El pintor del Amazonas
Ram¨®n Piaguaje, indio secoya, gana el concurso internacional m¨¢s concurrido de la historia
Cuando era peque?o, Ram¨®n Piaguaje, de 38 a?os e hijo de Cecilio, el jefe de los indios secoya, vagaba por la selva amaz¨®nica de Ecuador, su tierra, esbozando en el aire ¨¢rboles, p¨¢jaros y nubes con los dedos. Su gran memoria visual le permit¨ªa almacenar multitud de im¨¢genes que garabateaba luego sobre la arena. El papel y el l¨¢piz, la tinta china y por fin el color, gracias a los ¨®leos regalados por el antrop¨®logo estadounidense William Vickers, que ha estudiado a la tribu durante d¨¦cadas, llegaron mucho despu¨¦s. El descubrimiento en 1993 de la pintura en tubo y las posibilidades crom¨¢ticas de su mezcla en la paleta ayudaron al ni?o con talento a convertirse en un artista capaz de reproducir con precisi¨®n fotogr¨¢fica cada rinc¨®n de la jungla donde todav¨ªa vive con su esposa y cuatro hijos.Uno de sus lienzos de la etapa "en color", como ¨¦l la llama, le ha convertido en la sensaci¨®n art¨ªstica del momento en el Reino Unido. Titulado Amazonia eterna, es una representaci¨®n cercana al hiperrealismo del paisaje que rodea la vivienda del pintor, en el coraz¨®n del parque nacional de Cuyabeno. Una explosi¨®n de ¨¢rboles alt¨ªsimos que apenas dejan ver el cielo plasmados con el detalle propio del experto en el dibujo a tinta.
Ganado por un lienzo que parec¨ªa sacado de un taller profesional, el jurado que le eligi¨® en Londres como ganador del concurso pict¨®rico Mi pa¨ªs en el a?o 2000 -auspiciado por la ONU-, enmudeci¨® de asombro al comprobar que se trataba de un autodidacta que no conoc¨ªa m¨¢s lugar que la selva pero ten¨ªa las ideas muy claras acerca de los peligros que la acechan.
Asentados junto al r¨ªo Aguarico, un afluente del Amazonas, los secoya eran una comunidad aislada y apegada a sus ritos hasta la llegada de un grupo de misioneros evang¨¦licos en 1955. Con excepci¨®n del antrop¨®logo William Vickers, de la Universidad Internacional de Florida, que ha estudiado a la tribu durante a?os, aqu¨¦llos eran su ¨²nico contacto con el exterior. Sentado junto a la obra premiada, Piaguaje recordaba en Londres las lagunas de Cuyabeno que visitaba de ni?o y tambi¨¦n los animales que llenan el pedazo de jungla que habita. "Lo guardaba todo en la memoria para poder pintarlo luego en blanco y negro, porque no ten¨ªa colores".
Los 600 secoya de los que forma parte obtienen rojos, amarillos, blancos y negros de las semillas y ra¨ªces de los ¨¢rboles. A pesar de que ti?en ropa y se pintan el rostro con ellos, al pintor no se le hab¨ªa ocurrido utilizarlos sobre papel. Vickers le vio dibujar en 1973, cuando ten¨ªa 12 a?os, y pens¨® que el chico ten¨ªa talento. En 1993 le regal¨® una caja de ¨®leos y Piaguaje puso en marcha su prodigiosa memoria fotogr¨¢fica. Primero iba de paseo por la jungla y se quedaba mirando un ¨¢rbol durante largo rato. Luego regresaba a casa y mezclaba los colores sobre un trozo de madera hasta conseguir el mismo verde con las pinturas. Una vez satisfecho, sal¨ªa de nuevo a esbozar del natural. "Calculo el pedazo de selva que cabe en un lienzo para la composici¨®n y empiezo por el cielo. Luego voy poniendo los dem¨¢s elementos, uno por uno".
El proceso creativo puede parecer sencillo, pero no hay que olvidar que nadie le ha ense?ado, por ejemplo, los secretos de la perspectiva. ?l dice con sencillez que va comparando lo que pinta con la realidad y se mete en casa para evitar la humedad, los mosquitos y la lluvia amaz¨®nicos. Cuando no puede salir, recurre a la memoria para dar el tono exacto a la telara?a de troncos, lianas y hojas gigantes que convencieron a Vickers de que val¨ªa la pena exponer en p¨²blico.
Organizada en la Universidad Cat¨®lica de Quito, la primera de sus muestras le puso en contacto con Estella Barrera, due?a de un comercio de material art¨ªstico en la ciudad. Ella le suministra hoy los materiales necesarios y le anim¨® a presentarse al concurso internacional avalado por la ONU. "Al principio no quer¨ªa. El ¨²nico problema es que acabar un cuadro le lleva casi dos meses, y por poco no llegamos a tiempo de participar", dice, visiblemente satisfecha del ¨¦xito del pintor, al que ha acompa?ado en su aventura brit¨¢nica.
