Independencia y pol¨ªticas JOAQU?N ARA?JO
Los divorcios el d¨ªa de la boda siempre evidencian que algo no estaba suficientemente cimentado. Al tiempo que se renuncia a superar la eterna dualidad del humano. Las excepcionales alianzas paritarias, unos pocos matrimonios y algunas amistades, son las ¨²nicas oportunidades de basar nuestras relaciones en algo no injusto o desequilibrado. El empate, el sosegante nadie pierde nadie gana es raro. Pero todav¨ªa m¨¢s el que dos partes de una relaci¨®n ganen o pierdan al mismo tiempo. Pero acabamos de contemplar un caso de esto ¨²ltimo.Todos han, hemos, perdido algo con el aborto de despegue que ha supuesto la rauda despedida de Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce en el mismo instante de su llegada a la presidencia de Greenpeace Internacional. Sin el consuelo, como sucede cuando los aviones renuncian a volar en el ¨²ltimo momento, de que tal maniobra haya servido para evitar un accidente. En este caso el accidente ha sido el querer que no lo hubiera.
Porque pierde el eurodiputado y pierde la organizaci¨®n ecologista. Perdemos, los dem¨¢s, una clara oportunidad de completar una trayectoria de empe?os por mejorar la salud de la paz, de la naturaleza y de las relaciones entre los pueblos y las culturas.
Incluso se han dado algunas zancadas hacia atr¨¢s en lo que a la apreciaci¨®n p¨²blica de Greenpeace y de Mendiluce se refiere. Es m¨¢s, como tambi¨¦n sucede siempre en las rupturas, hemos tenido que escuchar, desgraciadamente, algunas infundadas descalificaciones de cada una de las partes hacia la otra. ?L¨¢stima!
En cualquier caso y dada la f¨¢cil tendencia a reconocer la miop¨ªa en los dem¨¢s y muy poco la ceguera propia, es conveniente recordar el para m¨ª indudable valor que tiene la independencia pol¨ªtica, algo que parad¨®jicamente comparten el eurodiputado y la organizaci¨®n ecologista y que a¨²n as¨ª les ha llevado al desencuentro por mucho que se afirme que seguir¨¢n colaborando.
Eso s¨ª, son independencias con diferente matiz. Mendiluce lo es en relaci¨®n a la militancia en un partido concreto, pero se sirve y es usado por uno para llevar sus conciencias a la esfera p¨²blica. Greenpeace lo es de una forma todav¨ªa m¨¢s radical, pero sin renunciar en instante alguno a la presencia en lo p¨²blico y a la traslaci¨®n de sus propuestas a las leyes, algo que s¨®lo pueden hacer los pol¨ªticos de partido, a los que precisamente por eso respetan. Ambos pues hacen pol¨ªtica, de intensidad y calidad muy superior a la que se inserta en las servidumbres abrumantes que conlleva la b¨²squeda o mantenimiento del poder. Que las asociaciones y pol¨ªticos independientes procuran sirva m¨¢s para mejorar, crear y transformar que para ser un fin en s¨ª mismo como demasiadas veces ha quedado demostrado.
Las ONG en l¨ªneas generales, y las ecologistas en particular, son tanto o m¨¢s pol¨ªticas que los partidos. Tienen m¨¢s tiempo para hacer trabajo p¨²blico porque no gastan sus intereses ni sus recursos en llegar a ser otra cosa de lo que son. No deben dilapidar ingentes esfuerzos en atacar -la violencia es tambi¨¦n verbal- a un enemigo que se les parece en el af¨¢n por gobernar. Pretenden que sus inquietudes se transformen en debates, leyes y reglamentos. Pero su trabajo est¨¢ tambi¨¦n en el campo de lo ¨¦tico. Son sus talantes, sus formas de estar y de solidarizarse, las que se yerguen como sugerencias para comportamientos m¨¢s compartidos. Y eso no es en absoluto, insisto, apol¨ªtico. Mucho menos a¨²n cuando se consigue, como lo ha hecho Greenpeace, la independencia econ¨®mica, la autosuficiencia para no caer en la tentaci¨®n, no ya de corromperse, como tantos partidos, ni siquiera de recurrir a unos patrocinios o subvenciones que invariablemente son regalos que pasan la factura de exigir la reducci¨®n de sus anhelos. Pero si algo es realmente relevante de la independencia es que es lo m¨¢s cercano que se conoce a la libertad y a la paz. La condici¨®n de libre y de pac¨ªfico sigue siendo el primer objetivo de la pol¨ªtica de verdad. Por eso los partidos al uso a menudo extrav¨ªan sus propios objetivos al no comprender que necesitan a los independientes, ¨¦sos que est¨¢n cerca de lo que ellos tambi¨¦n consideraron alguna vez como crucial.
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