"La novela negra es muy relajante" RAM?N DE ESPA?A
Pregunta. Creo que ya tienes lista la nueva entrega de las aventuras de Petra Delicado y Garz¨®n...Respuesta. Pues s¨ª. Se llama Muertos de papel y empieza con el asesinato de un periodista... Supongo que me he convertido en una escritora de novelas negras, cuando la verdad es que nunca tuve mucho inter¨¦s por el g¨¦nero. De hecho, inici¨¦ la serie de Petra Delicado para divertirme, para descansar de la tensi¨®n que me produc¨ªan las novelas que escrib¨ªa habitualmente, que no ten¨ªan nada que ver con lo policiaco.
P. O sea, que no eras lectora de novela negra.
R. Lo soy ahora. A base de cruzarme con gente que lo sabe todo sobre el g¨¦nero he tenido que ponerme a hacer los deberes.
P. ?A qui¨¦n lees?
R. Me gusta Elmore Leonard. Y James Ellroy, cuya reconstrucci¨®n del Los Angeles de los a?os cincuenta, la ¨¦poca en que asesinaron a su madre, me parece soberbia.
P. Y a m¨ª que esos dos no me acaban de convencer.... Me gusta mucho m¨¢s Lawrence Block. Y los posblockianos: Michael Connelly, Thomas Adcock, Dennis Lehane... De todas maneras, aqu¨ª siguen todos pensando que la novela negra es literatura de quiosco.
R. Eso me temo, pero a m¨ª no me importa. Me lo paso bien escribiendo las historias de Petra Delicado y, adem¨¢s, son las ¨²nicas novelas m¨ªas que han sido traducidas a un mont¨®n de idiomas. La verdad es que si llevo tres a?os viviendo de la literatura es gracias a Petra y a Garz¨®n.
P. ?De qu¨¦ viv¨ªas antes?
R. De la docencia. Clases de literatura espa?ola y, sobre todo, de ingl¨¦s. Trece a?os desasnando a nuestros adolescentes. Hasta que me cans¨¦. Y no por lo alumnos, pobres, que en general eran muy buenos chicos, sino porque te cansas de hacer siempre lo mismo y porque si quieres divertirte con la ense?anza tienes que pasarte la vida inventando triqui?uelas para que resulte estimulante.
P. ?Como por ejemplo?
R. Pues no s¨¦, intentando captar la atenci¨®n de tu p¨²blico, lo que no siempre resulta f¨¢cil. Deber¨ªas haberme visto diciendo que santa Teresa de Jes¨²s tomaba l¨¢udano y ten¨ªa visiones...
P. Por tu Almansa natal no has vuelto, ?verdad?
R. Nac¨ª all¨ª por casualidad. Mi padre era ferroviario y la familia le segu¨ªa a donde estuviera destinado. Luego vino Valencia, donde estudi¨¦. Y Barcelona, a donde me vine siguiendo a mi primer marido que era m¨¦dico. Y sigo en las mismas. Mi actual marido es ingeniero de caminos y a causa de un trabajo suyo me he tirado un a?o y medio en Zaragoza.
P. ?A gusto en Barcelona?
R. Se habla m¨¢s bajo que en Madrid y que en Zaragoza, lo que siempre es de agradecer. Y cuando hasta el volumen de aqu¨ª se me antoja excesivo, me retiro a una casita que tengo en Vinaroz. Es un sitio espantoso, pero la casa est¨¢ en mitad de ninguna parte.
P. Volviendo a Petra, ?qu¨¦ te pareci¨® la serie de televisi¨®n?
R. Sin comentarios.
P. Por lo que me cont¨® Paco Betriu, inspirador del proyecto, la cosa empez¨® como unos telefilmes de 50 minutos rodados en cine y acab¨® en una extra?a mezcla de thriller y sitcom de los noventa.
R. Lo dicho: sin comentarios.
P. Pero sigues metida en el audiovisual. Vas a escribir la pr¨®xima pel¨ªcula de Bigas Luna.
R. La siguiente a la pr¨®xima, m¨¢s bien. Bigas tiene que adaptar primero, con Rafael Azcona, la novela de Manuel Vicent Son de mar... Es una colaboraci¨®n curiosa. Qued¨¦ con Bigas y esperaba encontrarme con una sinopsis de unas cuantas p¨¢ginas. En vez de eso, Bigas me ense?¨® fotos de los a?os 20: una pareja en la calle, un coche... Creo que ser¨¢ una historia de amor protagonizada por dos parejas, muy dram¨¢tica... Pero es un poco pronto para hablar de ella.
P. Supongo que Petra Delicado no acabar¨¢ con tus otras novelas.
R. No, qu¨¦ va. Ahora le estoy dando vueltas a una que me temo que me va a dar bastantes quebraderos de cabeza. Va sobre la autodestrucci¨®n de una mujer. Hasta ahora es un tema que parece que tan s¨®lo compete a los hombres... Hay una literatura seudofeminista que no me gusta nada y es esa en la que los hombres son repugnantes y las mujeres unos ¨¢ngeles. Creo que estamos todos en el mismo barco y que todos somos responsables de su penoso estado de conservaci¨®n. Si todo da asco, que lo da, las mujeres no somos una excepci¨®n y tenemos nuestra parte de culpa. Tambi¨¦n tenemos derecho a la la autodestrucci¨®n.
P. ?No es un tema sobrevalorado? A¨²n no me he recuperado del ataque de caspa que me dio cuando v¨ª El encargo del cazador, de Joaqu¨ªn Jord¨¢, sobre un maldito de Bocaccio al que no le vi la gracia.
R. ?Tampoco se la viste a Francis Bacon?
P. Es diferente.
R. ?se es el modelo autodestructivo que me interesa. El que se hunde sin dejar de trabajar. Su obra y su vida son igual de interesantes. Hay otros casos en los que la vida va por delante de la obra. Escrib¨ª una novela sobre Virginia Woolf, Una habitaci¨®n ajena, pero me interesa m¨¢s la biograf¨ªa de Quentin Bell que sus libros.
P. Yo me rend¨ª en la p¨¢gina 30 de Las olas... Acabemos con Petra. O con el g¨¦nero negro, m¨¢s bien. ?Por qu¨¦ en Espa?a no est¨¢ tan bien instalado como en los pa¨ªses anglosajones?
R. Supongo que tenemos un problema con la polic¨ªa. Herencia del franquismo, tal vez, pero a¨²n nos cuesta escribir y leer sobre polic¨ªas. Yo misma, con mis personajes, he visto que les iba cogiendo cari?o poco a poco.
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