Estilos de movilizaci¨®n
IMANOL ZUBERO
Lo ocurrido en San Sebasti¨¢n durante la manifestaci¨®n convocada por la plataforma Basta ya no se explica s¨®lo por la presencia de provocadores, pues ¨¦stos se han hecho presentes en nuestras calles siempre (el mundo de HB ha alcanzado un notabil¨ªsimo ¨¦xito en la cr¨ªa y engorde de este tipo de individuos airados, siempre dispuestos a hacerse presentes all¨ª donde crean amenazada su visi¨®n del mundo). En San Sebasti¨¢n se ha consagrado un nuevo estilo de movilizaci¨®n social que en Vitoria ha vuelto a expresarse. Es un estilo de movilizaci¨®n cat¨¢rtico, basado en la explosi¨®n emocional, con altas dosis de visceralidad, en el que se expresan consignas abiertamente pol¨ªticas, que rompe con el silencio caracter¨ªstico de las movilizaciones sociales por la paz desarrolladas en este pa¨ªs desde 1986.
Aunque la movilizaci¨®n social, toda movilizaci¨®n social, es tentadora ocasi¨®n para la intervenci¨®n pol¨ªtica m¨¢s miope, pretender reducir este tipo de movilizaci¨®n a burda manipulaci¨®n es un insulto a la inteligencia. Peor a¨²n, es un insulto a miles de personas que en nuestro pa¨ªs han vivido y viven amenazadas y amedrentadas, personas que han decidido que no quieren seguir protestando en silencio y que expresan en las movilizaciones su cr¨ªtica a aquellas instituciones o personalidades pol¨ªticas a las que consideran responsables de sus problemas. El problema es que cualquiera puede encontrar argumentos para la explosi¨®n visceral y, de igual manera que unos pueden un d¨ªa mostrar su rechazo contra Ibarretxe o contra Arzalluz tach¨¢ndoles de c¨®mplices de ETA, otros pueden relacionar a Almunia y a J¨¢uregui con los GAL, o a Iturgaiz y a Mayor Oreja con el r¨¦gimen franquista, y romper en gritos de "fuera, fuera" dirigidos contra ¨¦stos o aqu¨¦llos. O en aplausos de apoyo a unos o a otros, tanto da. ?Por qu¨¦ no, si es el est¨®mago la v¨ªscera que manda? ?Por qu¨¦ no, si la movilizaci¨®n est¨¢ concebida expresamente como oportunidad para que los ciudadanos expresen con profusi¨®n sus propios sentimientos? De ah¨ª la proliferaci¨®n de carteles, pancartas y consignas que se a?aden al mensaje fundamental de la convocatoria hasta llegar a anularlo.
Leyendo el ¨²ltimo libro de Zygmunt Bauman creo encontrar algunas claves que pueden servirnos para pensar este cambio en el estilo de movilizaci¨®n social por la paz. La est¨¦tica del consumo, se?ala Bauman, gobierna hoy donde antes lo hac¨ªa la ¨¦tica del trabajo. ?No est¨¢ ocurriendo algo de esto tambi¨¦n con la movilizaci¨®n social? Durante una d¨¦cada, la lucha ciudadana contra la violencia ha sido liderada por los productores de movilizaci¨®n. Buscadores de reglas inquebrantables, preocupados por las consecuencias finales de sus acciones, Gesto por la Paz ha sido su expresi¨®n m¨¢s acabada. Desde 1997 las calles del Pa¨ªs Vasco y de Espa?a est¨¢n siendo ocupadas por los consumidores de movilizaci¨®n. Pragm¨¢ticos y flexibles, se rigen por el principio de que no hay que preocuparse por el cruce del puente antes (pero tampoco despu¨¦s) de llegar a ¨¦l. Lo mejor que puede hacer el consumidor sensato es estar all¨ª donde sepa que las oportunidades abundan y en el momento en que se presenten en mayor n¨²mero, con el objetivo declarado de aprovechar el momento para satisfacer sus necesidades, para expresar aquello que desea personalmente. En adelante, estos dos estilos de movilizaci¨®n, igualmente leg¨ªtimos, van a competir entre s¨ª. Utilizo conscientemente la palabra competir: se trata de dos estilos de movilizaci¨®n incompatibles entre s¨ª. Tiempo habr¨¢ de analizarlo en profundidad y de sacar las consecuencias.
El s¨¢bado en Vitoria se celebraron dos manifestaciones, es verdad. Pero la divisi¨®n no estaba entre quienes coreaban "lehendakari aurrera" y quienes gritaban "lehendakari dimisi¨®n", sino entre quienes a?ad¨ªan sus particulares consignas a los lemas de las convocatorias y quienes caminaban en silencio, sinti¨¦ndose fuera de lugar precisamente en esa calle trabajosamente constituida en espacio de encuentro de todas las ideas, de todas las palabras y de todas las personas gracias al silencio.
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