Por la puerta trasera
La p¨ªldora abortiva ya est¨¢ disponible en Espa?a. Este f¨¢rmaco re¨²ne la paradoja de haber sido recomendado por la OMS, de estar suficientemente probado desde hace veinte a?os y, sin embargo, de no llegar m¨¢s que a un m¨ªnimo porcentaje de mujeres de todo el mundo. Las cuestiones ideol¨®gicas han supuesto para este f¨¢rmaco un obst¨¢culo insalvable s¨®lo sorteado en algunos pa¨ªses. El Parlamento, con el voto del PP, aprob¨® en 1997 impulsar el uso en Espa?a de la RU-486. Que tanta lentitud no se debe a cuestiones m¨¦dicas lo demuestra que mientras tanto hayan superado todas las barreras burocr¨¢ticas medicamentos mucho m¨¢s nuevos o de discutible eficacia.Pero la p¨ªldora llega por la puerta de atr¨¢s. El 95% de los abortos legales en Espa?a se realizan en la sanidad privada, por lo que es previsible que la RU-486 se dispense b¨¢sicamente en esas cl¨ªnicas acreditadas; pero ni siquiera en todas. Sanidad ha impuesto unos requisitos que muchas no cumplen, aunque ¨¦stos no son imprescindibles para practicar abortos quir¨²rgicos, m¨¢s complicados. Los hospitales p¨²blicos de todas las comunidades, excepto en Navarra y La Rioja, han pedido la p¨ªldora para su farmacia. Pocos, sin embargo, la van a utilizar, ya que la objeci¨®n de conciencia de sus m¨¦dicos lo impide. La libertad de conciencia del m¨¦dico est¨¢ garantizada, pero no falta raz¨®n a quienes reclaman una oportuna regulaci¨®n. ?Son realmente objetores todos los ginec¨®logos en todos los hospitales p¨²blicos de la Comunidad Valenciana? ?O en los de Castilla y Le¨®n o Extremadura? ?Qui¨¦n decide en un centro p¨²blico que su servicio de tocoginecolog¨ªa no practica abortos?
Las estad¨ªsticas sobre abortos legales demuestran que son las mujeres m¨¢s j¨®venes las que interrumpen su embarazo. Los j¨®venes apenas utilizan m¨¦todos anticonceptivos seguros, peregrinan en busca de la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s o, en ¨²ltimo extremo, abortan en cl¨ªnica privada. La llegada de la RU-486 es un paso adelante, pero su dispensa deber¨ªa simultanearse con una pol¨ªtica capaz de abordar sin hipocres¨ªas los problemas de la sociedad en este terreno.
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