El antisemitismo rebrota en Polonia por el odio entre dos hinchadas
Polonia, 40 a?os despu¨¦s. La guerra entre los aficionados de los clubes de f¨²tbol Widzew y LKS, ambos de Lodz, ha resucitado el antisemitismo en esta ciudad, cuyas calles se encuentran cubiertas de pintadas contra los jud¨ªos. Las autoridades municipales han admitido que la situaci¨®n es vergonzosa y han prometido que combatir¨¢n con todos los medios este rebrote de una parte de la historia m¨¢s oscura del pa¨ªs. De momento, ya han montado puestos de vigilancia junto a las sinagogas para que sus muros no sean ensuciados m¨¢s con consignas como: "Los jud¨ªos a las c¨¢maras de gas", "Hitler, te a?oramos".La calle que lleva el nombre de Kilinski, un zapatero patriota que se sublev¨® en 1830 en Varsovia contra los zares, parte Lodz en dos zonas: la de Israel, donde tiene su sede el Widzew, y el resto, donde est¨¢n las instalaciones del LKS. A los aficionados y jugadores del Widzew sus adversarios les han puesto el apodo de Patillas largas, en alusi¨®n a las que llevan los jud¨ªos ortodoxos.
El diario Gazeta Wyborcza ha denunciado que en Lodz se ha producido un rebrote de antisemitismo al margen de la guerra entre los gamberros aficionados al f¨²tbol. Pero ellos son los protagonistas. Bogdan, uno de esos hinchas citados por el diario, afirma que la estrella de David se ha convertido en un arma con la que se marca todo lo que pertenece al "enemigo". Los vecinos de Lodz a?aden que empezaron la guerra los aficionados del LKS, que se inventaron una canci¨®n que dec¨ªa "Widzew es una aldea jud¨ªa" a la que los hinchas del Widzew respondieron: "LKS igual a SS".
En los estadios de los dos clubes los hinchas venden sus peri¨®dicos con fotos del contrario y art¨ªculos en los que se dice, por ejemplo: "Si el Widzew tiene aficionados en toda Polonia es porque en toda Polonia hay jud¨ªos que, por desgracia, no fueron exterminados por los hitlerianos". Para contestar, un aficionado del Widzew se?ala: "Aguantamos con paciencia tres a?os hasta que decidimos emplear los mismos m¨¦todos que los aficionados del LKS y tambi¨¦n nos pusimos a pintar consignas antisemitas relacionadas con ese club. Y lo seguiremos haciendo mientras ellos lo hagan, porque no estamos dispuestos a perder la guerra de las pintadas".
Se suman los pol¨ªticos
A la guerra de los gamberros han empezado a sumarse pol¨ªticos y organizaciones juveniles de la extrema derecha, como el Renacimiento Nacional de Polonia, que hacen acto de presencia en los partidos con banderas de la Alemania hitleriana y otros s¨ªmbolos del nazismo y tambi¨¦n firman las pintadas con sus emblemas. El fen¨®meno es tan inquietante que numerosos ciudadanos israel¨ªes, como Abrah¨¢n Zelig, han dirigido llamamientos a los habitantes de Lodz pidi¨¦ndoles que no se dejen arrastrar por el antisemitismo.
Piotr Goldstein, presidente de la Uni¨®n de Estudiantes Jud¨ªos de Lodz, se enorgullece de que su organizaci¨®n haya conseguido un gran ¨¦xito en la dif¨ªcil tarea de convencer a los jud¨ªos de Israel y de la di¨¢spora de que el antisemitismo en Polonia era mucho menor que el que se pensaba. Hoy Goldstein y sus colegas se sienten muy abatidos. "Cuando llega alguien del extranjero, los j¨®venes jud¨ªos no saben c¨®mo conducirlo por las calles de la ciudad hasta la sede de nuestra comunidad jud¨ªa, sin que se sienta, por culpa de las pintadas, en el pa¨ªs del antisemitismo m¨¢s violento y totalitario", dice Goldstein.
Symcha Keller, secretario de la comunidad jud¨ªa de Lodz, afirma que no le tiene miedo alguno a los aficionados, porque son gente que no sienten lo que dicen y con la que se puede llegar a un acuerdo. "S¨ª temo a los cabezas rapadas, a los neofascistas del Renacimiento Nacional de Polonia que nos ha amenazado varias veces con darnos una lecci¨®n", dice Keller.
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