Un ejemplo
Una vez remansadas las aguas del triunfo de Solas, se pueden vadear mejor las reflexiones sobre esa pel¨ªcula ejemplar. Hay muchas maneras de acceder en este caso a una opini¨®n pertinente. Pero yo voy a centrarme ahora en la m¨¢s llamativa y, probablemente, en la menos ponderada al norte de Despe?aperros, pero que ya ha merecido entre nosotros alg¨²n que otro agradecido y oportuno comentario. Me refiero en concreto a la limpia noci¨®n de Andaluc¨ªa que comparece en esa pel¨ªcula y que constituye, a mi entender, una de sus m¨¢s netas y operativas lecciones. Y eso ocurre, adem¨¢s, sin que el espectador lo asimile de forma demasiado inmediata o directa, sino a trav¨¦s de una simple y paulatina identificaci¨®n con los intachables designios dial¨¦cticos de Benito Zambrano.Al margen de sus notorias calidades art¨ªsticas y de su palmaria solidez t¨¦cnica, al margen tambi¨¦n de la memorable labor de los actores, Solas viene a ser la contrapartida, como tal pel¨ªcula hecha en Andaluc¨ªa, de todas las precedentes pel¨ªculas realizadas en Andaluc¨ªa. Ya lo se?alaba F¨¦lix Bay¨®n en su columna, a prop¨®sito de los tres ejes sobre los que, seg¨²n ¨¦l, ha girado el cine andaluz: "Lorca y lo lorquiano, lo taurino-racial y el folklore-musical". Cierto. Incluso me permitir¨ªa a?adir que la supercher¨ªa ha contaminado tambi¨¦n a quienes han pretendido enaltecer el rango m¨¢s enga?oso y trivial de nuestros inveterados t¨®picos costumbristas. Pr¨¢cticamente todos los exponentes de ese cine -y de ese teatro- se han centrado en la nefasta tarea de reiterar lo que, siendo lo m¨¢s divulgado, es tambi¨¦n lo m¨¢s falsamente andaluz: el pseudoflamenco, el gracejo rampl¨®n, las pretenciosas faramallas populistas, toda esa quincalla meridional a que se refer¨ªa Ortega.
Resulta innegable que Solas es una pel¨ªcula cuya acci¨®n se desarrolla en Andaluc¨ªa. El clima social, el habla, los escenarios de la vida cotidiana, los tr¨¢mites psicol¨®gicos, todo remite a una realidad f¨ªsica y humana consecuentemente andaluza. Pero jam¨¢s se dice, en ning¨²n momento el director -el guionista- ha necesitado recurrir a la menor referencia expresiva para recalcar esa localizaci¨®n. Ni siquiera se insin¨²a a este respecto un atisbo musical, una ocurrencia accesoria, una pista: s¨®lo la fon¨¦tica sirve de inevitable indicativo geogr¨¢fico. Lo que pasa es lo que pasa, la dramaturgia carece de nacionalidad, no importa d¨®nde se manifeste. Qu¨¦ distancia magn¨ªfica entre esa versi¨®n de la vida andaluza por dentro y las externas mixtificaciones al uso.
Se ha dicho tanto que conviene repetirlo: si se sondea en lo local se llega a lo universal. Benito Zambrano se ha asomado a una hondonada moral de su propia tierra y ha encontrado un mundo verdadero. Por Lebrija tambi¨¦n discurre la historia cabal del cine. Ignoro c¨®mo se desarroll¨® el festejo de los premios Goya, pero me imagino que el director de Solas se sentir¨ªa un poco en los extrarradios de esos rifirrafes. Le¨ª adem¨¢s en este peri¨®dico una honrada declaraci¨®n suya: confes¨® que, en lugar de cantarle al pr¨ªncipe Felipe -como hizo Almod¨®var- esa perla de sal¨®n yanqui llamada Cumplea?os feliz, le hubiese gustado decir: "Salud y Rep¨²blica, hermano".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.