El doctorado de Casillas
El joven meta pasa con notable su primer cl¨¢sico, mientras Arnau vive su peor noche
El primer pulso del gran cl¨¢sico cay¨® del lado madridista: Casillas estuvo muy por encima de Arnau. El portero azulgrana (24 a?os) se hab¨ªa doctorado en Wembley, una plaza de alt¨ªsimo vuelo donde estuvo fant¨¢stico; pero el Bernab¨¦u le super¨®. En el primer gol madridista se fue al suelo antes de tiempo y se trag¨® el bal¨®n, escupido por la bota de Roberto Carlos desde una distancia siempre posible para un portero. Poco despu¨¦s se complic¨® la vida con los pies ante Anelka y dej¨® tiritando a todos sus defensas. A¨²n temblaban cuando Ar-nau, con el rostro desencajado, meti¨® de forma heterodoxa un pu?etazo al aire para repeler otro tiro de Roberto Carlos. El disparo cogi¨® al portero sin ancla: flojo de piernas. Enfrente, Casillas, en el primer gran examen de su corta carrera, ratific¨® una templanza impropia de su edad (18 a?os). El Bar?a le prob¨® por primera vez hacia la media hora. Estaba fr¨ªo, en medio de la caldera. Figo encar¨® por el pico del ¨¢rea y ejecut¨® un tiro con muy mala uva. Casillas dio tres pasos adelante, cerr¨® el ¨¢ngulo y sac¨® una mano de oro. Poco despu¨¦s, en pleno arre¨®n azulgrana, no se venci¨® en un mano a mano con Luis Enrique y le birl¨® la pelota. Dos paradas que dieron consistencia al Madrid. Todo lo contrario de lo sucedido con Arnau, que hasta su cita del Bernab¨¦u hab¨ªa sobresalido por su sobriedad. Cualidad encomiable en un portero: parar lo que hay que parar y no tragarse sapos. - Roberto Carlos. Unos 70 disparos lleva el brasile?o en Liga, cifra que le convierte en el madridista m¨¢s rematador. Hasta ayer, s¨®lo hab¨ªa conseguido un gol, pero no de falta, su especialidad. Su primer acierto lleg¨® en el gran cl¨¢sico. El lateral brasile?o tambi¨¦n provoc¨® el primero de los tres rechaces previos al gol de Anelka. Y, por primera vez desde que lleg¨® a Espa?a, no se comi¨® ning¨²n recorte de Figo.
- Anelka. Muy motivado y participativo. Se descolg¨® de los centrales azulgrana y siempre les encar¨® de frente, exprimiendo su mejor virtud: una zancada explosiva. Dej¨® detalles t¨¦cnicos.
- Ra¨²l. Testimonial. Tras una semana renqueante se le vio muy rebajado, sostenido por su descomunal fortaleza ps¨ªquica. Particip¨® muy poco en ataque. Contrario a lo que es habitual, apenas se descolg¨® en el ¨¢rea catalana.
- Rivaldo. Comenz¨® con el gesto torcido, en el costado izquierdo. Van Gaal le levant¨® la condena en un suspiro, lo que tard¨® el Madrid en marcar. El t¨¦cnico orden¨® una defensa de tres -no de cuatro como al inicio- y Rivaldo se tir¨® al centro. Apareci¨® mucho, pero la falta de un referente (Guardiola) le dej¨® hu¨¦rfano, engullido por la defensa y centro del campo del Madrid. Sac¨® su mejor nota en una falta que se estrell¨® en el poste.
- Figo. El mejor azulgrana. M¨¢s por tes¨®n que por calidad. Lo intent¨® por la derecha y por la izquierda. Y hasta por el centro, cuando la confusi¨®n empap¨® al Bar?a. El portugu¨¦s paga como nadie la ausencia de Guardiola, quien mejor auxilia su juego por la banda. Acab¨® frustrado, v¨ªctima de un sistema ca¨®tico que arrastr¨® a los mejores especialistas azulgrana hacia posiciones irreconocibles para la mayor¨ªa.
- Ronald de Boer. Sustituto de Guardiola, nunca fue un gu¨ªa para sus compa?eros. Intencionadamente o no, al margen de Van Gaal, nadie le dio la batuta. Las transiciones azulgrana partieron de pelotazos de Arnau.
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