Tragedia alemana

La crisis de la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica alemana (CDU) se ha convertido en una tragedia nacional. El vertiginoso proceso de desprestigio de toda la direcci¨®n, cuyo ¨²ltimo episodio ha sido la dimisi¨®n del presidente del partido y heredero pol¨ªtico de Kohl, Wolfgang Sch?uble, est¨¢ arrasando la credibilidad de la Rep¨²blica Federal ante sus ciudadanos y provocando la mayor crisis de lealtad constitucional de muchos electores alemanes desde el final de la Segunda Guerra Mundial.La Alemania actual es inexplicable sin el ¨¦xito hist¨®rico que supuso la unificaci¨®n de la derecha alemana en su lealtad a los principios democr¨¢ticos. La fragmentaci¨®n de esta derecha, de tan tr¨¢gicas consecuencias durante la Rep¨²blica de Weimar, no puede repetirse. Por eso es tan preocupante lo que ya parece un proceso de descomposici¨®n de la CDU. La gobernabilidad de Alemania y de la Uni¨®n Europea exige un partido conservador s¨®lido y responsable en Berl¨ªn. En caso contrario se multiplicar¨ªa el peligro del ¨¦xito de ofertas populistas y demag¨®gicas. Y Alemania no es Carintia.

Tambi¨¦n el actual Gobierno del Partido Socialdem¨®crata y Los Verdes necesita una oposici¨®n responsable con vistas a las reformas imprescindibles para la modernizaci¨®n del pa¨ªs. Por eso es necesario hacer un llamamiento a la responsabilidad de toda la clase pol¨ªtica alemana, y en especial de aquellos que en la CDU puedan sentirse tentados a huir de lo que parece ya un naufragio y buscar su supervivencia pol¨ªtica por otras v¨ªas. Europa necesita a la CDU porque no se puede permitir un J?rg Haider con poder, o siquiera influencia, en Berl¨ªn. Supondr¨ªa el principio del fin del sue?o europeo.