El tratamiento con hero¨ªna, exportable
Holanda y Suiza han cumplido el sue?o de la Junta de Andaluc¨ªa. En esos pa¨ªses existen ya centros m¨¦dicos que distribuyen hero¨ªna a m¨¢s de 1.000 toxic¨®manos con un largo historial de adicci¨®n. Varios de los responsables de esos programas estuvieron la semana pasada en Granada para asegurar que sus iniciativas son una alternativa factible para un grupo peque?o de toxic¨®manos que hoy est¨¢n fuera del sistema. Andaluc¨ªa espera autorizaci¨®n para un proyecto experimental similar desde hace a?o y medio.Los programas de hero¨ªna van m¨¢s all¨¢ que las salas de inyecci¨®n o narcosalas, locales donde los toxic¨®manos pueden picarse en condiciones sanitarias adecuadas que ya funcionan en Austria, Suiza y Holanda, y fueron aprobadas el pasado viernes en Alemania. Pero si la primera narcosala espa?ola, que se alzar¨¢ en el madrile?o barrio de Las Barranquillas goza del apoyo pol¨ªtico y financiero del Plan Nacional sobre Drogas, el ensayo andaluz de distribuci¨®n de hero¨ªna duerme en una comisi¨®n de expertos creada al efecto en junio.
Los expertos reunidos en Granada en unas jornadas organizadas por la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica, la misma que de prosperar el empe?o de la Junta llevar¨¢ a cabo el ensayo espa?ol, coincidieron en que la hero¨ªna no puede ser nunca la primera opci¨®n de tratamiento.M¨¢s bien debe ser la ¨²ltima y s¨®lo para aquellos toxic¨®manos con los que los tratamientos reconocidos fracasan de forma estrepitosa. Es decir, que no consiguen dejar las drogas ni aguantan, por ejemplo, en los programas de metadona.
Se trata de un grupo minoritario. En Holanda, el ¨²ltimo pa¨ªs en sumarse al carro de los que piensan que la hero¨ªna puede ser una alternativa, hay 25.000 heroin¨®manos, el 70% de ellos en tratamiento, , explic¨® el director cient¨ªfico del Comit¨¦ de Atenci¨®n a Heroin¨®manos holand¨¦s, Wim Van Der Brink. Los 3.000 que han fallado con la metadona podr¨ªan integrarse en un futuro programa de hero¨ªna.
En estos momentos s¨®lo reciben hero¨ªna legal, y de forma experimental, 200 toxic¨®manos de Amsterdam y Rotterdam. Los responsables del ensayo, cuyos resultados aparecer¨¢n en 2001, han pedido que el proyecto se extienda a otras cuatro ciudades y alcance a 625 pacientes porque "no se han dado problemas m¨¦dicos ni de seguridad", argumenta Van Der Brink.
Holanda empez¨® este ensayo siguiendo la estela suiza y su iniciativa recibi¨® el a?o pasado el impulso de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud quien despu¨¦s de evaluar los estudios suizos con hero¨ªna reconoci¨® su efectividad, pero concluy¨® que eran necesarias nuevas investigaciones para achacar la mejor¨ªa de los pacientes al empleo de la droga.
En Suiza, los programas de hero¨ªna son una realidad m¨¦dica para unos 1.000 heroin¨®manos de 17 ciudades. "Estamos evitando que muchas personas mueran en la calle", asegur¨® Anne Margret Rhis, de la Oficina Federal de la Sanidad P¨²blica.
Tanto en Suiza como en Holanda, los programas de hero¨ªna provocaron encendidos debates p¨²blicos, admiten sus responsables. Pero el consenso se impuso, a trav¨¦s del Parlamento en el caso holand¨¦s y por medio de referendos en el suizo. Y en ambos gracias a la normalidad con que funcionaron los centros.
El programa de Ginebra, cuyo jefe cl¨ªnico es el espa?ol Miguel Marset, no tiene rejas en las ventanas ni personal de seguridad. Unos 50 heroin¨®manos reciben all¨ª tratamiento diario personalizado y aprenden a pincharse de la forma menos da?ina. Si no lo consiguen, un enfermero les echa una mano. En los cinco a?os de vida del centro, limpio y espacioso, seg¨²n un v¨ªdeo proyectado en las jornadas, s¨®lo se han producido "cuatro o cinco" incidentes, asegur¨® la enfermera, Mar¨ªa de los ?ngeles Duchunstang-Mart¨ªn.
Para Rub¨¦n, un heroin¨®mano granadino de 36 a?os, que lleva casi 15 de ellos enganchado, la soluci¨®n no puede estar s¨®lo en dar hero¨ªna gratuita: "Necesitamos apoyo y un trabajo, algo que nos ocupe el tiempo", asegura.
A las experiencias suiza y holandesa pueden sumarse pronto Alemania y Espa?a. "Espa?a llegar¨¢ tarde otra vez", se lamenta Marset, "lo hizo con los programas de metadona y ahora le ocurre lo mismo con la hero¨ªna". La ¨²ltima palabra la tiene el Gobierno, que se ha comprometido a seguir el dictamen de la comisi¨®n de expertos. Sobre la mesa, el proyecto andaluz, que ensayar¨¢ el uso de hero¨ªna inyectada, y el que impulsa la Generalitat de Catalunya, con hero¨ªna oral.
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