El cielo echa un gancho a la NBA
El m¨ªtico Kareem Abdul-Jabbar se incorpora a los Clippers como ayudante t¨¦cnico
El mes pasado volvi¨® Michael Jordan, como directivo de los Wizards de Washington, al a?o de dejar las canchas; hace dos semanas, Dennis Rodman, como jugador de los Mavericks de Dallas, a unos meses de ser expulsado de su anterior equipo, y ahora lo hace Kareem Abdul-Jabbar, como segundo entrenador de los Clippers de Los ?ngeles. Y suena Magic Johnson, embajador volante en los Lakers, que tantea la idea de invertir en la propiedad de otro conjunto. Hombres con carisma que vuelven a una NBA a?orante de un pasado que s¨ª fue mejor.Jordan fue la estrella de los espectaculares Bulls de los noventa, con seis campeonatos, y Abdul-Jabbar, lo fue en aquellos Lakers que ense?orearon la NBA en los ochenta. Tambi¨¦n ¨¦l consigui¨® seis anillos, cinco con los Lakers y uno con Milwaukee, y acaba de volver, con 52 a?os, al otro equipo de Los ?ngeles, unos Clippers que el s¨¢bado confirmaron en Chicago, ante los Bulls, su calidad de peor escuadra de entre las 29 de la NBA. Abdul-Jabbar se estren¨® con derrota.
El flamante segundo entrenador de los Clippers estuvo en la pista del United Center como ido. Hab¨ªa fichado el d¨ªa anterior por el equipo de la soleada costa californiana y llegaba a un Chicago bajo la mayor nevada de la temporada y con un jet lag de once a?os: se retir¨® en 1989. "No es que echara de menos la NBA", dice. "Pero conforme pasaba el tiempo, ve¨ªa que yo sab¨ªa cosas que pod¨ªan ser de utilidad en la NBA". Se las ha guardado para Los ?ngeles. En Chicago estuvo callado todo el tiempo. Cando el entrenador de los Clippers ped¨ªa un tiempo muerto para discutir la estrategia de la siguiente jugada -y los 14 ¨²ltimos segundo duraron una eternidad, con continuos parones del reloj, a la b¨²squeda de un golpe que diera la victoria en un partido que se dirimi¨® por una canasta-, Abdul-Jabbar se quedaba de pie, detr¨¢s del corrillo de sus jugadores, ajeno a la discusi¨®n. Compon¨ªa una estampa imponente: alto (2,19), elegante, perilla canosa, impert¨¦rrito.
El jugador que m¨¢s tiempo ha estado en una pista de la NBA (57.746 minutos a lo largo de 20 a?os en los que marc¨® un promedio de 24,6 puntos por partido y patent¨® su inolvidable sky hook -gancho del cielo-) quer¨ªa ser entrenador. A las librer¨ªas acaba de llegar un libro suyo en el que narra su reciente experiencia como segundo entrenador voluntario de un equipo de instituto de una reserva apache de Whiteriver, en Arizona, donde dice que aprendi¨® m¨¢s de lo que ense?¨®. Abdul-Jabbar es un musulm¨¢n practicante, defensor de la causa de los negros norteamericanos al que interesa sobremanera la historia del pasado siglo en su pa¨ªs. Su estancia con los Falcons de Whiteriver refleja sus intereses de deportista y de ser humano y respondi¨® a la petici¨®n del general Colin Powell de que cada uno contribuyera en la medida de sus fuerzas a ayudar a los d¨¦biles de la naci¨®n en la que s¨®lo importa el triunfo. En su libro revive su pasi¨®n por el baloncesto y suelta algunas puntadas: "Los Lakers de 1985 hubieran derrotado a los Bulls de Jordan".
Abdul-Jabar y Jordan son genios de la mejor ¨¦poca que ha conocido la NBA, que vuelven como maestros para dar vida a una liga mortecina. "Siento como que s¨¦ cosas que no est¨¢n pasando de una generaci¨®n a otra", explica el entrenador de los Clippers "Ahora no se est¨¢ ense?ando muy bien c¨®mo se juega y se est¨¢n perdiendo muchas de las cosas que yo s¨¦. Creo que puedo hacer algo para evitarlo". Abdul-Jabbar ha firmado por un mill¨®n de d¨®lares hasta el 30 de junio. Con los Clippers s¨®lo puede ir hacia arriba, pero no est¨¢ garantizado que lo consiga. Jordan, el perfeccionista, el ganador por antonomasia, tampoco ha logrado levantar a los Wizards.
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