Mucho trabajo y poco encanto

Sin encanto pero con la solvencia propia de un equipo organizado, Espa?a descont¨® otro amistoso de preparaci¨®n para el Europeo. En el argot de Camacho no existen los encuentros de tr¨¢mite, as¨ª que el equipo no se abandon¨® nunca pese a las circunstancias adversas, aunque tampoco estuvo muy l¨²cido. El choque tuvo poca vida, aunque a Espa?a se le complic¨® al final, con dos posibles penaltis no se?alados en contra, una gran parada de Molina y la lesi¨®n de Velasco, que le dej¨® con diez en el campo. A falta de puntos que pudieran justificar actitudes resultadistas, el partido ten¨ªa un especial inter¨¦s por saber sobre la consistencia de la selecci¨®n espa?ola en campo ajeno y despojada de los dos futbolistas que enganchan y dan personalidad al equipo como son Ra¨²l y Guardiola. Desde este punto de vista, el trabajo del colectivo por salir airoso del partido result¨® estimable. El ideario defensivo parece ya asumido incluso por los laterales. Hubo una faena de grupo interesante, propia de un entrenador que est¨¢ acostumbrado a manejarse en circunstancias adversas y con escasez de recursos. A Espa?a, sin embargo, le sobr¨® austeridad y le falt¨® presencia, glamour, signos de equipo grande que s¨®lo le dan los futbolistas que tienen vida propia. Croacia tampoco la oblig¨® a mucho y el entorno, presidido por el fr¨ªo, un campo irregular y una grada despoblada, abonaba a largarse de Split sin dejar ninguna se?a.

En todos los amistosos, el primer tiempo se suele emplear para jugar y el segundo para cambiar, pues la rueda de sustituciones impide seguirle el hilo al f¨²tbol. No fue ayer el caso. Los silbidos de la hinchada en el descanso sancionaron a los futbolistas de uno y otro bando, especialmente a los croatas, que se supone que como locales y terceros del mundo, aunque no clasificados para la Eurocopa, deb¨ªan exponer m¨¢s que los espa?oles. Croacia intimid¨® por el flanco izquierdo, m¨¢s por el nombre de sus zurdos ya veteranos (Jarni, Asanovic y Suker) que por su din¨¢mica del juego. Los espa?oles cerraron bien su campo y presionaron en la l¨ªnea de medios con un aire de superioridad que oblig¨® al rival a contenerse. El despliegue, por el contrario, result¨® demasiado c¨®modo, sin profundidad en uno y otro bando. Luis Enrique, ubicado como media punta, no enganch¨® con la media y Urzaiz no conect¨® con Etxeberr¨ªa y Fran, que taparon m¨¢s que abrieron sus costados.

El f¨²tbol result¨® plano, sin ritmo y escaso en ocasiones. Piano, piano, los dos equipos se enfrentaron sin correr riesgos, con demasiada placidez. A falta de virtuosos, hubo mucho juego pastoso y tambi¨¦n se observ¨® una cierta falta de agresividad, quiz¨¢ por el car¨¢cter de la contienda y la sumisi¨®n croata. Camacho intent¨® revitalizar al equipo con la entrada de un centrocampista de mucha viveza como es Mendieta, situado como volante derecho, y reorganizando el frente de ataque: Luis Enrique pas¨® a jugar de interior izquierdo, sustituyendo a un apocado Fran, y Etxeberria acompa?¨® a Urzaiz en ataque, mientras Hierro dejaba su plaza de central a Paco. Con los cambios, el equipo espa?ol se estir¨® m¨¢s, sin perder capacidad de combinar en la medular, y alcanz¨® el campo contrario con cierta regularidad. El partido vir¨® hacia el bando espa?ol y los croatas se diseminaron. Una vez que el capit¨¢n Boban ha renunciado a la selecci¨®n, hay serias dudas sobre la capacidad de Blazevic parar capitanear la transici¨®n del equipo despu¨¦s de su fracaso frente a Yugoslavia en la fase de clasificaci¨®n del Europeo. El futuro parece estar m¨¢s en el equipo sub-21 que en el absoluto, cargado de veteran¨ªa y con futbolistas poco comprometidos con el proyecto como puede ser Boksic, que argument¨® cansancio para no salir anoche. Hubo un cierto abandono por parte de Croacia en oposici¨®n a Espa?a, que fue creci¨¦ndose con el discurrir del encuentro hasta que sali¨® Vucko, un futbolista del Hajduk por el que la hinchada siente gran aprecio. El equipo de Camacho recul¨® m¨¢s de la cuenta y se vio sometido a algunos remates, sobre todo por parte de Asanovic. La ausencia de Hierro, sustituido en tanto en cuanto era el jugador m¨¢s castigado de cuantos hab¨ªan sido convocados para el encuentro de ayer, tuvo una cierta incidencia, porque el equipo perdi¨® organizaci¨®n, una cierta perspectiva ofensiva y sobre todo intimidaci¨®n.