El vicepresidente conf¨ªa en poder descartar pronto a Bradley

Bill Bradley no llega a comprender por qu¨¦ su desaf¨ªo a Al Gore no alcanza la intensidad del planteado por McCain a Bush. Y en un intento de atraer atenci¨®n sobre su candidatura, el ex baloncestista se ha lanzado esta semana a una ofensiva en toda regla contra el actual vicepresidente dem¨®crata. "La gente", dijo ayer en un acto en Garden City (Nueva York), "no conoce al verdadero Gore"."Gore", dijo Bradley, "se opuso como senador a la libre elecci¨®n de las mujeres en materia de aborto y fue un firme apoyo de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle y de la industria tabacalera". El lunes, en el duro debate televisivo que ambos sostuvieron en Harlem, Bradley llam¨® a Gore "conservador" y denunci¨® que, como senador y como vicepresidente, se ha opuesto a diversas medidas para combatir el racismo.

Para el vicepresidente, esa agresividad de Bradley es la muestra de su "desesperaci¨®n" al ver que su desaf¨ªo no gana envergadura. Tras haber vencido a Bradley por los pelos en New Hampshire, Gore, el candidato dem¨®crata que m¨¢s gusta a la Casa Blanca, Wall Street, Hollywood, su partido, los sindicatos y las organizaciones afroamericanas, le lleva una amplia ventaja en cualquier tipo de sondeo electoral.

Cita decisiva

Mientras los candidatos republicanos se acuchillan en sus primarias de Carolina del Sur, Michigan, Washington y otras, los dem¨®cratas no tienen cita con las urnas hasta el 7 de marzo. Ello permite a Gore concentrarse en su objetivo: terminar de una vez por todas con la candidatura de Bradley el supermartes, cuando voten los decisivos Estados de Nueva York y California.

El vicepresidente, entretanto, no puede sino alegrarse por la ferocidad de la guerra civil republicana. Gane quien gane, Bush o McCain llegar¨¢n a la batalla final del pr¨®ximo oto?o cubiertos de las heridas que se est¨¢n infligiendo y con sus ataques est¨¢n d¨¢ndole buena munici¨®n al aspirante dem¨®crata.

Quiz¨¢ una de las explicaciones a la angustia de Bradley por no conseguir atraer tanta atenci¨®n como McCain est¨¢ en el hecho de que el candidato dem¨®crata alternativo perdi¨® en New Hampshire y el insurgente republicano gan¨® por goleada. Aquella primera gran cita electoral rompi¨® los dos mitos iniciales de la campa?a: el que aseguraba que Bush era invencible y el que afirmaba que Gore jam¨¢s podr¨ªa ganar.

Aunque en las encuestas nacionales Gore sigue perdiendo frente a cualquiera de los dos republicanos, su carrera hacia la Casa Blanca es la m¨¢s s¨®lida de todas. Y el buen estado de la econom¨ªa norteamericana sigue soplando a su favor.