Jospin se niega a acudir al El¨ªseo tras ser apedreado por estudiantes palestinos
?Es el fin de la cohabitaci¨®n entre el presidente Jacques Chirac y el primer ministro Lionel Jospin? ?sa es la pregunta que se plantea el mundo pol¨ªtico en Francia. La mini-Intifada, el apedreamiento protagonizado por decenas de j¨®venes, provocada por Jospin durante su visita a la Universidad palestina de Bir Zeit, ha servido para que Chirac levantara la voz y recordase que existe "una continuidad en la pol¨ªtica exterior de Francia".
Chirac llam¨® a cap¨ªtulo a Jospin, le exigi¨® que "entrase en contacto" con ¨¦l "desde el momento mismo de su retorno a Francia". Jospin se ha negado a aceptar el papel de alumno al que convocan al despacho del director. "Nos veremos el mi¨¦rcoles, antes del Consejo de Ministros", declar¨® a su regreso de Gaza, mientras que su entorno recordaba que "el primer ministro no ha transgredido la l¨ªnea de la pol¨ªtica extranjera porque es ¨¦l quien traza esa l¨ªnea".Jospin ha querido hacerse o¨ªr, tener opini¨®n propia, marcar diferencias. Lo ha hecho cuando se cumpl¨ªan sus 1.000 d¨ªas en Matignon, la sede de la jefatura del Gobierno franc¨¦s, cuestionando la "tradicional pol¨ªtica ¨¢rabe" defendida en el pasado por el gaullismo, que hoy dirige Chirac, y luego, en gran parte, por Fran?ois Mitterrand, que se caracterizaba por un respaldo constante a los pa¨ªses ¨¢rabes y por guardar distancias frente al apoyo de EEUU a Israel. Esta situaci¨®n ha llevado a Par¨ªs a asumir el protectorado sirio en L¨ªbano como mal menor, as¨ª como a apoyar la causa palestina sin hacer distinci¨®n entre sus facciones.
Jospin dijo en Israel: "Francia condena los ataques de Hezbol¨¢ y todas las acciones terroristas unilaterales". Esa cr¨ªtica a ciertos ataques de Hezbol¨¢ fue entendida como una descalificaci¨®n al movimiento islamista palestino por los estudiantes de Bir Zeit, que despidieron a pedradas al primer ministro del pa¨ªs que m¨¢s dinero aporta precisamente a su Universidad. Hubert V¨¦drine, ministro franc¨¦s de Exteriores, intervino ayer en televisi¨®n en apoyo de Jospin al afirmar: "Los ataques de ese tipo tienen que situarse en un contexto y un objetivo, que es el de impedir progresar el proceso de paz".
"Metedura de pata"
En Par¨ªs, parte de la oposici¨®n, los gaullistas sobre todo, han hablado de "metedura de pata" o de "grave error". Para Chirac, que entre 1986 y 1988, cuando era primer ministro, vio c¨®mo Mitterrand le recordaba que era el presidente quien controlaba los "dominios reservados" de Exteriores y Defensa, la independencia de Jospin no es aceptable. Es m¨¢s, esa independencia s¨®lo puede interpretarse como un acto de afirmaci¨®n de la voluntad del primer ministro de sucederle al frente de la Rep¨²blica. Las elecciones presidenciales de 2002 est¨¢n en el horizonte y Jospin y Chirac necesitan marcar diferencias ante la opini¨®n p¨²blica.
Entre la derecha liberal, las frases de Jospin no han sido mal recibidas. "Los aliados de Francia son las democracias. Israel es una democracia. No se puede avalar el terrorismo bajo ninguna de sus formas", dec¨ªa ayer Alain Madelin, l¨ªder de Democracia Liberal. Queda por ver cu¨¢l ser¨¢ la valoraci¨®n que la opini¨®n p¨²blica har¨¢ de esa arriesgada inflexi¨®n proisrael¨ª por parte de Jospin. La tradici¨®n reza que, en caso de cohabitaci¨®n, se desacredita "quien dispara primero", es decir, aquel que pasa por haber roto el status quo. Chirac esperaba una oportunidad como ¨¦sta. Para ¨¦l equivale a presentarse como un poder moderador, de continuidad de una pol¨ªtica que va m¨¢s all¨¢ de las contingencias electorales. Alain Jupp¨¦, antiguo primer ministro, extitular de Exteriores y hombre de confianza de Chirac, daba la interpretaci¨®n oficiosa del El¨ªseo: "Las declaraciones [de Jospin] son desastrosas para la imagen de Francia".
No hay que olvidar tampoco que el pasado mes de diciembre Chirac ya recibi¨® un claro desaire por parte de su primer ministro. Entonces el presidente quer¨ªa enviar soldados franceses a Costa de Marfil para salvar al presidente Konan B¨¦di¨¦. Jospin se neg¨® y apostill¨®: "La pol¨ªtica exterior francesa no s¨®lo puede ser diferente, sino tambi¨¦n mejor".
En 1996, cuando Chirac visit¨® Israel y Jospin s¨®lo era l¨ªder de la oposici¨®n, ¨¦ste coment¨® as¨ª unos incidentes callejeros en los que se vio involucrado el presidente: "La diplomacia es un arte dif¨ªcil en el que conviene prever los problemas para no toparse con ellos". Sin duda, Chirac desea recordarle ahora el consejo al apedreado Jospin.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.