Tamborrada en Calanda por Bu?uel
La monarqu¨ªa apoy¨® ayer en Calanda (Teruel) la obra de un creador republicano confeso, la del cineasta Luis Bu?uel. El Pr¨ªncipe de Asturias abri¨® los actos de su centenario y fue quien hizo un gui?o a la socarroner¨ªa de un aragon¨¦s de quien se cumpl¨ªan ayer los 100 a?os de su nacimiento. El pr¨ªncipe Felipe, en un acto institucional revestido de protocolo, lejano a las preferencias del director de Nazar¨ªn o Tristana, levant¨® el aplauso y la sonrisa del auditorio -donde estaban los vecinos del pueblo, los alcaldes de la provincia de Teruel, representantes de los partidos pol¨ªticos y las entidades sociales- y gui?¨® el ojo a la historia cuando declar¨®: "No considero un milagro estar aqu¨ª en Calanda, aunque haya venido volando" (Felipe de Borb¨®n lleg¨® en helic¨®ptero). El Pr¨ªncipe un¨ªa as¨ª la tradici¨®n del milagro de Miguel Pellicer -un calandino que en el siglo XVII, seg¨²n cuentan las cr¨®nicas, recuper¨® su pierna untando su mu?¨®n con aceite de las velas que prend¨ªan en honor de la Virgen del Pilar- con las visiones de un genio obsesionado por la religi¨®n, los tullidos y su pueblo.Luis Bu?uel fue protagonista en Calanda desde la v¨ªspera de su aniversario. Lo fue cuando el cantautor Jos¨¦ Antonio Labordeta, en una especie de premonici¨®n, arremet¨ªa poco antes de las once de la noche del lunes contra los violentos que hab¨ªan atentado contra el caser¨ªo de su amigo Agust¨ªn Ibarrola. Labordeta abr¨ªa un preludio de fiesta gritando contra los violentos El himno a la libertad, coreado por cientos de gargantas, en la sala de fiestas Babilonia, donde no cab¨ªa una mosca. Luego, a las doce en punto de la noche, en la plaza de Espa?a de Calanda, los tambores y bombos sonaban en honor de Bu?uel.
El director de cine mexicano Arturo Ripstein no pod¨ªa contener la emoci¨®n, era la primera vez que o¨ªa el sonido de los instrumentos de piel y cuerda que formaban parte de la memoria de su maestro Bu?uel, con quien pas¨® m¨¢s de dos d¨¦cadas. Pero en Calanda, en la v¨ªspera, el j¨²bilo era diferente al de ayer por la ma?ana. Definitivamente fue el Pr¨ªncipe quien levant¨® las pasiones del vecindario. "Es el mejor parido de Espa?a", grit¨® una vecina a su paso por las calles camino de inaugurar el CBC (Centro Bu?uel de Calanda), donde se abri¨® el Museo Bu?uel, casi un empe?o personal del alcalde, Ant¨®n Borraz, del PP, que expone las obras de 52 creadores aragoneses: Ecrevisses, Avera, Debuil, Bayo; escultores como Arrudi; creadores de v¨ªdeo como Javier Codesal, o fot¨®grafos como Carb¨® o Navarro. El museo se inaugura con una muestra sobre insectos que aterrorizaron y fascinaron a Bu?uel, y de armas, de las que era apasionado y experto.
Ant¨ªdoto de fanatismos
Felipe de Borb¨®n escuch¨® los tambores y bombos que hicieron mella en Bu?uel, lo reivindic¨® como "uno de esos heterodoxos que con frecuencia han empujado hacia adelante nuestra historia, ensanchando nuestro horizonte colectivo y situ¨¢ndonos con sus intuiciones en el centro del escenario en el que se dirime el significado de nuestra ¨¦poca". El presidente aragon¨¦s, Marcelino Iglesias, se refiri¨® a Bu?uel como un transterrado "del que debemos sentirnos orgullosos porque su figura se ha convertido en un ant¨ªdoto contra tiran¨ªas, fanatismos y totalitarismos, veh¨ªculo de libertad y dignidad irrenunciables y referencia inexcusable de la historia universal de la cultura".
Los actos de su pueblo concluyeron con una comida para 900 vecinos. Juan Jos¨¦ V¨¢zquez, comisario de la exposici¨®n El ojo de la libertad , que se exhibe en el ICO y la Residencia de Estudiantes, en Madrid, aseguraba: "Esta comida es el mejor homenaje a Bu?uel. Le tocan los tambores como si fuese Cristo resucitado, custodian su busto en el cuartel de la Guardia Civil y cierran su centenario con esta comida".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.