Ola de protestas tras la absoluci¨®n de los polic¨ªas que mataron a un inmigrante en Nueva York
Gritos de ira y frustraci¨®n llenaron las calles de Nueva York este fin de semana en protesta por la sentencia que el pasado viernes absolvi¨® a cuatro polic¨ªas acusados de acribillar a balazos al inmigrante guineano Amadu Diallo. Las manifestaciones, que han dejado unos 90 detenidos, han despertado las tensiones raciales en la ciudad y reavivado la pol¨¦mica sobre las t¨¢cticas policiales de su alcalde, el republicano Rudolph Giuliani. La familia de Diallo debe reunirse ma?ana con el fiscal general del Estado para intentar plantear una demanda contra los agentes por violaci¨®n de derechos civiles.
Eran apenas 3.000, pero sus voces resonaron por toda los ostentosos edificios de la Quinta Avenida en la noche del s¨¢bado (madrugada del domingo en Espa?a): "?Detened a Giuliani!, ?Justicia para Amadu!", "?Abajo la polic¨ªa del KKK [Ku-Klux-Klan]!". Controlados por centenares de polic¨ªas que se mantuvieron impasibles ante la lluvia de insultos, los manifestantes desfilaron tranquilamente hasta la Calle 42, donde un desacuerdo con los agentes sobre el recorrido acab¨® con la detenci¨®n de 90 personas. Las fuerzas del orden y los organizadores de la manifestaci¨®n ten¨ªan estrictas consignas de mantener la calma y evitar disturbios raciales en el centro de Manhattan, pero la tensi¨®n gan¨® al miedo. Por la noche tan s¨®lo unos cientos de personas rodeadaron City Hall, la sede del ayuntamiento, para recordar la muerte de Diallo. Algunos agitaron sus carteras en el aire: "Esto no es una pistola" gritaron, refiri¨¦ndose al testimonio de los agentes que aseguraron haber actuado en defensa propia al pensar que el j¨®ven guineano iba a a dispararles cuando meti¨® la mano en su chaqueta y retir¨® su cartera.
Otras 2.000 personas se manifestaron ayer en calma frente a la sede de la ONU en Nueva York. La ciudad todav¨ªa sigue conmocionada por la sentencia que el viernes absolvi¨® a los cuatro agentes de la unidad especial anticrimen de la polic¨ªa de Giuliani que el 4 de febrero de 1999 dispararon 41 veces contra Amadu Diallo, un inmigrante guineano de 22 a?os, delante del portal de su casa del Bronx, en el n¨²mero 1157 de la avenida Wheeler. Diecinueve balas acabaron con la vida de Diallo, el resto de los impactos todav¨ªa se pueden ver la modesta casa de ladrillos de dos pisos, situada en uno de los barrios m¨¢s castigados y violentos de la ciudad, el Bronx.
"No tuvo nada que ver con la raza", dijo ayer Arlene Taylor, una de las cuatro mujeres negras del jurado de Albany. "El juicio fue muy dif¨ªcil, muy tenso, y nos exigi¨® mucho trabajo analizar todas las pruebas". Taylor es el ¨²nico de los 12 jurados, cuatro negros y ocho blancos, que ha hecho declaraciones. Ante la pol¨¦mica que despert¨® el caso hace un a?o, el proceso se traslad¨® a Albany, capital del Estado de Nueva York, en busca de un ambiente alejado del contexto del Bronx.
La madre de la v¨ªctima, Kadiatou Diallo, trat¨® de apaciguar los ¨¢nimos. "La gente debe aprender a vivir con la polic¨ªa", dijo en Harlem. El reverendo Al Sharpton, el l¨ªder negro m¨¢s conocido de la ciudad, ten¨ªa previsto reunirse ma?ana con el ayudante del fiscal general del Estado, Eric Holder, para tratar de presentar una demanda por violaci¨®n de derechos civiles. Esta figura legal ya fue utilizada en dos casos similares: en 1998, para condenar al agente que estrangul¨® al inmigrante latino Anthony Baez, y en 1993, contra los polic¨ªas de Los ?ngeles que apalearon al motorista negro Rodney King. En ambos casos, los polic¨ªas fueron finalmente absueltos de los cargos.
El caso Diallo ha avivado el malestar que las comunidades negras e hispanas sienten por las t¨¢cticas policiales del alcalde Giuliani, para quien este asunto ser¨¢ uno de los temas m¨¢s delicados en la carrera por el Senado de Nueva York, que le enfrenta a la primera dama, Hillary Clinton. En la marcha de ayer frente a la ONU, algunos oradores pidieron a los ciudadanos de Nueva York que votaran en contra de Giuliani. Mientras, Hillary Clinton, en un encuentro con la comunidad dominicana, llam¨® ayer a la calma y la comprensi¨®n. "La polic¨ªa debe esforzarse por comprender a las comunidades a las que sirve, y las comunidades deben entender los riesgos que corre la polic¨ªa", dijo la candidata dem¨®crata, quien a?adi¨®: "No podemos permitir que este veredicto divida a los neoyorquinos".
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