El Gobierno brit¨¢nico se plantea ceder m¨¢s centros a la Iglesia El ¨¦xito de las escuelas cristianas ha llevado a los laboristas a encargar una investigaci¨®n
El ¨¦xito acad¨¦mico obtenido por las escuelas cristianas en el Reino Unido, que suelen encabezar las listas de los mejores centros nacionales de primaria y secundaria, ha llevado al Gobierno brit¨¢nico a revisar el papel desempe?ado por las de credo anglicano en la educaci¨®n nacional. Ha encargado una investigaci¨®n para averiguar si vale la pena dejar en manos de la Iglesia de Inglaterra la gesti¨®n de colegios que han sido considerados fallidos por el Ministerio de Educaci¨®n por motivos de rendimiento acad¨¦mico.
El trabajo de investigaci¨®n destinado en el que se har¨¢ un balance del papel jugado por las escuelas de cada tipo de creencia ha sido encargado por el Consejo Arzobispal a lord Ron Dearing, padre de un monumental informe anterior sobre el futuro de la educaci¨®n nacional que lleva su nombre.En estos momentos, la Iglesia de Inglaterra administra una de cada cuatro escuelas brit¨¢nicas de primaria (4.550) y uno de cada 20 centros de secundaria (198). En conjunto, los menores all¨ª educados rozan el mill¨®n. El Estado corre con el 85% de los gastos. La direcci¨®n debe sufragar el resto con ayuda de las di¨®cesis y los padres.
La Iglesia cat¨®lica, por su parte, cuenta con 1.760 colegios de primaria y 363 de secundaria. Como ambas confesiones tienen listas de espera para inscribir a los alumnos y muchas familias han llegado incluso a cambiarse de casa para poder acceder a uno de estos centros, abiertos en distritos escolares distintos al suyo, a lord Dearing se le ha pedido que indague el secreto de su ¨¦xito acad¨¦mico.
Para sus responsables, la respuesta es bien sencilla. Los valores morales y sociales inculcados al alumnado animan la ense?anza misma. De ah¨ª que los porcentajes de buenas notas -m¨¦rito destacado en los controles oficiales de calidad y principal gu¨ªa para las familias en busca de un buen colegio- superen con mucho a otros centros docentes no confesionales.
Sociedad laica
La Sociedad Secular Nacional, que ha protestado ante esta forma de revisar la educaci¨®n nacional, teme que los ni?os acaben siendo escogidos en virtud de sus creencias. "Que un colegio acepte a sus alumnos en funci¨®n de la religi¨®n de los padres, resulta aberrante en una sociedad laica como la del siglo XXI", ha dicho Keith Porteous-Wood, su secretario general. En su opini¨®n, en lugar de ceder m¨¢s escuelas a la Iglesia, "habr¨ªa que mejorar todas las dem¨¢s".
Para el Consejo Arzobispal anglicano, el estudio encargado puede abrir grandes expectativas. No s¨®lo es la primera vez en los ¨²ltimos 30 a?os que se revisa el estado de la educaci¨®n cristiana en el Reino Unido.
Si lord Dearing y su equipo consideran que vale la pena encargarles la gesti¨®n de otras escuelas, sobre todo de secundaria, con peores resultados docentes, la Iglesia de Inglaterra podr¨ªa duplicar su ¨¢rea de influencia en la pr¨®xima d¨¦cada.En cifras contables ello supondr¨ªa hacerse cargo de unos 400 centros. En zonas deprimidas y barrios perif¨¦ricos con escasa reputaci¨®n acad¨¦mica, podr¨ªan abrirse incluso otros nuevos.
Otra de las voces cr¨ªticas, Robert Ashby, director de la Asociaci¨®n Humanista Brit¨¢nica, considera vano el esfuerzo oficial. Seg¨²n ¨¦l, la ense?anza de valores morales no es privativa de las escuelas cristianas.
Las creencias
En opini¨®n de Robert Ashby, "el amor al pr¨®jimo es un concepto anterior a la cristiandad. Adem¨¢s, no deber¨ªa ser necesario forzar a los padres a fingir unas creencias que muchas veces no tienen, para poder inscribir al hijo en un centro presentado como el ep¨ªtome de la calidad educativa".
Conocido por el rigor con que ejecuta los encargos recibidos del Gobierno, lord Dearing ha apuntado s¨®lo que el momento escogido para la revisi¨®n es el adecuado. "Las peticiones de inscripci¨®n de las escuelas cristianas superan hoy con mucho las plazas vacantes. No es, por tanto, mala idea analizar la situaci¨®n en busca de un reparto m¨¢s equitativo de la oferta educativa", ha se?alado pragm¨¢tico.
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