reducir a 55 d¨ªas esa media y que ning¨²n paciente espere m¨¢s de cinco meses.