Cerebrito

Ningun pol¨ªtico, ning¨²n pedagogo, ning¨²n periodista, ning¨²n cura, librero, editor, escritor, antrop¨®logo o psicoanalista deber¨ªa desconocer el informe de la SGAE Sobre h¨¢bitos de consumo cultural. Es el mejor y m¨¢s fiable estudio que se ha llevado a cabo en Espa?a sobre el asunto. Como su t¨ªtulo indica, los datos se refieren al "consumo", es decir, al gasto. Saber cu¨¢nto est¨¢n dispuestos a pagar los espa?oles para que no se les pudra el seso da una idea bastante exacta del tama?o de nuestro cerebro y la voluntad de conocimiento que posee este pa¨ªs tan divertido.Se ha difundido con esc¨¢ndalo que la mitad de los espa?oles ni ha le¨ªdo un libro ni tiene intenci¨®n de hacerlo. Es interesante a?adir que entre los hombres esa cifra ha crecido. En 1997 eran analfabetos funcionales el 49,1% de la poblaci¨®n viril, pero en 1998 sumaban el 53,7%. Seguramente, hoy ya andamos por el 60%. Un ¨¦xito colosal del Ministerio de Educaci¨®n. Por fortuna, las mujeres cada vez leen m¨¢s (un 6,2% m¨¢s). Es el segmento m¨¢s inteligente de la poblaci¨®n y el m¨¢s decidido a no morir idiota, como demuestran los chistes de Forges.

Habr¨¢ quien se consuele con esa minor¨ªa de la poblaci¨®n que lee, pero de ellos el 64% confiesa tener en casa menos de 100 libros. Lo cual indica no s¨®lo lo esmirriado del parque lector sino la ausencia de herencia. De manera que leer, lo que se dice leer, aqu¨ª no lee ni un 5%. El dato lo confirma la respuesta a la pregunta "?cu¨¢ndo compr¨® un libro por ¨²ltima vez?". El 61% lo compr¨® hace m¨¢s de un a?o. Otro ¨¦xito del Ministerio de Cultura. Y no se confundan, el grupo m¨¢s numeroso de "lectores" que s¨®lo compra un libro al a?o no se encuentra en una regi¨®n pobre y atrasada sino en Baleares (68,8%), la m¨¢s rica del pa¨ªs. Deber¨ªan incluir el dato en sus folletos tur¨ªsticos.

Bien est¨¢ que el Gobierno proyecte invertir billones en Internet. O que les regalen m¨¢s billones a las compa?¨ªas el¨¦ctricas para que sigan disfrutando de nuestras facturas. Porque ese es el modelo de ciudadano que ha decidido crear la administraci¨®n, algo as¨ª como una bombilla con patas. O sea, un bicho que se enciende y se apaga d¨¢ndole a un interruptor. ?Es tan c¨®modo!