Las mujeres progresistas reclaman el apoyo de las instituciones a un nuevo contrato social 150 asociaciones piden reformas legales y formulan 21 peticiones para alcanzar la igualdad
El primer congreso de la Federaci¨®n de Mujeres Progresistas, integrada por unas 150 asociaciones de toda Espa?a, concluy¨® ayer en Sevilla al grito de "el mundo es nuestro", proclamado por la presidenta de la Internacional Socialista de Mujeres, Dolors Renau. El congreso aprob¨® la Declaraci¨®n de Sevilla para las mujeres del siglo XXI, que contiene las 21 peticiones que la federaci¨®n cree b¨¢sicas para lograr la implantaci¨®n de un nuevo modelo de sociedad basado en que hombres y mujeres compartan trabajo, familia, ocio y poder, y para el que reclama el apoyo de las administraciones.
Esa nueva organizaci¨®n social que las mujeres progresistas han planteado en este congreso se plasma en un documento previo titulado Un nuevo contrato social, sobre el que se han centrado los debates el pasado fin de semana. Un contrato cuyo contenido gira en torno a tres puntos: la igualdad de oportunidades efectiva, la compatibilidad entre la vida familiar y la profesional de hombres y mujeres y la participaci¨®n equilibrada de todos en la toma de decisiones en los ¨®rganos p¨²blicos.Dolors Renau expres¨® la necesidad de las mujeres de a?adir a la lucha por la igualdad, en la que tanto se ha avanzado en los ¨²ltimos 20 a?os, dos nuevos horizontes en el camino de los movimientos feministas: la presencia efectiva de la mujer en la vida p¨²blica y la posibilidad de decidir c¨®mo debe ser esa sociedad.
Las medidas que esta federaci¨®n reivindica en su declaraci¨®n son muy variadas, tanto en su fondo como en su forma. Las m¨¢s concretas son las reformas legislativas que exige el documento: una ley integral contra la violencia de g¨¦nero, una reforma de la ley electoral para incorporar la democracia paritaria, una nueva ley despenalizadora de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo y medidas para acabar con la discriminaci¨®n laboral.
Las mujeres progresistas conf¨ªan en adoptar algunas de las reivindicaciones contenidas en la Declaraci¨®n de Sevilla desde el ejercicio del poder p¨²blico. Entre ellas destacan la generalizaci¨®n de las prestaciones del sistema p¨²blico de servicios sociales para la familia y los mayores con el objetivo de poder compartir con el hombre vida familiar y profesional, la erradicaci¨®n de las redes de tr¨¢fico de personas para evitar cualquier forma de explotaci¨®n o el favorecimiento de la emancipaci¨®n de los y las j¨®venes con medidas fiscales, de vivienda y empleo.
El documento de conclusiones contiene tambi¨¦n alguna reivindicaci¨®n que se queda en una mera declaraci¨®n de buenas intenciones. La Federaci¨®n pide al sector privado que se incentive el acceso de m¨¢s mujeres a puestos directivos y de responsabilidad en los sectores financieros, econ¨®micos y empresariales, as¨ª como en los medios de comunicaci¨®n.
"?No pasar¨¢n!"
"No sabemos c¨®mo trasladaros la angustia que se siente. Imaginad por un momento que vuestra vida se ve truncada, que intentan apalearos y despu¨¦s sal¨ªs huyendo con cuatro cosas en una maleta. Atr¨¢s dejais vuestra casa, vuestro trabajo. Muchos compa?eros en la misma situaci¨®n: agredidos, desperdigados y escondidos por el monte, sus medios de vida quemados". Esta cita es parte del relato que Mercedes Garc¨ªa y Elena Mareno, de la Asociaci¨®n de Mujeres Progresistas de El Ejido, han escrito del brote racista que vivi¨® la localidad almeriense hace dos semanas y que ellas sufrieron en primera persona.
Alicia Ba?os, presidenta de la federaci¨®n andaluza, ley¨® ayer ese mensaje en la clausura del primer congreso de la Federaci¨®n de Mujeres Progresistas en Sevilla. Un encuentro que ya hab¨ªa emitido el s¨¢bado un comunicado en solidaridad con los inmigrantes y voluntarios afectados.
Buena respuesta a la petici¨®n que Mercedes y Elena hac¨ªan para despedir su escrito desde Almer¨ªa. "Estamos solas, esperando vuestra solidaridad, la de aquellos y aquellas que a¨²n creen en la libertad, la democracia y la justicia social, para juntos decirles a la derecha: ?No pasar¨¢n!"
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