Aunque los secoya son autosuficientes y su reserva est¨¢ protegida, la b¨²squeda de petr¨®leo, industria vital para el pa¨ªs, ha llegado a su frontera. Seg¨²n el pintor, que tambi¨¦n cultiva la tierra para mantenerse, animales como los monos negros y los cerdos salvajes han huido hacia la espesura. Amazonia eterna, el cuadro premiado, trata de reflejar precisamente la fragilidad del entorno vital que Piaguaje califica de "pulm¨®n del mundo". Los ¨¢rboles, reproducidos hasta el ¨²ltimo detalle, han sido escogidos con cuidado por el artista por sus propiedades y el servicio que prestan a su comunidad. La fruta de algunos sirve de alimento a las aves y animales peque?os. La madera de otros es aprovechada para cavar la tierra y plantar yuca, su principal alimento. De las hojas de una de las variedades pintadas se obtiene veneno para matar insectos, o su contrario, medicinas naturales. La tela parece recoger un rinc¨®n cualquiera de la jungla, pero podr¨ªa calificarse m¨¢s bien de documento hist¨®rico: plasma un enclave que est¨¢ desapareciendo.
En el Reino Unido, Piaguaje s¨®lo tuvo ojos para lo que le rodeaba, incluidas las dem¨¢s obras elegidas por los jueces. "Me gusta mucho la luz conseguida por el segundo galardonado, el sueco Stanislaw Zoladz", se?al¨®. Cuando John Sheeran, conservador de la exposici¨®n itinerante que acompa?a al premio le visit¨® en la selva, el pintor habl¨® de su amor por ¨¦sta y de sus amenazas. "Pinto lo que veo a mi alrededor, que es todo lo que tengo. Mi tribu ha vivido aqu¨ª durante milenios y entendemos a la jungla; somos parte de ella. Aunque nadie puede penetrar en nuestro territorio, nos cercan los buscadores de petr¨®leo. Yo no quiero que la selva se convierta en un recuerdo, por eso me decid¨ª a presentarme a concurso. Quer¨ªa que el cuadro fuera como una llamada de atenci¨®n sobre la destrucci¨®n de un entorno que debe ser protegido por todos".
Extra¨ªdas de la compilaci¨®n de sus declaraciones reproducidas en el cat¨¢logo de la muestra, las palabras de Piaguaje resultan de lo m¨¢s apropiado para un concurso que donar¨¢ sus ingresos al Unicef y a la nueva asociaci¨®n ben¨¦fica fundada por Carlos de Inglaterra, la Prince Foundation, destinada a la regeneraci¨®n urbana. A William Vickers, que ten¨ªa previsto ver al pintor cuando ¨¦ste regresara a Ecuador v¨ªa Miami, le preocupaba algo no menos delicado, el efecto de la fama entre los secoya. En el plazo de una semana, el pintor ha tomado su primer avi¨®n, ha conocido a multitud de personas y ha visitado lugares que ni siquiera sab¨ªa que exist¨ªan. Su pr¨®ximo interlocutor ser¨¢ Kofi Annan, secretario general de la ONU. Piaguaje asegura que su mundo es la selva y que no piensa cambiarlo.
22.500 obras para el nuevo milenio
Surgida en la sede de Winsor & Newton, la casa brit¨¢nica de material art¨ªstico, la idea de organizar una exposici¨®n conmemorativa del nuevo milenio fue apadrinada de inmediato por la ONU cuando el lema de la misma se convirti¨® en Mi pa¨ªs en el a?o 2000.Abierto a pintores profesionales y aficionados de todo el mundo, el concurso deb¨ªa servir para ofrecer una visi¨®n de los asuntos que m¨¢s preocupan hoy a los artistas internacionales. Conocido por su defensa del entorno, el pr¨ªncipe de Gales se convirti¨® en el presidente del jurado encargado de escoger la imagen que mejor resumiera los anhelos y preocupaciones de millones de personas.
El acontecimiento acab¨® convirti¨¦ndose en la mayor competici¨®n pict¨®rica de la historia, con 22.500 obras presentadas por pintores de 51 pa¨ªses. A Londres llegaron 253 telas, triunfadora cada una en los diversos concursos nacionales organizados para escoger la pintura del milenio. La espa?ola Ainara Maider del Olmo Abedul, de 15 a?os y nacida en San Sebasti¨¢n, fue la premiada m¨¢s joven en su propia tierra. Su cuadro, titulado Fantasmas del Guggenheim, muestra el museo bilba¨ªno en la parte superior del lienzo, y un destello de arte prehist¨®rico en la inferior.
Una vez en Londres, el jurado escogi¨® 12 cuadros ganadores. Tres de ellos, firmados en Ecuador (Ram¨®n Piaguaje), Suecia (Stanislaw Zoladz) e Ir¨¢n (Rezvan Sadeghzadeh) se llevaron, por este orden, los premios principales. "Para los expertos que juzgaron las obras, el ejercicio result¨® aleccionador. Confrontados con obras ajenas a las modas y vaivenes del mercado del arte, vieron de cerca las preocupaciones de gentes tan dotadas como ellos para la pintura", dice John Sheeran, conservador de la muestra. La misma viajar¨¢ a Suecia en marzo para llegar en julio a la sede neoyorquina de la ONU. Una vez all¨ª, se convertir¨¢ en la Muestra del Milenio de la organizaci¨®n.
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