El Zaragoza vuelve al subcampeonato El Celta sigue cuesta abajo

Zaragoza y Celta entraron en el partido para asaltar sus propias contradiccione. El choque se plante¨® como una ecuaci¨®n que despejara la inc¨®gnita de futuro de dos equipos desinflados en su esplendor inicial, pero con fuelle a¨²n suficiente para disputar espacios vacantes en Liga de Campeones. Al descanso se fue el Zaragoza al borde de la hecatombe, y al final dos destellos de calidad volvieron a encumbrarlo a la segunda posici¨®n.El Celta no incumpli¨® la letra y el esp¨ªritu de su habitual juego preciosista, pero le falt¨® un matador en el ¨¢rea. El juego de los celestes, ayer de rojo, no son¨® ni de lejos a m¨²sica celestial, aunque su sentido creativo del f¨²tbol super¨® al Zaragoza. Tantas variantes en el juego de ataque dar¨ªan para un cat¨¢logo, pero valen para poco si se acaban dilapidando.

A la escuadra aragonesa se le puso un nudo en la garganta y se dej¨® llevar por el pase y repase horizontal, sin mordiente. El juego de la primera parte, entre tantas soluciones gastadas, result¨® inconexo y precario.Tras el descanso, Rojo intent¨® equilibrar el centro del campo sacando a Marcos Vales, y acert¨®. Si a eso se a?ade que Acu?a luci¨® oportunamente su clase, sobre todo en el gol del empate, el panorama cambi¨® algo desde los comienzos de la segunda parte, con un Zaragoza m¨¢s animado y unos puntas mejor asistidos. Por ah¨ª lleg¨® el gol de Milosevic, que estaba en el dique seco desde Navidad. S¨®lo faltaba ya ralentizar el partido, taponar huecos, de lo que se ocup¨® un recien salido, Helguera, y que Juanmi metiera unas cuantas manos atinadas.