Cuando me miro al espejo
Soy m¨¢s viejo que mi padre, o dicho de otro modo, mi padre es m¨¢s joven que yo. Miro la fotograf¨ªa donde aparecen mi padre y mi madre con mis cuatro hermanos y veo en ¨¦l una mirada joven. Tendr¨ªa entonces treinta y seis a?os, el pelo negro, la piel tersa y la papada firme. Bien es cierto que mi padre a¨²n no era mi padre, porque yo todav¨ªa estaba por llegar. En ese instante de mi pasado, que nunca he vivido, mi hermano mayor silba, mi madre y los medianos ponen cara de circunstancias y la peque?a tiene cara de desconfianza, como intuyendo lo que se le ven¨ªa encima: ?un hermano peque?o! ?ltimamente, cuando me miro en el espejo, veo a mi padre, pero no a ese padre joven rodeado de hijos, perros y gatos. Veo a mi padre ya mayor, con la barba cana, la mirada perdida y con la expresi¨®n entre solemne y aburrida de un juez que cierra la carpeta y da la vista por concluida.- Jes¨²s Orbea Mira. Valencia.
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