Sabios
La semana pasada, Antonio Dom¨ªnguez Ortiz abri¨® un ciclo de conferencias sobre Carlos V en El Alc¨¢zar. Perfectamente estructurado el discurso. Con unas leves notas y una oratoria sin pretensiones, casi familiar, como si estuvi¨¦ramos sentados alrededor de una camilla, nos cont¨® la Espa?a que encontr¨® el emperador a su llegada, la que dej¨® a su hijo y la que pensaban los europeos, sin olvidar su paso por Sevilla, donde se andalucea y parece traer la suerte tan necesaria tras a?os de terribles epidemias, hambre y pobreza.Nos cont¨® muchas m¨¢s cosas que parecieron pocas por lo ameno y por lo interesante. Aunque para interesante, el propio don Antonio, tan serio y austero, comedido, de gris indumentaria, sin la menor concesi¨®n a la galer¨ªa. S¨®lo le faltaba la mascota, tambi¨¦n gris, de Antonio Machado, otro sevillano con esa misma imagen de sabio andaluz nada t¨ªpica, tan de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza. En la misma l¨ªnea tambi¨¦n don Diego Angulo y don Juan de Mata Carriazo, cuyos alumnos, seg¨²n he o¨ªdo contar, se pon¨ªan en pie cuando entraba en clase. Y otros que habr¨¢ cuyos nombres no se me ocurren o no conozco, pero estoy segura que no son muchos. Por eso nos chocan, porque son raros de puro estupendos.
Dicen que el cerebro humano ha cambiado mucho desde el homo sapiens hasta nuestros d¨ªas, y que a¨²n le queda mucho camino por recorrer. Como parece ser que el medio ambiente y el aprendizaje durante la infancia tiene mucho que ver con esas modificaciones funcionales, a estas alturas ya deber¨ªamos saber el mejor m¨¦todo de estimular esa sabidur¨ªa profunda que sabemos que existe y prodigarlo por doquier. Como una inversi¨®n ¨²til y fruct¨ªfera. ?O no es as¨ª?
Pues no est¨¢ tan clara esa utilidad. O al menos no est¨¢ nada claro el lugar que ocupa, seg¨²n el criterio que existe, en el orden de utilidades. Y adem¨¢s necesitamos cerebros de otros muchos tipos: bajos en coeficiente de inteligencia que obedezcan sin rechistar, graciosos que nos hagan re¨ªr, famosos con quienes so?ar, deportistas a quienes idolatrar... Total, que no nos sirve de mucho tanto conocimiento porque todo se queda tal como est¨¢, tal como puede estar. Y lo dem¨¢s no pasa de ser una idea rom¨¢ntica.
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