El director espa?ol presenta una historia violenta y tuberculosa de la Mallorca anterior al turismo
Agust¨ª Villaronga vino ayer a Berl¨ªn con una gu¨ªa de Mallorca bajo el brazo muy distinta a la de los textos tur¨ªsticos que venden en Alemania y que atraen a tantos teutones hacia esa isla del Mediterr¨¢neo. La Mallorca de El mar plasmada por este director balear salpica sangre y tuberculosis y sobrevive al trauma de la guerra civil entre la violencia y la sombra vigilante de la Iglesia.Villaronga, que lleva tras de s¨ª el estigma de director maldito, ha aunado en esta pel¨ªcula -la ¨²nica espa?ola a concurso en esta 50? Berlinale- su estilo personal, gotas de suspense y un cuidado extremo por los actores. "Los personajes son los que construyen la historia, lo dem¨¢s es secundario", coment¨® Villaronga, t¨ªmido, retra¨ªdo y con los pelos revueltos, en la rueda de prensa posterior a la proyecci¨®n matinal. Le acompa?aban ?ngela Molina y los j¨®venes actores desconocidos que participan en El mar: Antonia Torrens, Roger Casamajor y Bruno Bergonzini.
Molina, que el pasado a?o fue presidenta del jurado de la Berlinale, lleg¨® ayer a la capital alemana para, seg¨²n ella, "ver la pel¨ªcula con mis compa?eros". "Es la primera vez que la veo y necesito tiempo para pensar en ella porque es una historia muy fuerte. Ahora necesito sufrirla y disfrutarla", asegur¨®, "para darle parte de m¨ª, porque ella ha sido ya muy generosa conmigo".
La atm¨®sfera de El mar, situada en la Mallorca previa al boom tur¨ªstico, est¨¢ basada en una novela de Blai Bonet, que sit¨²a la historia en un sanatorio de tuberculosos. Entre los presentes se comentaba que hab¨ªa sido, hasta ahora, uno de los filmes m¨¢s violentos de contenido vistos en la Berlinale. "Me gusta mostrar la vida como es, pero estoy en contra de la violencia gratuita. Quiero ense?ar la violencia como parte de la realidad porque es lo que m¨¢s rechazo provoca", dijo Villaronga.
El autor de El ni?o y la luna y Tras el cristal, su primera pel¨ªcula, que tambi¨¦n compiti¨® en Berl¨ªn en 1985, asegur¨® que espera no volver a pasar siete a?os sin trabajar, como le pas¨® tras su deb¨². "Es duro vivir as¨ª un d¨ªa tras otro, pero mis pel¨ªculas no son f¨¢ciles de apoyar porque son muy arriesgadas para algunos productores. Y lo entiendo", dijo.
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